Mar. 11 Febrero 2025 Actualizado ayer a las 10:31 pm

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¿Y los esclavos dejaremos de añorar ser dueños, para ser nosotros en lo distinto? (Foto: El Cayapo)

Entre juventudes y borregos

Todo el mundo dice tener ovarios y testículos para combatir y dar la vida por la patria o por la revolución que sea, pero ¿para pensar fuera de la costumbre?

Chávez convirtió la vida en una contradicción saludable, en esta mina dominada por el capitalismo por más de quinientos años. Él nos ubicó en la realidad brutal de que no teníamos futuro, que nos lo habían robado, que para las nuevas generaciones había que pensarlo, experimentarlo, construirlo, desde sus simientes. En adelante, nadie puede ser indiferente o se remacha el presente con su pesado y miserable fardo el pasado, o asumimos la contradicción de ser el presente y la posibilidad de pensar el futuro donde no podremos habitar. Chávez, al consagrarse, nos dio el ejemplo. No hay más opciones.

¿Puede y debe la juventud entender su contradicción como esclavo colectivo y proponerse a pensar otra opción? La juventud debe asumir el reto de pensar, experimentar y construir un país que sustituya la condición de mina en la que somos esclavizados.

Pero antes, la juventud debe entrar a definirse en el marco de la contradicción, la juventud debe mirarse según la demagogia de los empresarios y los políticos o la juventud según la juventud. ¿Quién es, quién decide ser hacia el futuro, cuál su orgullo, cuál su pertenencia, cuál su ser intrínseco? ¿Existe acaso una propuesta, una idea, que sustente un hacer, sostenido como generación actual, asumiendo la construcción del futuro, en qué espejo se están mirando, qué copian, a quién imitan, a quién siguen? ¿Desde la juventud acaso se ha producido o se está produciendo un pensamiento-hacer en contradicción, que nos indique hacia dónde ir, cómo salir del atolladero en que nos ha sumergido el capitalismo en su fase imperial, dominando al planeta? ¿Podrá salir la juventud del marasmo consumista y asumirse como dirigente de una especie en contradicción, intentando superar su condición de esclavitud?

Todas estas interrogantes se nos agolpan en el cuerpo entero, cuando el presidente Maduro habla de un proyecto de la juventud y para la juventud, ¿es acaso la juventud un ente aparte de la especie o un objeto al molde de la demagogia política empresarial que los mantiene drogados en la sobredosis del consumo permanente? ¿Es la juventud un todo monolítico o hay jóvenes esclavos y jóvenes ricos? Y de ser así, ¿a qué obedecen cada uno de ellos?

Nosotros tenemos como ejemplo exitoso la acción de aquellos jóvenes del 4 de febrero, hoy gente madura, que arriesgó la vida por sus sueños, responsablemente están intentando sostener con su constancia lo que una vez imaginaron como jóvenes. Ellos señalaron un camino, despertaron la contradicción. ¿Cuál contradicción asumirán los jóvenes de hoy, entendiendo los bandos, los intereses, lo individual, lo colectivo, la especie como forma de la vida, el futuro?

Cuando nos referimos a la juventud, ¿nos referimos acaso a ese animal en plena capacidad energética, fácil de esclavizar por su miedo, hambre e ignorancia, usado por las elites para mantener su poder sobre la vida, añorando ser dueños? ¿O describimos a seres energéticos, fuera de la costumbre consumista, fuera de la drogadicción impuesta por el modo de producción y la cultura existente, seres cuyos cerebros se entienden en su propio tiempo como nacidos para vivir sin la esclavitud, seres que se asumen parte de la vida, parte de un cuerpo, forma colectiva de la vida, a la cual se deben y por la cual están obligados a pensar para mantenerla vigorosa? Porque es de su fuerza que cada uno de nosotros existe: seres que entienden la necesidad de crear otra forma de existencia, que no sea darle continuidad a la miseria de la guerra y sus derivados, para mantener a pequeñas elites dominando a la vida en general, seres con vergüenza y orgullo, con los que cada vez la vida se renueva como existencia. Esa contradicción debemos dirimirla y en función de ella tomar decisiones.

