La usurpación de territorio venezolano por parte de colonos extranjeros es una práctica que se registra en el transcurrir de la historia de nuestro país. Ya en el siglo XIX el Libertador Simón Bolívar advertía sobre la presencia de colonos de Demerara y Berbice al oeste del Río Esequibo, en territorio que era nacional desde la fundación de la República.
A continuación, reproducimos un mensaje del Libertador que envió a los ingleses en 1822:
"Los colonos de Demerara y Berbice tienen usurpada una gran porción de tierra que, según aquellos, nos pertenece del lado oeste del Río Esequibo. Es absolutamente indispensable que dichos colonos, o se pongan bajo jurisdicción y obediencia de nuestras leyes, o se retiren a sus antiguas posesiones".
El territorio Esequibo desde el siglo XIX resultó atractivo por sus riquezas para las potencias coloniales de la época. Además de los grandes yacimientos de oro, la zona era —y sigue siendo— considerada importante comercial y geopolíticamente por su salida al mar.
De esta manera, El Libertador hizo valer la soberanía venezolana expulsando a los colonos extranjeros de acuerdo con las leyes republicanas de la época.