Vie. 26 Abril 2024 Actualizado 1:14 pm

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Se afirma consenso nacional e internacional contra el bloqueo estadounidense (Foto: Federico Parra / AFP)
En lo nacional y lo internacional

Dos reveses estratégicos contra el bloqueo sobre Venezuela

En el último tiempo se han venido sumando voces de rechazo al bloqueo estadounidense contra Venezuela desde una variada gama de actores políticos e institucionales. Esta situación implica un giro con respecto a años anteriores, cuando el bloqueo contaba con una amplia tracción de figuras y vocerías internacionales.

La combinación de efectos devastadores sobre la economía nacional por las medidas coercitivas unilaterales y la asertiva política de denuncia internacional del Gobierno bolivariano ha producido este cambio de escenario.

El marco de justificación del bloqueo, su narrativa revestida como un instrumento para "recuperar la democracia" se ha erosionado, abriendo paso a un rechazo frontal a las sanciones que continúa expandiéndose.

Este giro también responde a un cálculo político básico: el bloqueo ha roto el umbral de la violación masiva de los derechos humanos del pueblo venezolano, lo que convierte a sus cómplices y promotores en responsables directos o indirectos de crímenes de lesa humanidad.

En este marco, muchos actores políticos nacionales e internacionales han decidido dar dos pasos hacia atrás para enmarcarse fuera del área de acusación. La resistencia venezolana lo ha hecho posible.

Quiénes han alzado su voz en el exterior

Agosto del año pasado fue un mes muy activo en el que se desarrolló una campaña mundial de rechazo al bloqueo, donde organizaciones de más de 50 países expresaron su rechazo al uso de las sanciones para precipitar un cambio forzado de gobierno en Venezuela.

El ALBA-TCP condenó el bloqueo estadounidense, respondiendo rápidamente a la campaña venezolana: "Los países de la ALBA-TCP condenan el embargo económico anunciado por Washington contra el pueblo venezolano y exigen que, como parte del respeto del Derecho Internacional y de la Carta de la ONU, se derogue toda sanción unilateral establecida".

Cabe resaltar que anteriormente, en julio de 2019, el Consejo de Derechos Humanos de la ONU había emitido una resolución de condena al bloqueo contra Venezuela, la cual tuvo 28 votos a favor.

En agosto de 2019, la Alta Comisionada de Naciones Unidas para los Derechos Humanos, Michelle Bachelet, se posicionó contra las sanciones estadounidenses: "Las sanciones unilaterales con efectos amplios pueden terminar afectando negativamente los derechos fundamentales de las personas, incluyendo sus derechos económicos (…) Temo que tengan implicaciones mayores en los derechos a la salud y a la alimentación".

Ese mismo mes la secretaria ejecutiva de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe de la Organización de las Naciones Unidas (Cepal-ONU), Alicia Bárcena, también cuestionó el uso de medidas coercitivas unilaterales contra Venezuela, debido a su grave impacto humanitario y al desarrollo económico de la nación.

En marzo de este año, 11 senadores del Partido Demócrata de Estados Unidos emitieron una carta dirigida al secretario del Tesoro, Steven Mnuchin, y al de Estado, Mike Pompeo, para exigir la suspensión de las sanciones contra Venezuela e Irán: "A medida que estos países luchan por responder a sus crisis de salud doméstica, las sanciones de los Estados Unidos están obstaculizando el flujo libre de suministros médicos y humanitarios que se necesitan desesperadamente".

Ya en julio de este año, el canciller argentino Felipe Solá expresó que "Estados Unidos quiere que aprobemos las sanciones y los bloqueos (…) Estamos en contra de los bloqueos y las sanciones".

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Felipe Solá es el canciller de la República Argentina (Foto: La Nación)

En diciembre de 2019, el senador republicano del estado de Virginia, Richard Black, aseveró que el bloqueo debía ser suspendido por los efectos negativos que estaba produciendo sobre la economía y población venezolanas:

"No es mi Gobierno y no me corresponde a mí ni a ningún estadounidense determinar cómo los venezolanos deben manejar sus asuntos (…) «Desmonetizamos su moneda y, a través del sistema bancario internacional, hicimos que la moneda venezolana careciera de valor y luego vamos y decimos: ‘Miren lo malo que es este Gobierno, su moneda no vale nada’. Bueno, no fueron ellos, fuimos nosotros quienes hicimos inútil su moneda (…) no pueden alimentar a su gente’ (...) no pueden alimentar a su gente porque les hemos cortado todo fuente de ingresos. Por lo tanto, todo se ha hecho muy mal”.