Parafraseando al presidente Maduro: ¿Podrán los jóvenes esclavos asumir el reto de afinar los sueños comunes, los planes comunes y seguir construyendo con sus propias manos, su propio esfuerzo, su propia inteligencia, la casa común, laborando, sembrando, cosechando? ¿O se quedarán pegados en el chiquero consumista que diariamente les ofrece la sociedad del consumismo nervioso, enfermo, como el reto del TikTok, que los conduce al suicidio colectivo por el aplauso insulso, que de inmediato los abandona en mayor soledad enfermiza, o se quedarán pegados en su individualismo egoísta, que no permite comprender que no somos solos, sino parte integral de la vida, es decir el todo?

Para reforzar estas ideas, consideramos pertinente traer a su lectura, con nuevas correcciones, parte del artículo "Como papagayo sin rabo" publicado en Misión Verdad el 20 de septiembre de 2024, con motivo de los sucesos terroristas promovidos durante julio y agosto del mismo año.

"No debemos escribir para los jóvenes como seres borregos a los que se les mastican las ideas, sino para personas pensantes, que les guste usar el cerebro no solo para consumir sino para retarse, para interrogarse en colectivo, sintiéndose perteneciente a un cuerpo maravilloso que es la especie. ¿Quiénes somos, qué hacemos, qué debemos hacer en este territorio, qué es verdad, qué es realidad, qué es ilusión, qué es espejismo, quién nos controla, cuáles sus intereses? Que se puedan analizar desde diversas aristas fuera de la burbuja de consumo en que nos mantiene el capitalismo. Gente que pueda cuestionarse su condición de esclavo y vincular cada pregunta a producción, economía, historia, geografía, ingeniería, arte, siembra, comida, calzado, vestido, territorio, dónde habitamos, porque todos son temas por estudiar para un diseño político de país, entendiendo que nada puede escapar a la política.

"El trillado discurso y la gran campaña dirigida fundamentalmente a los jóvenes, vendiéndole la idea de que la política desprestigiada, sin ninguna importancia, fastidiosa, molesta, sin interés, sin incentivos trascendentes, es algo que se debe rechazar y no aceptar, ha dado grandes resultados a los dueños del gran capital financiero-especulativo, quienes llevando adelante su política bien orquestada por todos los medios de difusión de propaganda y desinformación ahora fusionados en las redes. La política de los dueños les genera grandes dividendos, insuflando en los jóvenes la idea del consumo. Mientras los jóvenes sufren de consumismo extremado, zombificados, estacionados en el presente como ratones de laboratorios, negándose como seres vivos, a usar la política como una herramienta cotidiana que, dependiendo de los intereses ya sea de los dueños, o de los esclavos en contradicción, puede generar soluciones.

"Ellos saben que si los jóvenes esclavos se incorporan a la política, teniendo claro sus intereses, eso significaría un gran revés para su política, y si alguien sabe de política y la practican son los dueños. Ellos saben cómo disciplinar para el trabajo, el cuartel, la iglesia o los conciertos, para hacer consumir todo lo que producen y ofrecen las redes. Si el sistema disciplina a los chamos para eso, imaginémonos a esos chamos disciplinados en la política y véamelos desde el otro punto de vista el papel que han jugado gente como Chávez, como Maduro, como Diosdado, como los Rodríguez, la mayoría de la dirección política nuestra, descendiente directa de esclavos, y mira a lo que se han enfrentado y lo que han construido y lo que nos han evitado durante estos largos años de guerra en este país, haciendo política, realmente política, política de la grande, no política de la rapiña, no la política del político tradicional.

"Una pregunta que se nos hace vital en medio del combate: ¿Los jóvenes se están preparando para los nuevos tiempos, en donde hay que crear la nueva cultura, la original, la distinta, que nazca de estas contradicciones en las que nos encontramos los esclavos, que nazca de las ideas por crear, y no de las anquilosadas consignas o panfletos ya cadáveres, o solo anhelan ser diputados, concejales, alcaldes, gobernadores, presidentes, administradores, burócratas, tecnócratas, en fin, simples regentes del Estado burgués reformulado, o aspiran desde su mullido confort en donde manejan el consumo de las redes a ser chantajistas y pedigüeños, o propulsores de egos de jefes mediocres que se conformarán con los aplausos y alabanzas de los prosélitos, o solo se conformarán con ser mosqueteros de los empresarios y políticos que dirigen el poder, y no hablamos del Estado, hablamos del poder en manos de los empresarios?

