La humanidad se ha enfrentado regularmente a la amenaza de epidemias y pandemias a lo largo de la historia. Los intentos de proteger a las poblaciones tuvieron éxito al principio, con el desarrollo de nuevas vacunas, como las de la peste y el cólera, bajo el liderazgo del bacteriólogo Waldemar Haffkine. También tropiezos que han sido graves como algunas experiencias en África y Asia.
La viruela y la peste bovina se han reducido considerablemente así como la difteria, la fiebre tifoidea, la poliomielitis y la meningitis por Haemophilus influenzae tipo B. Algunos coronavirus que infectan estacionalmente a los seres humanos causando síntomas leves se han identificado, pero la aparición del nuevo coronavirus zoonótico del síndrome respiratorio agudo severo 2 (SARS-CoV-2) ha desencadenado rápidamente la actual enfermedad por coronavirus 2019 (covid-19) como una pandemia mundial responsable de una mortalidad generalizada.
Las graves expresiones de covid-19 se asemejan a una amenaza infecciosa anterior que inicialmente se designó como fiebre hospitalaria y fiebre puerperal, actualmente conocida como sepsis. Investigaciones afirman que la infección por SARS-CoV-2 se ha considerado con frecuencia como una forma de sepsis vírica (debido a las características comunes con la sepsis bacteriana), pero también se asocia a una serie de síntomas específicos y únicos.
Los rápidos avances en el desarrollo de vacunas contra el SARS-CoV-2, en particular el diseño de vacunas eficaces de ARN mensajero (ARNm) y adenovirus recombinantes, han sido cruciales para frenar la pandemia, sin embargo se han convertido en un ejemplo demostrativo de cómo se mueve el poder mundial y de la naturaleza depredadora del capitalismo globalizado.
De buenas intenciones está lleno Covax
Lo que en inglés se ha denominado Covid-19 Vaccines Global Access (Covax) es una iniciativa del Fondo de Acceso Global para Vacunas Covid-19, una alianza de 190 países impulsada por actores públicos y privados con el objetivo de garantizar el acceso equitativo a las vacunas que se logren desarrollar contra la covid-19.
Está dirigida por la Alianza Mundial para las Vacunas y la Inmunización (GAVI), la Coalición para las Innovaciones en Preparación para Epidemias (CEPI) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), y es "uno de los pilares del Acceso acelerado de herramientas contra el COVID-19, una alianza lanzada en abril de 2020 por la Organización Mundial de la Salud, la Comisión Europea y el Gobierno de Francia".
La web de la GAVI dice que "es la única solución verdaderamente global a esta pandemia porque es el único esfuerzo para garantizar que las personas en todos los rincones del mundo tengan acceso a las vacunas contra el COVID-19 una vez que estén disponibles, independientemente de su riqueza".
Sus metas son:
- Dosis de vacunas para al menos el 20% de la población de los países.
- Una cartera de vacunas diversificada y gestionada activamente.
- Entregar las vacunas tan pronto como estén disponibles.
- Poner fin a la fase aguda de la pandemia.
- Reconstruir las economías.
Esta plataforma se plantea apoyar la investigación, el desarrollo y la fabricación de una amplia gama de candidatos a vacunas covid-19, y negociar sus precios. Todos los países participantes, independientemente de sus niveles de ingresos, tendrían igual acceso a estas vacunas una vez que se hubieran desarrollado.
El objetivo inicial era tener 2 mil millones de dosis disponibles para finales de 2021, lo que debería ser suficiente para proteger a las personas de alto riesgo y vulnerables, así como a los trabajadores de la salud de primera línea.
El mecanismo beneficiaría por igual a países ricos como pobres debido a que reduciría las posibilidades de rebrote al garantizar que el resto del mundo también tenga acceso a las dosis en medio de una pandemia que le está costando a la economía mundial 375 mil millones dólares cada mes.
Por otra parte, las empresas farmacéuticas no han deseado arriesgarse a ampliar sus infraestructuras hasta que sus candidatos vacunales demostraran eficacia y fueran autorizadas, lo que lleva a un retraso significativo e inicialmente a la escasez de vacunas.
Por ello el mecanismo se propuso proporcionar inversiones e incentivos para garantizar que los fabricantes estuvieran listos para producir las dosis necesarias tan pronto como se aprobara una vacuna. También utilizaría el poder adquisitivo colectivo que se deriva de la participación de tantos países para negociar precios altamente competitivos de los fabricantes que luego se transferirían a los participantes.
cuando la realidad llega
Distintas vocerías académicas y políticas han sentenciado el fracaso de Covax, la más publicitada ha sido la de un artículo de opinión de la prestigiosa revista médica británica The Lancet firmado por Ann Danaiya Usher. Allí se critica con dureza a los países ricos, a los que culpa del fracaso del mecanismo.
