Siguen aumentando las pruebas de irregularidad y falsificación de las "actas electorales" difundidas por María Corina Machado y Edmundo González en una página web, sobre las que se ha sostenido la narrativa del supuesto triunfo del excandidato de la PUD, y una nueva agenda de desestabilización con golpe de Estado.
En este sentido, el caso de Tinaquillo, ciudad del estado Cojedes, es ilustrativo.
El escritor e investigador español Román Cuesta, especialista en datos y fake news, publicó un análisis en su cuenta en X sobre las "actas" derivadas del proceso electoral del 28J en este pueblo de los llanos centrales venezolanos.
Cuesta puntualizó que, por estar sujeta a la revisión pública, la página web de María Corina Machado ya ha "recibido dos auditorías" según sus administradores, sin que se hayan corregido las irregularidades detectadas y reseñadas.
85% de actas fakes
El investigador realizó una selección simple de un municipio de Venezuela para revisar la totalidad las "actas" disponibles para dicho lugar, y escogió al azar el municipio Tinaquillo.
Según dicho sitio web, en esa entidad se generaron 61 "supuestas actas", alusivas a 61 mesas electorales. El analista revisó los 61 documentos completos y concluyó que 52 resultaron ser fakes, en los que apuntó irregularidades como firmas planas, rúbricas presumiblemente falsas, códigos QR incompletos y falta del código de la firma digital de la máquina de votación.
También resaltó patrones irregulares e indicios de falsificación en las firmas encontradas, que en varios casos parecen más un dibujo libre que una firma personal. Nuevamente se hizo presente la falta de firmas, una grave irregularidad en un acta electoral que se precie de ser verdadera.
Conviene agregar que, según los métodos electorales en Venezuela, la rúbrica de "actas" se realiza de manera directa sobre la pantalla táctil de las máquinas de votación. Este proceso es obligatorio para miembros de mesa, testigos y operadores de máquina. Su ejecución se realiza con comodidad en virtud de la amplitud de la pantalla y su disposición.
Luego de la impresión de los comprobantes —erróneamente llamados "actas"—, en algunos casos el personal en mesa realiza una nueva firma a mano sobre el papel físico, pero esto es irrelevante e innecesario ya que, mediante la pantalla, la rúbrica queda reflejada.
En varios casos detectados por el investigador se aprecia cómo algunos comprobantes tienen doble firma, una hecha en digital y otra posiblemente hecha en físico sobre el papel, pero muy distintas en muchos casos, reflejo de una muy posible falsificación.
En la revisión del municipio, otro elemento común fue la presentación de códigos QR incompletos y, en otros casos, sin la pestaña que refiere el código de la máquina y mesa electoral, es decir, la firma digital de la máquina escrutadora.
Román afirmó que los administradores de la página no han corregido esa irregularidad, que ha sido señalada desde que fueron publicados los supuestos comprobantes.
A su juicio, esto se podría corregir con un nuevo escaneo del documento y su fijación en el portal.
Según este analista español, 85% de las actas del municipio Tinaquillo tiene el problema de las firmas, los QR incompletos y falta absoluta de los códigos de las máquinas.
El problema de los QR y códigos de las máquinas es especialmente importante ya que por un código QR incompleto, o por ausencia de códigos, dicho documento no puede ofrecer información fidedigna sobre alguna mesa electoral y, en consecuencia, no se puede verificar.
Esto da lugar a la presunción del adulteramiento de datos o edición de las "actas" opositoras, tal como lo ha establecido el análisis de metadatos. Si estos han sido editados y se han puesto nuevos números para favorecer a Edmundo González Urrutia, al eliminar los QR y códigos de la máquina, la información será inverificable.
Por otra parte, es también probable que los opositores hayan usado comprobantes reales que fueron escaneados y editados, pero luego las imágenes habrían sido recortadas deliberadamente para cercenar los QR y códigos de máquina.
Eso permitiría usar un mismo comprobante en serie para ser editado muchas veces, con firmas planas y con el objetivo de fabricar a discreción los supuestos resultados en mesas. Con los QR incompletos y sin mostrar los códigos de máquina, dicho documento, una vez más, no se puede verificar.
Recalquemos que al ser sometidos a diversos análisis de metadatos se ha registrado un patrón de 70%-85% de "actas" opositoras con huellas de algún tipo de edición digital.
La falsificación masiva de comprobantes por la campaña Machado-González es uno de los nudos críticos del conflicto postelectoral que se ha inducido en Venezuela. Estos documentos están siendo utilizados por gobiernos e instituciones extranjeras para deslegitimar los comicios venezolanos y, con ello, promover una operación de cambio de régimen.
Actualmente, los sufragios están sometidos a un peritaje desarrollado por la Sala Electoral del Tribunal Supremo de Justicia (TSJ), junto a especialistas venezolanos y extranjeros, donde se realiza un proceso de verificación de actas físicas ofrecidas al tribunal por el Consejo Nacional Electoral (CNE).
Es necesario agregar que el presidente reelecto Nicolás Maduro y otros candidatos opositores ofrecieron al TSJ los comprobantes que obtuvieron en mesas electorales el 28 de julio.
En este peritaje se ha destacado la ausencia de Edmundo González, autoproclamado como ganador y apoyado por Estados Unidos. Hasta la fecha no ha realizado formalmente ningún proceso de impugnación.
El excandidato no compareció ante el máximo tribunal, y así entró en desacato.
González tampoco ofreció algún soporte o documento electoral, por lo cual ningún comprobante publicado por el equipo de María Corina Machado puede ser sujeto a peritaje al margen del proceso judicial, en una página web.