"Imaginemos que se preste atención a esta interrogante y entonces prestarle atención a la inversión en formación política de la mayoría de los jóvenes esclavos, en distintas ramas, que desarrollen la política y sobre todo la política que crea, que sustituye, que se piensa a diario en su dinámica, en su dialéctica, que asuma a los distintos oficios, sea en la cibernética, sea en la propaganda, sea en la carpintería, en la agricultura, sobre todo en la agricultura, en la siembra, en la cría; en ingeniería, en arquitectura, en la construcción. Que se formen los jóvenes con conocimiento de causa de por qué hacen lo que hacen, quién es él, para qué existe, con visión política de lo que representa cada oficio y cada profesión en función de la construcción de otra cultura que sustituya a la actual mina en que el capital, de acuerdo con sus intereses, ha convertido al territorio, jóvenes capaces de diseñar políticas originales para proyectos originales en donde la imitación, la copia, se sientan como rémoras del pasado, políticas que obedezcan a conceptos y premisas definidas en función del cómo se concibe el futuro por esos mismos jóvenes.

"Un ejemplo: las universidades fueron diseñadas por Occidente para imponer su política del conocimiento, la captación del conocimiento y la transmisión del conocimiento. Todas están instrumentalizadas, diseñadas, única y exclusivamente para captar específicamente a los que tienen que captar para su política, y de ahí salen los que van para demócratas, republicanos, de ahí salen los que van a seguir sosteniendo el sistema, ya sea como científicos, artistas, filósofos, profesores, ingenieros, médicos, los que van a mandar a los que barren. Ahí sale todo eso, esa es una política. ¿Cuál es la nuestra como esclavos en contradicción y para cuando se construya la cultura distinta?

"Porque eso nos pondría entonces a conversar qué significa hacer política, porque si la política es ese arte maravilloso que hasta ahora ha sido usado por el poder para cometer barbaridades, grandes crímenes en la historia, si la política ha servido para eso, si la política ha usado incluso métodos como "el fin justifica los medios", que es un método criminal, donde todo se vale, no importa cuánto asesine, cuánto robe, cuánto destruya, con tal y yo logre mi objetivo; pero si los jóvenes esclavos desarrollaran políticas en función de no robar, asesinar, destruir, sino de construir, de formar, de crear, de inventar, entonces estaríamos hablando de dos diseños políticos radicalmente distintos, dos tácticas y dos estrategias distintas, que tienen que ver con dos objetivos y planes distintos, y perfectamente los jóvenes pueden afiliarse a eso.

"Al final, si la burguesía logra convencer a sus jóvenes que no anden por ahí dando la patica con la droga, que dejen de andar mariconiando en las discotecas, porque entienden que está en peligro sus intereses, bueno, los esclavos tenemos que entender que nosotros no tenemos más interés que amputar las cadenas, pero además de eso, de cortarnos las cadenas nosotros mismos, podemos construir un país y un pueblo en este territorio que se acepte, que se valore, que se quiera a sí mismo, pero hay que invertir en eso y no con panfletos, no con consignismos, no con viejos libros, porque ya para los tiempos que se avecinan no sirven los viejos libros a menos que necesitemos estudiar el pasado. Los jóvenes debemos estudiar en el gran libro de la realidad las clases, el sistema de producción, las ideologías, los medios de control y sometimiento, los instrumentos políticos e ideológicos, que hacen posible que los jóvenes esclavos se afilien a la ilusión de que pueden ser burgueses.