Queda así demostrado que una campaña de denuncia a gran escala como la hecha por el Gobierno bolivariano para rechazar el bloqueo tuvo respuestas positivas en el apoyo a su reclamo. De todas maneras, era importante posicionar el tema en la arena internacional, proponiendo la discusión sobre los crímenes de lesa humanidad que comete Washington todos los días contra la población venezolana en las diferentes instancias de la ONU. Una visibilización que ha traído frutos para lograr consensos en el plano nacional.

La aparición de una oposición política

El concierto político se está reorganizando en Venezuela, luego de cuatro años de caos y disputa institucional en el que la oposición venezolana fue tomada por los sectores más antinacionales con el fin de aplicar una estrategia de "cambio de régimen" que ha desembocado en el bloqueo y las amenazas de intervención militar al país.

Aquellos sectores relegaron de la agenda mediática a otros que, siendo antichavistas, también desean participar de la arena política y no en conspiraciones abiertas o secretas para derrocar al gobierno constitucional del presidente Nicolás Maduro.

De hecho, el fracaso estrepitoso del "plan Guaidó" provocó que sectores moderados, entre otros, en la oposición se deslindaran de la estrategia estadounidense y comenzaran a posicionarse como otra opción política no chavista o de izquierda en Venezuela.

Esto conllevaría a un desesestancamiento del escenario actual mientras las elecciones parlamentarias se acercan con el fin de regularizar las gestiones institucionales del poder legislativo.

Entre los sectores de oposición que decidieron hacer política en el marco constitucional de Venezuela se encuentran algunos viejos nombres, así como nuevos actores que aprovecharon llenar el vacío dejado por quienes lideraron la extinta Mesa de Unidad Democrática (MUD).

Caras viejas

Henrique Capriles Radonski es uno de los principales políticos antichavistas que se han posicionado en contra del bloqueo y la intervención extranjera. Esta postura parece no ser una casualidad, sino un hecho que se ha venido construyendo con el tiempo.

En 2013, Capriles no reconoció los resultados de las elecciones que dieron el triunfo a Nicolás Maduro y convocó a protestas que dejaron un saldo de nueve muertos, sedes del PSUV vandalizadas y quemadas, amedrentamiento a militantes y dirigentes chavistas y diversos actos de violencia.

Sin embargo, Capriles se mostró crítico de la estrategia de Leopoldo López, María Corina Machado y Antonio Ledezma llamada "La Salida", que consistía en una revolución de color violenta con poca efectividad. Dicha estrategia fue repetida en 2017 y vuelta a criticar por el ex gobernador de Miranda.

Capriles fue inhabilitado para ejercer cualquier cargo público por un período de 15 años por parte de la Contraloría General de la República en 2017, luego de que se demostraran irregularidades en partidas presupuestarias del año 2011, 2012 y 2013.

Aunque con poca popularidad, Capriles se ha apartado de la coalición apoyada de manera abierta por Estados Unidos para presentarse como una figura de liderazgo político, aunque ello divida sin remedio a la oposición venezolana (en la práctica, ya que la unidad del antichavismo es un fetiche del discurso).

Podría afirmarse que Capriles está promoviendo una "tercera vía", para aquellos que no se pliegan a los dictámenes de Guaidó y toda su estructura

"política" de apoyo. Está viendo la oportunidad de entrar en la escena política venezolana como una opción más moderada, menos pro-violencia, menos anti-política y sumada al "juego de la democracia".

La historia de Henri Falcón no se parece a la de Capriles, ya que siempre estuvo en el lado de la política, aun siendo un férreo opositor a los gobiernos de Hugo Chávez y Nicolás Maduro .

Desde que pasara de un bando político a otro del Partido Socialista Unido de Venezuela y Patria Para Todos a la llamada MUD, para luego apartarse de esa coalición y liderar Avanzada Progresista, fundado en 2012, ha sido una de las principales alternativas para la base antichavista que no caminaba con los partidos opositores más votados.

Gobernador del estado Lara en dos oportunidades seguidas (2008-2017), sin embargo, siempre estuvo en contacto con otros líderes antichavistas como Henrique Capriles, de cuya campaña presidencial en 2013 fue jefe, y los empresarios de Fedecámaras, con quienes coludía para alimentar su política económica en el estado que gobernó.

Perdió las elecciones regionales en 2017 contra Carmen Meléndez (hoy ministra de Interior, Justicia y Paz) y fue el principal candidato opositor contra el presidente Nicolás Maduro en los comicios presidenciales de 2018, victoria reconocida por el mismo Falcón.

Este político también ha abogado por intentar consolidar una salida electoral frente a las agendas de violencia que los sectores antinacionales financian y empujan en las calles de Venezuela, insistiendo en todas sus participaciones mediáticas que "la solución está en las urnas".

