Sáb. 27 Abril 2024 Actualizado ayer a las 1:44 pm

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El Acuerdo de Ginebra de 1966 es el único instrumento válido para resolver la controversia sobre el Esequibo (Foto: Prensa Presidencial de Venezuela)
Maduro llama a la defensa del Esequibo

"Vayamos a la unión nacional por encima de colores, partidos y posiciones"

El Acto de Unión Nacional en Defensa de la Guayana Esequiba fue un evento de importancia histórica para Venezuela. El presidente Nicolás Maduro expuso la posición oficial del Estado ante la controversia relativa a ese territorio, de cara al referendo consultivo que se celebrará el próximo 3 de diciembre.

Se llevó a cabo en la Sala Ríos Reyna del Teatro Teresa Carreño en Caracas con la asistencia de representantes de todos los Poderes Públicos y del sector militar, gobernadores, alcaldes, además de actores económicos y políticos afiliados a las oposiciones, así como gremios educativos y culturales, movimientos sociales, intelectuales y expertos en la materia.

El Jefe del Estado presentó el expediente histórico y jurídico que demuestra y confirma la legitimidad de la reclamación de Venezuela sobre el territorio Esequibo, acompañado del presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez; la vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez; el ministro de Defensa, general Vladímir Padrino López; el embajador venezolano ante la Organización de Naciones Unidas (ONU) e historiador, Samuel Moncada; el diputado y constitucionalista Hermann Escarrá; y el general de brigada e historiador Pompeyo Torrealba, quien fue condecorado al comienzo del acto con la Orden Libertador por su trabajo de vida como defensor y máxima autoridad sobre la disputa en torno a la Guayana Esequiba.

Los seis momentos que marcan la controversia sobre el Esequibo

En su exposición, el presidente Maduro destacó la importancia de comprender los seis momentos históricos que han marcado el devenir de la Guayana Esequiba, una caracterización que descubre las sucesivas etapas de formación del Estado y la República de Venezuela, de las agresiones y componendas foráneas en aras del despojo territorial, de las acciones de denuncia y de restitución del Esequibo como parte integral de Venezuela ante organismos y el derecho internacionales público.

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Los seis momentos históricos que caracterizan la controversia sobre el Esequibo (Foto: Archivo)

El primer momento abarca el período colonial y de independencia, desde la llegada del colonialismo europeo en 1492 hasta 1840, cuando el territorio de Venezuela ya estaba constituido conforme a derecho.

"Es en 1777 cuando el Reino de España decreta la creación de la Capitanía General de Venezuela, primera unidad administrativa que unió todas las provincias que luego conformaron el territorio de Venezuela", explicó, donde siempre estuvo incluido el Esequibo, como lo dicta cada Constitución desde la independencia en adelante.

Luego, se refirió al período de agresión imperial, despojo y fraude arbitral, que va desde 1840 hasta 1899. En este sentido, señaló que fue en 1840 cuando el imperio británico comenzó a realizar maniobras para apoderarse del territorio oriental de Venezuela, hasta consumarse el fraude del Laudo Arbitral de París en 1899.

Aludió a la Doctrina Monroe, que aboga por la supremacía de Estados Unidos en toda América, y a cómo se utilizó para despojar a Venezuela del Esequibo en una disputa entre los imperios estadounidense naciente y británico consolidado.

El Presidente señaló que Venezuela fue sacrificada en un acuerdo entre ambas potencias, permitiendo a los británicos mantener su ocupación en el territorio Esequibo a cambio de concesiones estadounidenses en otros lugares del continente americano y del Pacífico, lo que resultó en el Laudo de 1899, el cual calificó como "nefasto, írrito, nulo, fraudulento e inmoral".

Sobre este episodio, el embajador Samuel Moncada intervino para describir la manipulación y abuso de poder por parte de los británicos y los estadounidenses en su trato con Venezuela a finales del siglo XIX. Los dos primeros llegaron a un consenso secreto que perjudicaba a Venezuela, mientras el disminuido gobierno de turno había aceptado someterse a un arbitraje sin representación propia. Posteriormente fue redactado el Tratado de Washington de 1897, con las reglas para los tribunales, que favorecía la posesión británica de los territorios venezolanos, ignorando el Derecho Internacional y el Uti possidetis iuris, principio legal que en latín significa "como poseéis de acuerdo con el derecho, así poseeréis".

