Se acerca el invierno y Europa está críticamente escasa de combustible. Las instalaciones de almacenamiento están medio vacías y los analistas no descartan que la situación se salga de control. Esto amenaza con un bloqueo energético para varios estados de la UE que no están dispuestos a pagar un precio demasiado alto por el combustible.

Desde principios de año, el precio del gas natural ha subido casi un 400%. Rusia es capaz de aumentar el volumen de las exportaciones de gas a Europa, pero lo haría a través del gasoducto principal Nord Stream 2, proyecto del cual Estados Unidos ha presionado para que la Unión Europea lo rechace.

La Comisión Europea (CE), por su parte, está investigando los motivos de la subida de precios, y ya se han sacado las primeras conclusiones. El titular de la Comisión Europea, Frans Timmermans, admitió que Rusia cumple plenamente con los contratos de suministro de gas a la UE y no manipula los precios en el mercado. El problema no es que Rusia esté enviando poco gas, sino que este año Europa necesita mucho más y las reservas no se reponen a tiempo. Ahora, las instalaciones subterráneas de almacenamiento de gas en los países europeos solo están llenas en un 77%.

Timmermans también prometió que la UE tiene la intención de utilizar "todas las herramientas" para proteger a los consumidores de las consecuencias de la crisis energética y ya está desarrollando un paquete de medidas.

Hay dos escenarios posibles en el desarrollo de los eventos, según los analistas de Bloomberg. Si el déficit aumenta, los gobiernos europeos pueden recurrir a restringir las ventas de gas natural y electricidad a otras regiones. Otro escenario es que los suministros de gas y electricidad se desvíen de los países más pobres a los más ricos como Alemania, que pueden comprarlos a precios elevados.

Hasta el momento, ninguno de los gobiernos europeos ha anunciado el próximo cese de las exportaciones, pero con el aumento de los precios de la energía, y en caso de un invierno duro seguirán subiendo, los riesgos son aún mayores. Bloomberg resalta algunas señales que se detectan en países europeos:

• En Noruega, uno de los principales exportadores de energía de Europa, donde los precios de la electricidad se han multiplicado por siete desde el año pasado, el líder del Partido del Centro, que pronto podría convertirse en parte de un gobierno de coalición, dijo que estaba evaluando la legitimidad de los recortes de ventas de la UE.
• Serbia puede prohibir las exportaciones de electricidad para que "la gente tenga calor en sus hogares", dijo el presidente Aleksandar Vucic en octubre.
• Francia ha amenazado con cortar el suministro eléctrico a las Islas del Canal de Gran Bretaña por una disputa sobre las aguas de pesca.

Los países que dependen casi por completo de las importaciones de energía y materias primas se encuentran en la posición más vulnerable. En primer lugar, se trata de Alemania, que importa la mayor parte de las materias primas que consume.

“Ante esta crisis y la perspectiva de un corte de energía, es muy probable que los políticos decidan suspender las exportaciones para proteger a sus electores”, dijo a Bloomberg Benjamin Colley, director de Aurora Energy Research. Según él, será suficiente para esto si el déficit de oferta se observa simultáneamente en varios mercados interconectados.

"Si el invierno es helado, especialmente en la segunda mitad, y la infraestructura no puede funcionar en el volumen adecuado, la situación realmente se saldrá de control, y entonces todos estarán por su cuenta", dice Aleksey Grivach, Director General Adjunto de la Fondo Nacional de Seguridad Energética.

En tales circunstancias, Europa puede depender exclusivamente del gas de Rusia. Como resultado, puede aumentar la presión sobre las autoridades europeas para que pongan en servicio lo antes posible a Nord Stream 2.