Jue. 14 Agosto 2025 Actualizado 2:03 pm

Trump ahora dedica los embates arancelarios contra India

Trump ahora dedica los embates arancelarios contra India (Foto: Alex Brandon / AP Photo)

Trump lanza un búmeran arancelario a la India

En las últimas semanas, Washington ha intensificado su presión sobre Nueva Delhi con una estrategia que combina sanciones implícitas y medidas arancelarias sin precedentes, enmarcadas en el estilo de "negociación bajo presión" que caracteriza el segundo mandato presidencial de Donald Trump.

La reciente imposición de un arancel de 50% sobre las exportaciones indias, duplicando la tasa ya elevada del 25% vigente desde el 1 de agosto de 2025, ha puesto a la India en el centro de una maniobra geoeconómica que trasciende el espectro comercial.

El anuncio de la medida, efectuado el 6 de agosto, ocurre a escasas semanas de la reunión entre Trump y el presidente de Rusia, Vladimir Putin, en Alaska.

Este hecho no es ajeno a la medida arancelaria contra India, pues ese país es el tercer mayor consumidor de petróleo del mundo, y ha incrementado de forma sostenida sus compras de crudo ruso en medio de la crisis ucraniana y sanciones ilegales, absorbiendo entre 1,75 y 2 millones de barriles diarios (b/d) en el primer semestre de 2025, lo que representa aproximadamente un 36% de sus importaciones totales.

Trump ha justificado los aranceles como un intento de recortar los ingresos de Moscú y "forzar" un alto el fuego.

Claves de la Orden Ejecutiva

La escalada arancelaria quedó formalizada a través de la Orden Ejecutiva firmada el 31 de julio, mediante la cual Trump actualizó las disposiciones de la Ley de Poderes Económicos de Emergencia Internacional (IEEPA, sus siglas en inglés) para extender su alcance a las importaciones procedentes de India.

Con esto, se ampara en la misma figura jurídica que, desde 2022, prohíbe a Estados Unidos la importación de recursos energéticos rusos. La Casa Blanca incorporó una cláusula específica dirigida a penalizar a Nueva Delhi por sus adquisiciones de petróleo y equipo militar de origen ruso.

La medida establece que, a partir del 26 de agosto, los productos indios ingresados para consumo en el mercado estadounidense estarán sujetos a un arancel adicional de 25%, que se sumará al 25% previamente anunciado el 31 de julio.

En la práctica, esto significa un arancel mínimo acumulado de 50%, uno de los más altos impuestos por Washington a un socio comercial en tiempos recientes. Si bien se introducen exenciones puntuales, como la exclusión temporal para mercancías ya embarcadas antes de la fecha de entrada en vigor o para sectores cubiertos por la Ley de Expansión Comercial de 1962, como acero, aluminio, automóviles y cobre, el núcleo de la Orden apunta de forma directa a las exportaciones más dinámicas de la India, desde manufacturas y textiles hasta productos agrícolas procesados.

Las condiciones son particularmente gravosas porque el arancel adicional se acumula sobre cualquier otro gravamen vigente, multiplicando el impacto real en la cadena de valor.

Se trata de un uso expansivo de la IEEPA que transforma un marco de "emergencia" en un instrumento de presión comercial dirigido a un socio con una economía en auge.

Aunque el calendario de aplicación, previsto para el 27 de agosto, ofrece un margen de negociación bilateral, la naturaleza de la medida sugiere que su finalidad inmediata es condicionar las decisiones energéticas de la India y, en última instancia, disuadir a otros países de sostener vínculos comerciales con Rusia.

Los aranceles se dirigen a un país estratégico

Narendra Modi fue el cuarto líder mundial en visitar Washington tras la investidura de Trump, y ambos mandatarios anunciaron en aquella ocasión las ventas militares estadounidenses a la India que incluían aviones F-35, junto con un aumento de las exportaciones de petróleo y gas para reducir el déficit comercial. De hecho, acordaron negociar un acuerdo comercial, donde Nueva Delhi ofreció aumentar sus compras de productos estadounidenses con el objetivo de duplicar el comercio bilateral a 500 mil millones de dólares para 2030.