Stalin González es quizás uno de los perfiles más escurridizos del liderazgo opositor. Surgió de la camada de líderes estudiantiles que intentaron dar con una revolución de color en 2007 (fin de la concesión a RCTV) sin el menor éxito y logró una curul por Caracas en 2010 hasta la actualidad en la Asamblea Nacional.

De hecho, fue el segundo vicepresidente de la Asamblea Nacional en desacato en 2019 hasta 2020, acompañando a Juan Guaidó & Cía en sus planes de golpe y caos institucional.

Pero dio una sorpresa a muchos en el bando opositor cuando apareció junto a Henrique Capriles para rechazar la estrategia del bloqueo y la intervención de los sectores antinacionales de la oposición venezolana, defender las mesas de diálogo y negociación con el Gobierno del presidente Nicolás Maduro y valorar positivamente la agenda electoral como vía democrática.

Pareciera que González quiere hacer carrera política en Venezuela con otro partido, quizás uno que le sirva a sus fines e intereses, ya que él mismo se deslindó de Un Nuevo Tiempo, afirmando en una carta que se hizo pública que respetaba la posición de esa tolda sobre los comicios (a los que decidió no participar para seguir la rutina del fracasado "plan Guaidó"), pero donde dejó claro que no la comparte.

Aunque carece de popularidad, su deslinde público de la estrategia de Estados Unidos parece que será caminado junto a Capriles.

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Stalin González, Juan Guaidó y Henrique Capriles (Foto: En Breves)

OTROS ACTORES DE IMPORTANCIA

Luego de que el Tribunal Supremo de Justicia (TSJ) destrabara las demandas jurídicas hechas por militantes de algunos partidos "tradicionales" de oposición para que fueran intervenidos, se conformaron juntas ad hoc que dieron el poder a otros sectores de esos mismos partidos que sí querían ir a elecciones.

"La rebelión de los suplentes" de finales del 2019 en la Asamblea Nacional en desacato, que puso en la presidencia del parlamento a José Brito (Primero Justicia) en enero de 2020, fue el aliciente para que estos sectores tomaran el poder de sus partidos y así participar de la vida política y electoral del país.

Posteriormente, un grupo de partidos políticos unidos en la Alianza Democrática inscribieron sus candidatos para las elecciones legislativas del 6 de diciembre próximo. Se trata del Comité de Organización Política Electoral Independiente (Copei), Avanzada Progresista, Cambiemos, Esperanza por el Cambio y Acción Democrática (AD).

Los nuevos liderazgos de esos partidos serán los próximos en dar la cara no solo en la campaña, sino a largo plazo en el escenario político venezolano. Es muy probable que ya no volvamos a ver a Henry Ramos Allup sentado en una curul del hemiciclo legislativo.

Por otro lado, se debe mencionar que la Conferencia Episcopal Venezolana llamó a participar en las próximas elecciones legislativas, un cambio de posición tomando en cuenta que la Iglesia en Venezuela históricamente ha estado con las agendas golpistas desde la llegada de la Revolución Bolivariana.

Conclusiones de dos reveses

El bloqueo es un arma económica contra Venezuela, la cual se ha usado de manera indiscriminada contra la población. No se detiene en afinidades políticas e ideológicas. Nos afecta a todos por igual. Esto queda claro bajo los efectos de las sanciones.

La batalla por la derrota definitiva del bloqueo económico de Estados Unidos marca, entonces, nuestro destino como nación. Es la principal batalla que tenemos los venezolanos para conquistar un futuro de paz, reconciliación y bienestar colectivo.

Sin duda, la victoria en la Asamblea Nacional es estratégica para acompañar la demanda introducida en la Corte Penal Internacional por parte del Estado venezolano contra los responsables del bloqueo económico, residenciados en Washington.

La victoria en la Asamblea Nacional será también estratégica para fortalecer los acuerdos de cooperación para enfrentar al bloqueo, un aspecto clave de esta batalla y que es una de las tareas titánicas del nuevo ciclo parlamentario.  La victoria en la AN es un paso estratégico en la confraofensiva nacional e institucional contra el bloqueo.

Esto suma al rechazo mundial contra las sanciones proveniente de importantes instituciones y figuras internacionales. La resistencia heroica del pueblo venezolano  ha develado los verdaderos intereses del bloqueo estadounidense ante el escenario global.

Un triunfo contundente en las elecciones parlamentarias del 6 de diciembre le permitiría a las fuerzas patrióticas y nacionalistas del Bloque Histórico impulsar la presión internacional contra el bloqueo de Estados Unidos.

La resistencia del pueblo venezolano ha permitido conquistar espacios de influencia en la ONU y también en Estados Unidos en contra las sanciones unilaterales.

La voz del país que resiste tiene una importante resonancia fronteras afuera, y potenciarla todavía más depende de un triunfo de los actores nacionalistas en la Asamblea Nacional.

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