Afirma que la iniciativa fue creada para suministrar vacunas covid-19 para todos sobre la base de la solidaridad y la equidad: "En cambio se basa en la voluntad de los países ricos de compartir sus dosis".
En una declaración de mayo pasado, la Directora Ejecutiva del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef), Henrietta Fore, dijo que el programa Covax, diseñado para garantizar el acceso equitativo a las vacunas, pronto entregaría su dosis número 65 millones (a esta fecha ha distribuido 72 millones), pero debía haber entregado al menos 170 millones. Predijo que, al continuar la oleada mortal en India y sus vecinos, el déficit sería de 190 millones de dosis para cuando los líderes del G7 se reunieran a principios de junio.
La OMS estima que se necesitan 11 mil millones de vacunas para acabar con la pandemia y Covax distribuiría 2 mil millones para cubrir el 30% de todas las dosis requeridas por 92 países de bajos ingresos, lo cual es, a estas alturas, imposible. Hasta el momento sí se han distribuido 2 mil millones de dosis pero de manera desigual, Covax fue responsable de menos del 4%.
Más difícil parecía lograr el objetivo de recaudar 8 mil 300 millones de dólares, sin embargo ya ha recaudado más de 6 mil 600 millones, un 80% de lo propuesto.
Hasta los países que ya se han beneficiado del mecanismo están en riesgo de incumplir con la segunda dosis, entre 30 y 40 países no cuentan con dicha capacidad porque carecen de ellas.
Cita al investigador Gavin Yamey de la Universidad de Duke (Durham, NC, EEUU), quien participó del diseño del mecanismo Covax y dijo que "incluso con la financiación completa", el despliegue de Covax fue "mucho más lento que en los países de ingresos altos" y "hoy, diez países han administrado el 75% de todas las vacunas contra la covid-19, pero, en los países pobres, los trabajadores de la salud y las personas con enfermedades subyacentes no pueden acceder a ellas".
Mientras los países que podían pagar las vacunas firmaron contratos bilaterales con las farmacéuticas "se aseguraron un lugar al frente de la fila" y Covax, al no tener medios para competir, "fue relegado", sentencia el artículo.
El Serum Institute of India (SII), el mayor fabricante de vacunas del mundo que suministraria 900 millones de dosis más, anunció que no podría enviar a Covax, ni a ningún otro cliente en el extranjero, más lotes de sus vacunas hasta finales de año debido al ascenso de casos y muertes por la variante Delta del SARS-CoV-2.
En agosto de 2020, mientras Trump renegaba de las medidas de cierre y protección, Estados Unidos ya había logrado siete acuerdos con seis compañías, con las que obtendría 800 millones de dosis, suficiente para vacunar al 140% de su población; Reino Unido, por su parte, logró cinco acuerdos que le alcanzarían para vacunar al 225% de su población; y la Unión Europea firmó dos acuerdos que le aseguraban 500 millones de dosis. Estas inversiones tempranas les permitieron a los países ricos ganarse los primeros puestos para recibir vacunas cuando estuvieran listas.
Como señala el texto: "Treinta países pasaron por alto Covax e hicieron grandes acuerdos directamente con los laboratorios" y "tuvieron mucha suerte de que las vacunas funcionaran. Y como vaciaron los estantes, no quedaron dosis suficientes para Covax".
¿Un fracaso decretado?
La transnacional estadounidense Pfizer acordó en enero proporcionar 40 millones de dosis en 2021 a Covax, pero a mediados de mayo sólo había enviado 1,25 millones de dosis menos de lo que produce en un solo día. Ha acordado suministrar a la Unión Europea 1 mil 800 millones de dosis, hasta más allá de la mitad del año 2023.
Covax tiene otros acuerdos, algunos de los cuales se anunciaron en mayo durante la reunión del G20, pero se han despachado pocas o ninguna dosis:
- Pfizer/BioNTech, Moderna y Johnson&Johnson se comprometieron a donar 3 mil 500 millones de dosis a los países más desfavorecidos entre 2021 y 2022. Este año se suministrarían unos 1 mil 300 millones de dosis y en 2022, el resto.
- Pfizer proporcionaría 2 mil millones de dosis.
- Moderna "hasta" 995 millones.
- Johnson&Johnson "hasta 500 millones".