Sin embargo, ese esperado acuerdo comercial nunca llegó a concretarse debido a que hubo resistencias a las propuestas hechas por la administración Trump.

Y, luego, la relación se tensó aún más con los mensajes del presidente estadounidense en redes sociales calificando a la India de "economía muerta" y amenazando con un arancel de 200% a las importaciones farmacéuticas, un golpe directo a uno de los pilares de las exportaciones indias.

Por otro lado, sobre el petróleo ruso, Trump declaró que "me da igual lo que haga India con Rusia". Estas declaraciones se produjeron en vísperas de la visita de un equipo comercial estadounidense a Nueva Delhi, prevista para el 25 de agosto, con el fin de discutir la propuesta de un acuerdo comercial bilateral.

Es oportuno indicar que la compra de crudo ruso con descuento realmente se convirtió en otro frente de fricción, de acuerdo a algunas agencias de comunicación. El gobierno indio sostiene que las compras de este recurso han contribuido a estabilizar los precios globales de la energía y que su relación con Moscú no implica respaldo al conflicto ucraniano.

Estados Unidos es el principal destino de exportación de la India, absorbiendo el 18% de sus ventas externas, más de 86 mil 500 millones de dólares anuales, pero la dependencia no es unidireccional.

La economía estadounidense, aunque ejerce un dominio sobre el sistema financiero internacional y la arquitectura de pagos global, se abastece de forma crítica de la capacidad productiva india.

Sectores como los textiles, las gemas, las manufacturas ligeras, los insumos industriales y los productos farmacéuticos dependen en gran medida de la oferta india, que en varios rubros supera en volumen la producción total de Estados Unidos. El sector industrial de India representa alrededor de 26,6% del PIB, frente a 18% en Estados Unidos, y la manufactura también representa una mayor proporción del PIB. Esto apunta a un aparato productivo en rápida expansión.

La firma Nomura ha advertido que un arancel combinado de 50% operaría como un embargo encubierto sobre buena parte de los bienes indios, pero ese mismo golpe se traduciría en una contracción de disponibilidad y encarecimiento de insumos clave para la industria estadounidense, desde las cadenas textiles y joyería hasta la producción de medicamentos genéricos, donde India aporta cerca de 40% del suministro utilizado en el mercado norteamericano.

En términos estratégicos, mientras Estados Unidos controla el "nodo financiero" del comercio global, India controla un "nodo productivo" irremplazable en el corto plazo.

Romper o debilitar estos flujos significaría no solo perder acceso a un mercado de más de 1.400 millones de consumidores, sino también encarecer y ralentizar la actividad manufacturera estadounidense, minando su competitividad internacional en cuestión de meses.

Aun con la tensión acumulada, la experiencia de Trump como empresario sugiere que la ofensiva arancelaria contra India responde a un patrón calculado de "negociación por choque inicial", que en principio, se trata de mostrar fuerza y elevar el costo de la inacción para forzar a la contraparte a sentarse a la mesa en una "posición más débil".

En su trayectoria empresarial y política, Trump ha aplicado con frecuencia esta táctica de abrir con amenazas y sanciones máximas para luego moderar las exigencias en la fase de negociación, presentando el resultado final como una concesión obtenida gracias a su dureza inicial.

En el caso indio, el margen de 21 días antes de la entrada en vigor plena del arancel de 50% no es casual; funciona como ventana de presión para lograr compromisos puntuales en temas que interesan a Washington, desde acceso a mercados agrícolas hasta compras de armamento estadounidense.

No obstante, la robustez de la economía india, su creciente peso geopolítico y su papel como contrapeso regional a China limitan el margen real de coerción.

En última instancia, lo más probable es que, tras semanas de retórica agresiva, ambas partes terminen alcanzando un entendimiento que preserve los flujos comerciales y permita a Trump vender internamente la imagen de un acuerdo ventajoso. India, por su parte, mantendrá su autonomía estratégica y reforzará su posición como actor imprescindible en el auge económico global.

— Somos un grupo de investigadores independientes dedicados a analizar el proceso de guerra contra Venezuela y sus implicaciones globales. Desde el principio nuestro contenido ha sido de libre uso. Dependemos de donaciones y colaboraciones para sostener este proyecto, si deseas contribuir con Misión Verdad puedes hacerlo aquí<