En los últimos meses, los hechos en torno al caso de Monómeros, filial de Pequiven, se han ido desenvolviendo en favor de Venezuela, y por qué no decirlo, también de Colombia como actor interesado en la adquisicion de productos agroquímicos. El ascenso de Gustavo Petro a la presidencia colombiana, y con él un nuevo equipo de gobierno dispuesto a normalizar las relaciones diplomáticas, económicas y políticas con el gobierno del presidente Nicolás Maduro, ha sido esencial para que aquello ocurra.
En una nota anterior, reseñamos brevemente la noticia de que el Ministerio Público había ratificado las órdenes de aprehensión contra personas vinculadas al falso interinato de Juan Guaidó que, bajo sus órdenes, usurparon las funciones de la directiva de Monómeros y participaron en actos de corrupción con los activos venezolanos en la empresa. En el texto tambien mencionamos la posibilidad de que Monómeros volviera a manos del estado venezolano en los proximos días.
El camino ha seguido esa vía: el 25 de agosto el blog La Tabla mostró un documento en el que se informaba la composición de la nueva junta directiva de la empresa, con funcionarios designados por el gobierno de Maduro.
Tal giro de trama ha merecido una recapitulación sobre las razones que impulsaron a llevar a Monómeros casi al borde de la quiebra, un plan que fue ejecutado desvergonzadamente, sin casi ningún intento por ocultarlo.
Luego de que se consumara la toma ilegítima de Monómeros por parte de la junta ad hoc de Guaidó, con el respaldo del expresidente Iván Duque se pusieron en marcha los siguientes pasos para tratar de destruir a la empresa desde dentro y dejar que el mayor comerciante global de insumos agrícolas consumiera su experiencia y profesionales.
El tema fue abordado recientemente por la periodista colombiana María Jimena Duzán, pero tiene casi un año de haber sido alertado desde Venezuela. Duzán recuerda que Carmen Elisa Hernández, una persona muy cercana a Leopoldo López y a su partido Voluntad Popular, fue puesta a cargo de la directiva usurpadora de Monómeros. Bajo su supervisión ocurrió la toma hostil en contra de la empresa, en la que participaron funcionarios y exfuncionarios de allí.
"Según la denuncia, la toma hostil fue diseñada por Nitron Group, uno de los principales proveedores de Monómeros, con el objetivo de llevar a la quiebra a esa empresa y apoderarse de esta. Como parte del plan, Nitron creó una filial en Colombia, que se llama Nitrofert. Aprovechando que Monómeros tenía problemas financieros derivados de las dificultades para conseguir préstamos, empezó a ofrecerle créditos con el propósito de convertir esa deuda en acciones. La estrategia que buscaba descascarar a Monómeros, para sacarles a sus proveedores y a su gente, contó con la ayuda de varios de los ejecutivos más importantes de la empresa, muchos de los cuales terminaron trabajando en la filial de Nitron pese a que era su competencia".
Fueron más de 30 empleados "de alto desempeño" los que Nitrofert le arrebató a Monómeros, según medios colombianos. Además, una fuente le dijo a La Tabla que al equipo le ofrecieron salarios superiores a los 400 mil dólares para poder captarlos.
Para darle fuerza operativa a Nitrofert Colombia “se llevaron” de Monómeros a más de 30 empleados de alto desempeño, según reseñan los medios colombianos. Una fuente le dijo a #LaTabla que les ofrecieron salarios superiores en 2 y 3 millones de pesos. pic.twitter.com/jYs5POa7WQ
— La Tabla (@latablablog) October 29, 2021
Dos actores importantes en el cumplimiento de los objetivos, explicado por Duzán, fueron Andrés Eduardo Piñero Veitía y Jorge Luis Pacheco Hernández, dos venezolanos radicados en Barranquilla desde hace varios años. El medio venezolano de periodismo de datos asimismo escribió en una publicación en Twitter que, desde mediados de septiembre del año pasado, Piñero y Pacheco pasaron a ocupar los cargos de presidente y vicepresidente de operaciones en la recién creada fachada de Nitrofert.
Según los datos difundidos, Andrés Piñero tiene una década viviendo en Colombia y se desempeñó como director gerente de SHR Trading Group, entre 2017 y 2021. Esta empresa de Barranquilla se relaciona al comercio de commodities.
