Lo hemos señalado en varias ocasiones: la Plataforma Unitaria Democrática (PUD), a diferencia de los partidos tradicionales, no posee una maquinaria electoral capaz de movilizar la masa de votantes con la que supuestamente cuenta en los próximos comicios presidenciales del 28 de julio. Y no se trata de una opinión política nuestra al respecto sino de apreciaciones expresadas por sus propios voceros.

El pasado mes de junio la periodista opositora y especialista en materia comicial, Celina Carquez, durante una entrevista dejó entrever que había falta de organización por parte de las fuerzas que respaldan la candidatura de Edmundo González Urrutia.

En esa oportunidad se basó en los datos negativos de la PUD y Vente Venezuela respecto a los testigos de mesa, figura crucial del proceso. "Aunque se ha hablado mucho de los comanditos y ha circulado información de que cerca de cincuenta mil comanditos están registrados, la realidad es que a 55 días del 28 de julio las cifras de los testigos electorales que estarán en los centros de votación son bastante bajas. En algunos estados son cifras alarmantes", dijo.

Asimismo, detalló que solo 67% de las mesas tendrá un testigo presente de la PUD y Vente Venezuela, mientras que 35% contará con dos, lo que dejaría un déficit de 9 mil 913 mesas. Esto significa que aproximadamente 35% de los centros de votación no tendrá testigos de esas organizaciones.

Recientemente, a pocas semanas para que se realice la jornada, el asesor electoral de la oposición, Rafael Céspedes, declaró en la misma línea de Carquez que una de las debilidades de la campaña de Edmundo González Urrutia era la falta de control para movilizar a sus potenciales electores.

"Él necesita tener un equipo dedicado a organizar la estructura de los votos y la presencia de testigos en las urnas", refirió en entrevista con Vladimír Villegas. Se refirió específicamente a la ausencia de control, de un equipo o estructura para movilizar a los posibles dos millones de votantes.

Tanto la declaración de Carquez como la de Céspedes contradicen la narrativa que ha querido instalar ese sector de la oposición. Y es que desde que se realizaron las primarias en octubre desde 2023 ha venido afirmando que ya tienen el triunfo asegurado y que Venezuela experimentará una transición democrática post 28J.

En ese sentido, han dicho que para "cuidar" la victoria cuentan con una gran maquinaria electoral "perfecta", organizada en comanditos dispuestos en todos los centros de votación que se habilitarán el día de los comicios.

Sobre esta supuesta maquinaria a toda prueba para las elecciones del 28 de julio, el analista Franco Vielma se pregunta: ¿Cómo puede tener una buena maquinaria Vente Venezuela, que no es un partido ni ha ido jamás a elecciones abiertas? ¿Cómo puede tener maquinaria la PUD, si entran y salen del ruedo electoral a causa de sus abstenciones?

Y en cuanto al intento de fijar la idea de que se aproxima una transición, reflexionó sobre su génesis y el trasfondo político. La oposición busca instalar que el presidente Nicolás Maduro está intentando negociar su exilio porque es inminente la derrota, lo que matizó al señalar algunos acontecimientos políticos recientes que derriban esta tesis.

En primer término se refirió al reinicio de los diálogos entre Estados Unidos y el gobierno del presidente Maduro, que nada tienen que ver con una entrega del poder sino que tienen como centro el tema energético. Mencionó que es obvio por el hecho de que en estos diálogos no participa la oposición, un factor clave en el caso de que se esté llevando a cabo una entrega controlada del gobierno.

El otro argumento que señala Vielma es la narrativa de fraude que ha estado presente en toda la campaña opositora, lo que contradice la supuesta entrega del gobierno por parte del presidente Maduro y la concreción del proceso de transición.

Todo indica que, como afirman los voceros de la oposición, la Plataforma Unitaria Democrática realmente no cuenta con la maquinaria para movilizar a sus electores, dificultades que han aumentado por querer imponerse y dominar el proceso de campaña. Recordemos que Vente Venezuela ha capitalizado la vocería de ese bloque opositor donde confluyen otras organizaciones políticas que históricamente han tenido estructuras capaces de organizar y conducir a sus simpatizantes.