La reunión entre el presidente de la República, Nicolás Maduro, y una delegación estadounidense de alto nivel de visita en Caracas este fin de semana confirma el reconocimiento del actual poder Ejecutivo venezolano.
El encuentro, que fue reseñado por todos los medios internacionales y confirmado por la portavoz de la Casa Blanca, Jen Psaki, tiene gran importancia simbólica en tanto que las autoridades de Estados Unidos hasta entonces se habían negado a establecer cualquier tipo de contacto con el gobierno venezolano salvo por mediación de terceros.
Pero también se puede confirmar por la reacción histérica del senador Marco Rubio, que descargó contra la administración de Joe Biden y calificó la oferta de "levantamiento de sanciones a cambio intercambio energético" en el actual contexto geopolítico como una ofensa contra quienes "luchan" por la libertad en Venezuela.
Que Biden organice reuniones secretas con el narcoterrorista #Maduro sin siquiera informar a los venezolanos que han sufrido y arriesgado todo oponiéndose a Maduro es una vil traición #Venezuela pic.twitter.com/JNyF8osfy7
— Marco Rubio (@marcorubio) March 7, 2022
Indiferentemente de las razones que llevaron a la administración de Biden a solicitar una reunión de alto nivel con el Ejecutivo venezolano, el gran derrotado es, sin duda alguna, el "proyecto Guaidó", que precisamente es marca registrada de la arrogancia imperial.
Este encuentro iba a suceder en cualquier momento, pero, ¿cómo hacer que pasara sin que se caiga el relato del "interinato" y dejar al descubierto que por mucho tiempo se hizo el ridículo?