El otro implicado, Jorge Pacheco, guarda relación con Piñero en el sentido de que ambos compartían la misma dirección en Barranquilla de sus sitios de trabajo: en la misma calle se encuentra tanto la empresa SHR Logística Colombia, asociada al empleo de Piñero antes de irse a Nitrofert, y la empresa de servicios Portomar, de la cual Pacheco es representante.
De Jorge Pacheco también llama la atención su relación con el expresidente Iván Duque, el uribismo y Voluntad Popular. En unas fotos publicadas en sus redes sociales, se lo ve a él posando con Iván Duque, conversando con Álvaro Uribe y compartiendo con el fugitivo de la justicia, Leopoldo López.
Más recientemente fotos obtenidas por LaTabla, y que están en cuentas restringidas de IG, lo muestran en contacto directo con el expresidente Álvaro Uribe, el actual mandatario Iván Duque y su equipo presidencial, así como con Leopoldo López en su visita a Colombia en DIC 2020. pic.twitter.com/MBX3rMV9IY
— La Tabla (@latablablog) October 29, 2021
La Tabla dice en otra publicación:
"Jorge (a diferencia de Andrés) ha sido expuesto públicamente. La periodista antichavista, Patricia Poleo, aseguró que 'estaba ligado a Voluntad Popular y en comunicación con Goicoechea'. No es personal de Monómeros [fue asesor en 2020], pero 'tiene carnet y viáticos'".
Poner a estos dos personajes vinculados a círculos del antichavismo golpista y el uribismo, y con la particularidad de tener acceso a Monómeros, al frente de la subsidiaria de Nitron recién creada, da cuenta del complot que había contra la filial venezolana. Pero hay otro elemento que era necesario que interviniera: la implicación directa del gobierno de Iván Duque.
Para poder conseguir que las deudas de la empresa venezolana se convirtieran en acciones había que lograr que ésta fuera sometida a un proceso de insolvencia, de modo que ahí intervino la Superintendencia de Sociedades de Colombia. En abril de 2020, la institución tomó el control de la empresa y justificó su decisión con informes manipulados que decían que Monómeros estaba a punto de suspender sus pagos, siendo eso último falso, o al menos eso aseguraba la seudoasamblea de Guaidó.
William Otero, exfuncionario de Iván Duque que fue nombrado gerente financiero de Monómeros en 2020, tuvo una participación clave en la jugada de la Superintendencia de Sociedades. Se le acusa de haber proporcionado información que no era verídica sobre el flujo de caja de la empresa. Al igual que otros exfuncionarios de Monómeros, Otero hoy es un alto ejecutivo de Nitrofert.
El Departamento Administrativo de la Presidencia de la República (Dapre), bajo la dirección de Víctor Muñoz, también intervino en la toma hostil contra la filial venezolana, apunta la periodista Duzán, lo que agrega otra evidencia del "interés del gobierno de Duque porque Nitron se tragara a Monómeros".
"En una reunión (...) que se dio en la oficina de Víctor Muñoz con la junta de Monómeros, se dice que el director del Dapre les preguntó por Nitron. Igual sucedió con el entonces ministro de Agricultura. En una respuesta a un derecho de petición dejó claro que era Nitron la compañía que podía reemplazar a Monómeros si esta era liquidada", escribe Duzán.
El compromiso del gobierno de Duque con lograr el colapso de Monómeros se refleja también en la decisión de la abogada Grace Noguera de dejar su puesto de trabajo como secretaria privada de Muñoz para asumir el cargo de gerente de relaciones institucionales de Nitrofert.
Además de los jefes venezolanos, en Nitrofert hay una “ficha directa” del gobierno de Duque. La abogada Grace Ximena Noguera Rodríguez es la gerente de relaciones institucionales de comercializadora de fertilizantes. Hasta hace dos semanas fue asesora de la Presidencia. pic.twitter.com/fKkLwZSRZn
— La Tabla (@latablablog) October 29, 2021
Vale la pena reseñar este episodio del caso Monómeros, que desde nuestra tribuna hemos cubierto minuciosamente, pues incluso el presidente Gustavo Petro lo citó hace poco, ya que demuestra que las confabulaciones de la oposición venezolana extremista y el uribismo atentaron contra el interés nacional de Venezuela y de Colombia, para favorecer la posición, ya de por sí poderosa, de una empresa transnacional.
La desaparición de Monómeros habría significado una pérdida importante en el patrimonio venezolano y una desventaja para la industria agrícola colombiana, que abastece un tercio de sus necesidades agroquímicas con producción de la empresa.