El domingo 28 de julio se celebraron los comicios en los que el presidente Nicolás Maduro obtuvo el triunfo, acorde a los resultados emitidos por el Consejo Nacional Electoral (CNE) en las primeras horas del lunes 29.
A partir de entonces, hasta el martes 30, se desató una ola de violencia política y criminal en varios estados del país, con acento en Caracas, que mostró signos de orquestación similares a los de otros escenarios donde ha sido crítico ese componente.
Criminal por el saldo de las agresiones contra personas, bienes privados e infraestructuras públicas; criminal por el carácter de los grupos encargados de llevar a cabo el plan insurreccional de aquellos días.
No en balde el presidente Maduro calificó la jornada golpista como "ciber-fascista criminal", a raíz de los factores que participaron en los hechos más virulentos. En reunión del Consejo de Defensa de la Nación y Consejo de Estado el 12 de agosto, el fiscal general Tarek William Saab dio algunos datos de las investigaciones desarrolladas por el Ministerio Público sobre estos eventos:
- Se han realizado 686 experticias y diligencias de investigación, de las cuales 532 son experticias criminalísticas y 92 son experticias forenses.
- Entre el 29 y 30 de julio hubo 25 asesinatos, 192 heridos con armas de fuego, armas blancas, objetos contundentes y bombas incendiarias.
- 84% de las muertes ocurrió entre el 29 y 30 de julio.
- Las muertes se pueden atribuir a los llamados comanditos, tras las investigaciones y las experticias biológicas, físicas y llamadas telefónicas.
- El mayor número de casos aconteció en Caracas y en el estado Aragua, con siete fallecidos en cada región. También hubo muertes en los estados Bolívar, Yaracuy, Miranda y Zulia.
- 68% de los homicidios ocurrió durante las horas de la noche.
La preparación del terreno se dio semanas antes de las elecciones, como lo evidencian los hechos y sus consecuencias.
Simulación Un mes antes
El 19 de junio una pared en las calles de Zaraza, ciudad del estado Guárico, amaneció con amenazas de muerte para María Corina Machado, con una pinta que decía: "Fuera de aquí, traidora. María Corina, no te quemos [sic] en mi pueblo, te vamos a matar. El Tren del Llano te espera". Esto en el marco de la campaña electoral, donde estuvo movilizada en la entidad llanera sin haber sufrido ningún tipo de peligro.
Días antes, el 17 de junio, se reportó que la Guardia Nacional Bolivariana (GNB) estaba desplegada en varios municipios de Guárico en una operación contra células del Tren del Llano, donde incautaron material bélico y estupefacientes, además de abatir a un miembro y detener a otros sujetos de la banda criminal.
Este saldo corresponde con las actividades que durante los últimos años vienen ejecutando los principales cuerpos de seguridad militar y policial sobre el Tren del Llano, grupo que se ha expandido en todo el estado Guárico y en entidades fronterizas de la región central de Venezuela. De ahí que las "amenazas" hacia Machado contradicen directamente los hechos ya que horas luego de los comicios presidenciales, miembros del Tren del Llano —y del Tren de Aragua— aparecieron en videos en las redes digitales amenazando de muerte al presidente Maduro y a militantes del chavismo.
Los actuales reportes de las operaciones contra la banda criminal sugieren que la pinta en Zaraza se habría tratado de una puesta en escena, en el marco electoral, como una herramienta para asociar las actividades delictivas del grupo con el gobierno de Nicolás Maduro, mientras se marcaba distancia entre el Tren y Machado.
Esto cuando en realidad el factor criminal, lo demostraron los hechos del 29 de julio, en buena medida se encuentra del lado opositor extremista.
Células durmientes
El periodista Eligio Rojas publicó en Últimas Noticias (ÚN) que, según informes de inteligencia, seis bandas criminales "fueron activadas para encender las calles después de que María Corina Machado desconociera los resultados de las presidenciales". Estas son:
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Tren del Llano
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El Wilexis
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Bataneros del 70
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El Macua
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Célula de El Niño Guerrero
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Los Chevrolet
Dichos grupos criminales sirvieron como "células durmientes", activadas solo ante un llamado unívoco. Según el citado reporte, dos fueron las señales para que comenzaran a operar: un cacerolazo y el "Gloria al Bravo Pueblo", el himno nacional de Venezuela, tocado por la Orquesta Galantes de Venezuela en la alocución de Machado del 29 de julio.