El tercer momento histórico comprende desde 1900 hasta 1966, trazado por la diplomacia imperial de las cañoneras, las denuncias del fraude arbitral y por el Acuerdo de Ginebra, caracterizado por “el despertar de la conciencia” de la población venezolana sobre el arrebato arbitrario al que fuimos sometidos como país.

De este período el Presidente reflexionó que la lección más amarga derivada fue que "las divisiones entre venezolanos, las guerras civiles, el canibalismo político y el entreguismo a los intereses extranjeros fueron aprovechados por las potencias dominantes para despojarnos de nuestro territorio".

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El presidente Nicolás Maduro acompañado de las máximas autoridades en vía hacia el referendo consultivo del 3 de diciembre (Foto: Prensa Presidencial de Venezuela)

Sin embargo, de ese momento histórico también destacó el logro internacional en el campo diplomático con la firma del Acuerdo de Ginebra en 1966, que coincidió con la independencia de Guyana.

"Es con la firma del Acuerdo de Ginebra que el reino de Gran Bretaña, potencia colonial ocupante de la Guayana Esequiba, acepta la controversia que Venezuela venía planteando en todo el siglo XX. Es un elemento modular y deja de lado el laudo arbitral", señaló el Jefe de Estado.

Dicho tratado fue firmado por todas las partes involucradas: Venezuela, el Reino Unido y la entonces colonia guyanesa, lo que demuestra su validez y legitimidad ante la comunidad internacional.

En este sentido, el presidente Maduro hizo hincapié en la importancia de respetar y cumplir con el Acuerdo de Ginebra como el único instrumento válido para superar la controversia territorial. Asimismo, destacó que cualquier intento de resolverla de manera unilateral o mediante la imposición de decisiones unilaterales sería contrario a los principios establecidos en el acuerdo.

Durante la disertación fue mostrada una carta enviada en 1966 por el canciller venezolano, Ignacio Iribarren Borges, al primer jefe de la diplomacia que tuvo la República Cooperativa de Guyana, en la que reconocía la independencia guyanesa pero reafirmaba los derechos territoriales de Venezuela sobre la región del Esequibo.

El cuarto momento histórico, de 1966 a 2015, se relaciona con la asunción de la aplicación del Acuerdo de Ginebra, con la búsqueda de una solución práctica y satisfactoria para las partes como brújula.

Maduro recordó que, durante su tiempo como canciller del presidente Hugo Chávez, fue testigo de que desde 1999 se inició una estrategia diplomática activa para buscar una solución en el marco del Acuerdo de Ginebra, en el marco de la diplomacia bolivariana de paz. En ese momento, se redactó un comunicado en el que Guyana aceptaba que ese era el único instrumento legal para abordar la controversia.

El quinto momento, transcurrido a partir de 2015, ha estado definido por la adopción de una postura hostil hacia Venezuela desde Guyana. El presidente Maduro explicó que la empresa ExxonMobil buscó venganza al expandirse en Guyana, en represalia a la nacionalización de la industria petrolera venezolana de 2007, que devino en la retirada de la transnacional del país.

ExxonMobil logró esto a través de prácticas corruptas, como sobornos y coimas, para asegurarse la exclusividad sobre bloques petroleros en zonas marítimas en disputa, donde se encontraron importantes yacimientos de petróleo.

El Presidente también resaltó que, en 2015, el brigadier David Granger asumió la presidencia de Guyana, quien tenía conexiones con el Pentágono y el Comando Sur de Estados Unidos. Durante su mandato se desarrolló una diplomacia de influencia imperial y provocaciones por parte del Comando Sur, lo que incluyó concesiones energéticas ilegales a corporaciones multinacionales.