"No podemos partir de la premisa de que Venezuela es el país más rico del mundo, de las mujeres hermosas, el alma llanera, pero mal administrado por el gobierno y carcomido por la corrupción. La visión política debe diferenciarse radicalmente del constructo adeco-petrolero-vulgar que se enquistó en el territorio, que hoy mantiene a los chamos de un lado y del otro cantando las mismas miserias. No se trata de un problema de división, sino de intereses. Cuáles son los intereses de los esclavos y cuáles son los intereses de los amos. Si el esclavo piensa de la misma manera que piensa el amo, está en función de los intereses del amo, porque el amo no quiere vivir como el esclavo, mientras que el esclavo sí aspira a vivir como el amo, sí desea tener lo que tiene el amo, sí desea viajar como el amo, sí desea vestir como el amo, tener el último teléfono del amo, entonces él es un esclavo con ilusión y esperanza de amo, porque amo no va ser jamás, así trabaje y se declare pro-gobierno, él, siempre, en su íntimo ético defenderá su ilusión de ser amo y llegará el momento en que el no vea coronada su ilusión en el gobierno y rápidamente reaccione en su contra. ¿O es que acaso ya no ha sucedido con los Ramírez, los Barretos, los Navarros, los Figueras, los El Aissami y otros?

"Hay que estudiar cómo Chávez, Maduro, Diosdado, los Rodríguez se formaron e hicieron política en medio de sus contradicciones, y estudiar, no para repetir la producción de Chávez y Diosdado o Maduro, sino para entender que juntos debemos formarnos hoy, en las condiciones de hoy, regidos por el ejemplo de ellos.

"Ver en cuál dinámica se formaron, cuál era su realidad, cuáles sus datos intraculturales, pero también cuáles sus académicos, tener claro que las abuelas ni la academia nos forman para ser presidentes, entender qué significa servir a los intereses de los amos, cómo hicieron esos luchadores para zafarse de la cadena productiva quebrando los principios de la explotación, cómo hicieron para abandonar sus ilusiones de amos, porque así es cómo terminan haciendo política: violando los preceptos de la costumbre que les negaba por la acción cotidiana, la posibilidad de hacer política y enfrentar, en el caso de Chávez, eso que dice Orlando Urdaneta en un video: "los militares son putas, son nuestras putas"; y hablamos de un pendejo, un actor de segunda categoría, que en su ilusión de esclavo, ansioso de ser amo, emite estas sentencias, se abroga ese derecho como si él fuera un amo del mundo, latiguea la mesa, mientras se arrastra indignamente para que le den trabajo.

"Cómo hace, por ejemplo, Chávez para violentar todas esas reglas, cómo se confronta en su contradicción de esclavo para abandonar la ilusión de las mieles del poder en su cerebro, porque él sigue diciendo "a la orden", "mande", él sigue comportándose como un militar hasta que construye una decisión política y se insurrecciona. Y así mismo Maduro, Diosdado, Padrino López, los Rodríguez, por nombrar algunos de entre tantos que hoy dirigen este proceso.

"Con los nuevos tiempos, las redes y toda la avalancha de información consumista, no tiene ningún sentido equivocarse en creer que con un discurso panfletario vamos a convencer a los jóvenes esclavos de que deben hacer política. Hay que invertir en construir políticas, así como la burguesía invierte para sus políticas.

"Hay que diseñar esa política. Ya ese joven heroico repitiendo consignas no tiene ningún sentido, ya eso pasó a la historia de la bandera en las marchas. El joven hoy está metido en una burbuja de consumo donde la realidad es virtual. Desde que nacemos, dejamos de percibir la realidad.

"Ahora, necesitamos jóvenes esclavos formados en un proceso contradictorio para dejar de ser esclavos y convertirse en políticos, que tengan conocimiento de la causa por la cual luchan, que no es un ideologizado, que no es un guiado. Tenemos que crear escuelas para eso, porque la escuela tradicional, el liceo, la universidad, la fábrica no los va a producir o formar. De allí salen ladrones, demagogos (como ya se ha dicho: las excepciones solo justifican), pero no va a salir un pensador, un político que entienda que este país hay que construirlo desde los cimientos, desde la realidad".

La burguesía añora que por siempre la juventud se comporte como sus borregos energéticos. ¿Y los esclavos dejaremos de añorar ser dueños, para ser nosotros en lo distinto? Esta es la pregunta de las ocho mil millones de lochas o esclavos que somos.

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