Venezuela respondió a la decisión unilateral de Brasil de reabrir parcialmente la frontera terrestre entre ambos países. El canciller Jorge Arreaza reiteró que no hubo contacto entre el Estado brasileño y las autoridades de su país y, por ello, exigen negociaciones para actuar con reciprocidad y abrir el paso fronterizo del lado venezolano.
"Lo único que le estamos pidiendo a Colombia y Brasil es una mínima coordinación. No se trata de abrir la frontera solo para abrirla, después de más de un año cerrada. Queremos establecer una apertura gradual, por sectores, con un protocolo de bioseguridad", afirmó Arreaza en una entrevista reseña por Brasil de Fato.
Hace una semana, el Ministerio de Asuntos Civiles publicó la ordenanza 655, que autoriza el ingreso diario de 50 venezolanos por vía terrestre.
Las fronteras entre los dos países están cerradas desde el 18 de marzo de 2020. Brasil fue el primero en anunciar el cierre como medida para "prevenir el contagio del covid-19". En respuesta, Venezuela hizo lo mismo poco después.
Aunque la nueva medida es solo una relajación y, a efectos legales, la frontera permanece oficialmente cerrada, en la práctica ya se permite el tránsito limitado de mercancías a ambos países. Y ahora el ingreso diario de venezolanos al territorio brasileño.
La Casa Civil no consultó a la misión diplomática oficial de Venezuela en Brasilia, ni al Ministerio de Relaciones Exteriores, a cargo de Arreaza.
"Sabemos que no tenemos Itamaraty. Parece mentira, el gobierno federal brasileño asume una posición casi primitiva. Al menos con el gobernador de Roraima, con las fuerzas armadas y la policía, debemos coordinar para que esta apertura, cuando pase, sea de la mejor manera", defendió el canciller venezolana.
Según datos del Ministerio de Industria y Comercio, en 2018 Brasil exportó productos a Venezuela por US $ 576,9 millones. El superávit en el mismo año fue de US $ 406 millones en la balanza comercial a favor de Brasil.
"Tenemos un inmenso polo de desarrollo industrial en el estado de Bolívar y Brasil también tiene un polo industrial en ciudades como Manaus y podríamos complementar nuestra economía", argumenta Arreaza.
Otro aspecto de la relación entre los dos países es el tema energético. Alrededor del 80% del estado de Roraima es abastecido por el sistema eléctrico venezolano y fue afectado por los apagones durante el mes de marzo de 2019.
Se activaron cinco plantas termoeléctricas para garantizar el suministro de energía eléctrica en Roraima, luego de que Venezuela interrumpiera el suministro de energía al estado. Aproximadamente 1 millón de litros de gasoil se gastan por día para mantener el suministro en el estado.
En 2019, la frontera estuvo cerrada por 75 días, lo que representó una pérdida estimada de 54,8 millones de dólares para Brasil.
Tomado de Brasil de Fato.