Por último, el sexto período se inaugura en este 2023, una nueva etapa con el referéndum consultivo. La votación del próximo 3 de diciembre es una iniciativa para involucrar a la población venezolana y dejar en sus manos la decisión sobre las acciones que debe tomar la nación respecto a la controversia territorial por la Guayana Esequiba. Consta de cinco preguntas que abordan los siguientes aspectos:

  • El rechazo al Laudo Arbitral de París de 1899 y la defensa de los derechos de Venezuela sobre el Esequibo.
  • El apoyo al Acuerdo de Ginebra de 1966 como el único marco legal para alcanzar una solución práctica y satisfactoria para ambas partes.
  • La oposición a la jurisdicción de la Corte Internacional de Justicia (CIJ) para resolver la controversia territorial.
  • La oposición a la pretensión de Guyana de disponer unilateralmente de un mar pendiente por delimitar, en violación del Derecho Internacional.
  • La creación del estado Guayana Esequiba y el otorgamiento de la ciudadanía y cédula de identidad venezolana a la población actual y futura de ese territorio, conforme al Acuerdo de Ginebra y al Derecho Internacional.

Recordemos que en 2018 Guyana acudió a la CIJ para solicitar una sentencia a su favor en relación a la controversia del Esequibo, acción que desestimó el Acuerdo de Ginebra. Al respecto, el Presidente dijo:

"Venezuela jamás aceptó la Corte Internacional de Justicia porque jamás va a emanar una sentencia que sea satisfactoria para las partes. (…) Guyana procedió de manera unilateral a patear el Acuerdo de Ginebra".

El 30 de junio de 2018 António Guterres, Secretario General de la ONU, anunció que, debido a la falta de avances en la disputa territorial sobre la Guayana Esequiba, eligió la Corte Internacional de Justicia como el mecanismo de solución.

En su alocución, el presidente Nicolás Maduro condenó la acción de Guterres, calificándola como una violación flagrante del acuerdo de 1966:

"Como se lo dije personalmente en múltiples ocasiones, y consta por escrito en la Secretaría General de la ONU. En público, en privado, por escrito. Porque cualquier opción tenía que ser firmada por nosotros, por el Gobierno venezolano".

Del acto y más allá

La conferencia magistral que dictó el presidente Maduro manifestó la posición de la República Bolivariana de Venezuela ante la controversia territorial en cuestión, dio con lujo de detalles todos los argumentos irrefutables que demuestran los derechos legítimamente históricos del país, acordes a las leyes internacionales públicas, sobre el Esequibo.

El Acto de Unión Nacional en Defensa de la Guayana Esequiba demostró que la determinación del presidente Nicolás Maduro y del Estado venezolano en defender lo que legítimamente le pertenece a la nación es perentorio, en respuesta de las violaciones cometidas por Guyana, Estados Unidos y ExxonMobil en las sombras para concretar una reedición del fraude arbitral de 1899.

Se trató de un hito histórico en el que el Jefe del Estado, en sus facultades constitucionales, convocó a toda la población venezolana a darle "una respuesta contundente a la provocación del Comando Sur, de la ExxonMobil, [que] sea una respuesta unida nacional, como nunca antes hemos dado, la unión del alma nacional, la unión de la conciencia nacional, por encima de colores, de partidos, de posiciones".

En efecto, ya no se trataría solo de un asunto de Estado: ahora la ciudadanía tiene la opción de decidir la respuesta que debe darse a las agresiones foráneas y a la pretensión de culminar con el proceso de despojo que ya tiene más de 124 años en boga.

Con la campaña hacia el referendo consultivo del 3 de diciembre se inicia un ciclo de movilización general para la defensa de la soberanía territorial venezolana y para llevarla a cabo en la Guayana Esequiba, aun en el marco del Acuerdo de Ginebra.

Por ello, en calidad de estadista, el presidente Maduro hizo un llamado a la población venezolana hacia la unidad nacional: "No es tiempo de un debate para disolver la opinión pública, no es tiempo de dividir a los venezolanos y venezolanas, es tiempo de un debate para unir el alma nacional".

Más allá del evento, quedó marcada la impronta de un momento histórico de vital importancia para la vida futura del país, donde "hay un solo color, y es [el de] la patria; aquí hay una sola bandera, amarillo, azul y rojo, con ocho estrellas, incluida la octava estrella de nuestra Guayana Esequiba".

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