- La Unión Europea (UE) anunció que ofrecería 100 millones de dosis, Italia 300 millones de euros (365 millones de dólares) y Francia 30 millones de dosis, todos a través de Covax.
- 350 millones de dosis de la vacuna Novavax, que se suministrarán desde finales de 2021 hasta 2022.
Sin embargo, en Latinoamérica y el Caribe la realidad sigue siendo la que se muestra a continuación:
Ya en abril pasado algunos voceros políticos como los presidentes de Guatemala y de República Dominicana, Alejandro Giammattei y Luis Abinader, respectivamente, tacharon de "fracaso" al mecanismo. Así lo dijeron en su intervención en el conversatorio del Encuentro Empresarial Iberoamericano que se celebró en Andorra.
Giammattei tildó de irresponsables a "un pequeño grupo de países que tienen todas las vacunas mientras la gran cantidad de países no tiene ninguna", mientras anunciaba que acababa de comprar vacunas rusas Sputnik V: "El sistema Covax es un fracaso".
Abinader llamó a la reflexión de todos los países para analizar qué se ha hecho mal y cómo se puede trabajar mejor, y ha dicho compartir con Giammattei "el fracaso del sistema Covax". Recordó que desde República Dominicana solicitaron un acuerdo con las patentes de las farmacéuticas para poder producir en el país vacunas y abastecer a otros países, y añadió: "Entendemos que los países quieran vacunar a los suyos primero", pero ha insistido en dar la oportunidad a otros para poder producir vacunas.
Un hecho que ha confirmado la gravedad del estado de Covax ha sido la no entrega de 5 millones de vacunas a Venezuela, aunque el pago de 120 millones de dólares fue realizado íntegramente por parte del gobierno nacional.
Como lo anunció el 10 de junio pasado la vicepresidenta ejecutiva de la República, Delcy Rodríguez, han sido bloqueados y están "bajo investigación" los cuatro últimos pagos del gobierno venezolano a Covax para adquirir las vacunas contra la covid-19 y seguir el proceso de inmunización en el país.
La vicepresidenta ejecutiva de Venezuela, Delcy Rodríguez, denunció que fueron bloqueados cuatro de los doce pagos que el Gobierno Bolivariano hizo al mecanismo COVAX para comprar las vacunas de Johnson & Johnson y NOVAVAX https://t.co/NOocFVD3kg
— MV (@Mision_Verdad) June 11, 2021
Se trata de 10 millones de dólares bloqueados por el Banco UBS que acata las medidas coercitivas unilaterales de Estados Unidos contra el país.
La Organización Panamericana de la Salud (OPS) anunció el 9 de junio que los procesos de asignación o disponibilidad de vacunas de Covax para Venezuela "están en marcha", pero al país aún le faltarían 10 millones de dólares para completar el pago al mecanismo.
"Hasta este momento no tenemos confirmación que el pago se haya completado. Todavía hay un balance de 10 millones de dólares y esperamos que la decisión del mecanismo Covax sea favorable para la población venezolana y todos los países de la región. Esa decisión estará vinculada a otros procesos internos", dijo el director de Emergencias de Salud de la OPS, Ciro Ugarte.
Venezuela había solicitado 5 millones de dosis de la vacuna Janssen (Johnson & Johnson) a Covax. Aun cuando los fondos están siendo bloqueados por la influencia de Estados Unidos y el antichavismo, el mecanismo no ha accedido a despachar los fármacos.
"Que nos devuelvan el dinero y con eso compramos las vacunas a Rusia, China, a Cuba o a quien corresponda", manifestó el canciller venezolano Jorge Arreaza desde el Club Internacional de Discusiones Valdai, en Moscú.
Reiteró cómo alrededor de 6 mil millones de dólares siguen bloqueados, impidiendo al país adquirir medicamentos e insumos para combatir la pandemia.
"Hemos sufrido mucho como pueblo gracias a las medidas coercitivas unilaterales (...) No solo sufren los empresarios y sus trabajadores, sufren los 30 millones de venezolanos el desabastecimiento, la falta de medicamentos. Ha sido un castigo colectivo", acotó.
Ante un reto histórico como el que enfrenta la humanidad en medio de la pandemia global, el mecanismo Covax es solo un ángulo del problema, se requieren sistemas de salud robustos y enfocados en una visión no mercantilizada de la salud. Sin embargo, la consolidación del mencionado mecanismo es vital para superar el escollo de segundas y hasta terceras olas de la pandemia en países pobres.
Su fracaso sería el fracaso de la especie humana, también de una configuración del sistema de Estados embestido continuamente por tensiones y pretensiones imperiales y (neo)coloniales de control y dominio unipolar.