Vie. 19 Abril 2024 Actualizado ayer a las 6:45 pm

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Ucrania ya no es considerado "el granero del mundo" (Foto: Dado Ruvic / Reuters)

¿Qué pasa con los granos de Ucrania?

Los que salvarían al mundo de una crisis alimentaria mundial

Hasta hace unos días, todos los actores de la esfera de influencia de la OTAN mantuvieron un discurso hegemónico sobre los granos atrapados en Ucrania por culpa de Rusia, lo que generaría la mayor crisis alimentaria mundial. ¿Qué pasa con los granos? ¿Qué pasará ahora con la crisis alimentaria global?

El 22 de julio de 2022 se firmó por separado la "Iniciativa sobre los cereales del Mar Negro" entre Rusia y Ucrania, negociado por Türkiye y Naciones Unidas para liberar durante 120 días a través de los puertos de Odessa, Pivdennyi y Chornomorsk las 20 millones de toneladas de granos atrapados en Ucrania, sin las cuales, según los actores de la esfera de influencia de la OTAN, se generaría la más catastrófica crisis alimentaria mundial "provocada por la guerra", y por supuesto en los países más pobres.

Ante este acuerdo, el Secretario General de Naciones Unidas ha afirmado que "hay un faro en el Mar Negro… de esperanza… de posibilidad… de alivio… en un mundo que lo necesita más que nunca… alivio para los países en desarrollo y la estabilización del precio de los alimentos".

Y es que no solo Ucrania podrá exportar granos, Rusia también podrá hacerlo, incluyendo sus fertilizantes.

Para ello, los barcos navegarán en un corredor en el Mar Negro todavía sembrado de minas explosivas, bajo la dirección de pilotos de Ucrania, la inspección de funcionarios rusos, ucranianos, turcos y de la ONU, monitoreados desde el Centro de Coordinación Conjunta en la Universidad de Defensa Nacional de Estambul, para evitar, entre otras cosas, el transporte de armas.

Sin embargo, el primer barco contratado por la ONU para transportar 23 mil toneladas de granos a los países más pobres del mundo, que realmente padecen crisis alimentaria, y no desde que inició la guerra en Ucrania, sino desde hace años, zarpó 25 días después del acuerdo al Cuerno de África, específicamente a Etiopía a través del Programa Mundial de Alimentos.

Cuando han sido 20 buques los que han salido por el corredor del Mar Negro con más de 540 mil toneladas de productos agrícolas, la mayoría de maíz, comprados bajo contratos comerciales anteriores, con destinos preliminares hacia Türkiye, Irán, República de Corea, China, Irlanda, Italia, Rumania, entre otros por determinar.

El primero de estos barcos salió hacia el Líbano con un cargamento de 26 mil 527 toneladas de maíz* destinado a alimentos para pollos, tal cual será la mayoría de las 20 millones de toneladas restantes. Lógico, porque la mayor parte de los granos que produce Ucrania va dirigida a alimentación animal y biocombustibles. No para saciar a los hambrientos del mundo.

De hecho, en el convenio no se plantea que todos los granos vayan a países con inseguridad alimentaria o en condiciones de emergencia, puesto que está destinado a "cumplir los acuerdos comerciales preexistentes y cuidar esos intereses".

Ante esto, los funcionarios de la ONU han planteado que "el comercio juega un papel en la estabilización del mercado, incluso si no va directamente a las naciones que enfrentan escasez de alimentos" y, además, aseguran que "el desbloqueo de los puertos ucranianos ya había reducido los precios mundiales de los alimentos".

Sin embargo, se reconoce que el mercado no siempre es eficiente para enviar el grano a donde se necesita y en relación a los precios de los alimentos, según la FAO, en julio cayeron por cuarto mes consecutivo, aunque se insista sea el acuerdo sobre la exportación de granos ucranianos la única acción que haya influido en ello. Y cuya relación está estrechamente vinculada con el precio de la energía.

Mientras tanto, sigue el reordenamiento sobre el tablero geopolítico donde Türkiye asumió un rol protagónico, demostrando su quantum de poder al controlar el Estrecho de Bósforo o de Estambul, como un punto de estrangulamiento del comercio marítimo al conectar el Mar Mediterráneo y el Mar Negro, constituyéndose en la única salida de este último.

Por otra parte, es evidente que se desvanecerá de la agenda internacional el tema sobre la crisis alimentaria mundial "creada solo por Rusia", porque no son los granos ucranianos los que salvarán al mundo de esta, tal cual, no lo habían hecho antes de iniciar la operación militar especial rusa en Ucrania; y hasta ahora se comienza a reconocer por parte de "expertos" que "alrededor de 6 millones de toneladas de ese grano atrapado es trigo, y solo la mitad de eso es para consumo humano".

Tanto, que el Programa Mundial de Alimentos ha hecho lo propio en este nuevo escenario, al indicar que "se necesitará más que barcos de granos de Ucrania para detener el hambre en el mundo". ¡Vaya descubrimiento! Y solo será un alivio para los países que enfrentan crisis alimentaria. Ya no es Ucrania "el granero del mundo".

En definitiva, porque con esta decisión estratégica tomada por Rusia de firmar la iniciativa en medio del conflicto bélico, desmantela el uso de la crisis alimentaria como instrumento de presión occidental, de la OTAN y de su esfera de influencia, que ahora migra de los granos atrapados en Ucrania al tema nuclear como la amenaza mundial, redirigiendo el discurso hegemónico, aunque Rusia lleve meses advirtiéndolo.

Y es en este escenario que el tema alimentario vuelve a tomar vigor, ahora es la guerra nuclear la que creará la hambruna que generaría 5 mil millones de muertes, al afectar la productividad de los principales cultivos mundiales de arroz, maíz, trigo y soja, así como cambios en la producción de ganado y la pesca mundial, algo que puede parecer obvio, sin embargo, es Estados Unidos el que ha lanzado no una sino dos bombas atómicas (Fat Man y Little Boy) sobre un Japón vencido en 1945 para imponer su dominio en el mundo.

Y en este aspecto comienzan a emanar los análisis y estudios sobre dónde impactará más o menos la misma, y por supuesto, son los países más pobres de África y Oriente Medio los más afectados, mientras Australia, Francia o España serían los mejores plantados en medio de una guerra nuclear.

Como si una guerra nuclear por sí sola, con los actores que pudieran involucrarse, no pondría en peligro la vida humana en el planeta; y es justamente lo que puede producirse si estallara una tercera conflagración bélica mundial.

Por ahora, punto para Rusia.


*Hasta el 16-08-2022, se habían exportado 451 mil 481 toneladas de maíz, 50 mil 300 toneladas de harina de girasol, 41 mil 622 toneladas de trigo, 11 mil toneladas de soja, 6 mil toneladas de aceite de girasol y 2 mil 914 toneladas de semillas de girasol en 21 buques que incluye las 23 mil toneladas de ayuda alimentaria al Cuerno de África según la Organización de las Naciones Unidas, Türkiye y citado también por Reuters (2022) en su artículo "El primer barco de ayuda alimentaria posterior al bloqueo sale de Ucrania hacia África".


Este artículo fue publicado originalmente en el sitio web de Alimentos y Poder el 17 de agosto de 2022.

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