Cada célula tuvo una participación clave en el caos ocurrido en sus respectivos sectores, con despliegue en zonas "de perfil 'netamente chavista' como El Valle, Petare, El Guarataro, Maracay, Valles del Tuy, región de Barlovento y oriente de Guárico, entre otros".
El reporte de Rojas detalla que en Petare se presentó la banda de El Wilexis con una célula de 25 integrantes, cuyo propósito consistía en tomar "las sedes de Polisucre y de la Guardia Nacional Bolivariana, tal como lo intentaron en las guarimbas de enero de 2019, cuando se autojuramentó Juan Guaidó".
El periodista menciona que los Bataneros del 70, célula activada en El Valle, y la banda de El Macua, organización narcotraficante que opera en El Guarataro (Capuchinos) y El Observatorio (23 de Enero), también acudieron al llamado de Machado en Caracas.
"En la región de Barlovento (Caucagua, Aragüita) y en el municipio José Tadeo Monagas (Altagracia de Orituco), estado Guárico, activaron a Óscar Noguera Hernández (El Diente), cabecilla del Tren del Llano, quienes intentaron quemar la alcaldía de esa población llanera", informa Rojas.
Sigue: "La célula de El Niño Guerrero, comandada por Héctor Guerrero Flores, actuó en Maracay (Aragua) a través de sus socios Los Chevrolet, quienes operan en la zona industrial San Vicente. Precisamente en esa entidad, pero en el sector Jobo Dulce, Turmero, fue asesinada el sábado pasado Mayaury Silva (49), integrante de las estructuras de base del PSUV. Un encapuchado le asestó siete disparos cuando la mujer se dirigía a su residencia".
Para concluir Rojas advierte que, a su vez, las células durmientes incitaron explícitamente a través de las redes digitales "a matar chavistas, incluido el presidente Nicolás Maduro".
Así, la jornada del 29 y el 30 de julio tuvo seis bandas criminales que operaron en la región central del país con objetivos que apuntaron a la destrucción física de bienes públicos, privados y de personas políticamente identificadas con el chavismo, como parte de una agenda de golpe de Estado.
Asociaciones político-criminales
Hasta los momentos el plan golpista de Machado & Cía está en una fase de operaciones relacionadas con la alteración perceptiva de lo ocurrido durante la jornada postelectoral en redes sociales y circuitos de medios, más una presión internacional aupada por Estados Unidos, en medio de una enfriamiento de las calles por una pérdida de la capacidad de convocatoria.
En años anteriores se ha comprobado el vínculo entre oposición extremista y bandas criminales, instrumentalizadas para llevar a cabo agendas de desestabilización con altos costos sociales y humanos.
Tanto la Operación Gedeón (2020) como la llamada "Fiesta de Caracas" en julio de 2021 —con la coordinación entre Voluntad Popular y las bandas de La Vega y la Cota 905— se nutrieron de una dinámica criminal que sobrepasa nuestras fronteras, ambas con propósitos magnicidas. Estos elementos coinciden con la denuncia hecha por el mismo presidente Maduro, quien expresó que muchos de los criminales capturados provenían de otros países, entrenados en otras latitudes, para materializar el cambio de régimen por la vía de la fuerza.
De este modo se confirma el carácter criminal de los intentos golpistas perpetrados por el sector extremista de la oposición venezolana, liderado por María Corina Machado.
Las células durmientes en Caracas y en los estados Miranda y Guárico tras las elecciones presidenciales estuvieron compuestas por bandas criminales con largo prontuario en actividades delictivas.
La invisibilización de esta información en los medios tradicionalmente opositores, nacionales e internacionales, y en las tribunas de opinión y análisis en redes digitales, confirma que las bandas criminales cuentan con el aval de estos factores extremistas para operar en escenarios planificados de violencia política y golpe de Estado.