En el marco del fraude que pretende ejecutar el sector político de Edmundo González Urrutia y María Corina Machado mediante la publicación paralela de supuestas "actas" electorales, el jefe del comando de campaña del chavismo y presidente de la Asamblea Nacional, Jorge Rodríguez, presentó recientemente una serie de hallazgos y elementos probatorios sobre las irregularidades de dichos documentos.
Un sitio web adquirido un día antes de la elección del 28 de julio, y como parte de una estrategia previamente diseñada, fue usado por este grupo de la oposición para publicar "actas" con graves fallas de forma y fondo:
- Sin firmas de testigos.
- Sin firmas de miembros de mesa.
- Sin firmas de operadores de máquinas.
- Con inconsistencias numéricas por porcentajes diseñados.
Puestos al ojo público, estos comprobantes no validados han sido objeto de revisión por usuarios de redes sociales, entre los cuales se encuentra el perfil de Tik Tok llamado "Paxacutic", quien ha viralizado diversos posts relacionados con el tema y ha sumado mayores elementos de duda y desconfianza sobre lo mostrado por la oposición a contracorriente de las leyes electorales.
NOMBRES FALSOS
De acuerdo a las metodologías electorales venezolanas, componentes de su cadena de confianza, las mesas se conforman incorporando los nombres de quienes participan en el proceso, bien sea como miembros de mesa designados al azar por el Consejo Nacional Electoral (CNE) o a guisa de miembros de mesa accidentales —si no se presentan los designados por sorteo—, testigos de las organizaciones políticas y personal OSI (operador de sistema integrado), quienes son funcionarios del ente rector.
Estas personas registran sus datos según su documento de identidad y se integran a las mesas luego de recibir una acreditación de la institución electoral. Esta cadena de requisitos refleja la imposibilidad de que un individuo con datos falsos o sin ofrecer identidad completa pueda formar parte de una mesa electoral.
La cadena de confianza implica que las actas digitales y los comprobantes impresos (los papeles que se están calificando como "actas" en medios de comunicación y redes sociales) tienen consigo los datos exactos de los miembros de mesa, testigos de partidos y operadores de máquina y, tal como ya mencionamos, estos rasgos personales deben ser acordes a las acreditaciones emitidas y al documento de identidad de estas personas.
Varios usuarios de redes sociales han difundido imágenes tomadas desde las pantallas de la página opositora que funge como una especie de "CNE paralelo", y se ha encontrado que algunos "nombres" del personal en mesa, en varios casos, aparecen reseñados con iniciales o con designaciones incompletas.
Es sumamente difícil que en el marco de la elección del 28 de julio se haya permitido que algún miembro de mesa, testigo u operador de máquina usara solo sus iniciales para consolidar las actas electorales ya que ello podría representar una inconsistencia.
FIRMAS FALSAS
Otro elemento muy llamativo de las "actas" es que muchas firmas, incluso en un mismo comprobante, parecen haber sido realizadas por la misma persona o parecen haber sido una colocación en serie de rúbricas falsas.
Pueden apreciarse medias firmas o trazos que simulan ser eso, con gran semejanza en un mismo comprobante.
Un ejemplo de estas inconsistencias se constata en un "acta" en la que todos los aparentes firmantes solo escribieron sus iniciales con caligrafías idénticas. Vale la pena agregar que no sería permitido en una mesa electoral que los miembros, testigos y técnicos decidan proceder de esta manera.
El proceso de firma de actas es constitutiva del protocolo de cada mesa electoral. La firma se realiza de manera completamente digital, sobre la pantalla táctil de la máquina de votación y queda impresa en el comprobante.
Según las imágenes difundidas en redes sociales por varios usuarios, algunas de estas rúbricas se escribieron sobre el papel y no provienen de la impresión de las máquinas, lo cual es signo de un comprobante intervenido posteriormente a su impresión.
NÚMEROS DE CÉDULA INEXISTENTES
"Actas" colgadas en la página web opositora tienen números de cédula de identidad falsos para reconocer a miembros de mesa, testigos y técnicos operadores de máquina.
Es necesario subrayar que los técnicos operadores de máquina son funcionarios del llamado "Personal Técnico Operacional" (PTO) del CNE, responsables de cada máquina, en cada mesa. Esto quiere decir que son sujetos de responsabilidad y sus datos deben registrarse de manera correcta en cada máquina.
Parte de la cadena de confianza de la elección, como ya mencionamos, son los miembros de mesa y testigos designados por los partidos, personas debidamente acreditadas y con datos de identidad sólidos.
Se aprecia que algunos números de cédula de identidad son inexistentes por contar con solo cinco cifras, y en otros casos por presentar hasta 20 cifras, más cercanos a un número de cuenta bancaria que a un documento de identidad venezolano.
"VERACIDAD" A MEDIDA DE LOS QR
Los comprobantes, que son instrumentos de la cadena de confianza en el proceso electoral, contemplan un código QR único para cada documento.
Los opositores venezolanos habilitaron en la página web que funge como "CNE paralelo" la posibilidad de confirmar la "veracidad" de cada "acta publicada", mediante el escaneo de los QR en los comprobantes. Esto lleva al usuario a un módulo donde aparece la información de resultados en dicha mesa electoral, según la misma "acta" mostrada por la oposición.
Esto propone un vano sentido de soporte o respaldo, para teóricamente darle "credibilidad" al "acta", con base en una falsa verificación. El sitio web no tiene ningún dato cruzado con el CNE, toda la información cargada es la misma que la oposición ha publicado de manera paralela, por lo tanto es la que se ve reflejada al escanear los QR.
En consecuencia, no se trata de datos oficiales sino de información hecha a la medida de las mismas "actas" cuestionadas, por cuya publicación e indicios de falsificación podrían ser calificadas como expresión de un delito electoral.
Este mecanismo es parte de una estrategia para fabricar consenso en la opinión pública a favor del supuesto triunfo indiscutible de Edmundo González.