Se avecinan las elecciones primarias de la Plataforma Unitaria Democrática y, conforme se acerca la fecha, también aumentan las contradicciones, cambios de pareceres sobre la marcha y discursos ambiguos entre los dirigentes opositores que dejan entrever la crisis integral que se experimenta en esos sectores políticos.
La primera contradicción giró en torno a la asistencia o no del Consejo Nacional Electoral (CNE) en la consulta de octubre próximo. Hasta el momento, quienes se oponían radicalmente a la participación del órgano comicial eran los partidos Vente Venezuela, de María Corina Machado; Encuentro Ciudadano, de Delsa Solórzano; La Causa R, liderado por Andrés Velásquez; y Proyecto Venezuela.
Hace pocos días Juan Guaidó se sumó a esta narrativa argumentando que el CNE "está tutelado por la dictadura y no puede tener control de la primaria. Es deber de la comisión de primaria garantizar y proteger identidad del elector y tener el 100% de contingencia para evitar saboteo del régimen. Y es labor de todos acompañar a la comisión en su tarea", señaló en redes sociales.
Antes de este viraje, el abanderado del partido Voluntad Popular, Freddy Superlano, estaba de acuerdo con la asistencia técnica del CNE. Recordemos que, previo a Superlano, Guaidó era el candidato de ese partido de ultraderecha, apoyo que le quitaron una vez que el exdiputado fue considerado prófugo de la justicia venezolana.
¿Por qué el cambio repentino? Todo parece indicar que su gira por Washington, sobre todo su paseo por los principales think tanks de la capital estadounidense, influyó. Antes de eso se proyectaba como un "líder" que llamaba a la dirigencia de su partido en el exterior a apoyar los distintos frentes de batalla, incluso realizó una crítica constructiva a toda la dirigencia política que permanece prófuga de la justicia nacional en el exterior.
Se puede decir que hoy en día hay más posiciones como la de Vente Venezuela, cuya lideresa siempre se ha mantenido en su idea inamovible de no confiar en el CNE y recurrir a otros métodos electorales, como el voto manual, por ejemplo.
Pero no solo hay contradicciones en el discurso de Guaidó. El candidato Superlano dijo el pasado jueves 8 de mayo que se corre el riesgo de que "un poder subordinado al Ejecutivo influya en la elección. Es perentorio proteger la identidad del votante, tiene que haber garantías de eso. La data de 2 millones de votantes que participen en las primarias puede ser un peligro en manos del CNE".
El pasado lunes 5 de junio el presidente de la Comisión Nacional de Primaria (CNP), Jesús María Casal, ratificó que trabajarán con la asistencia del Consejo Nacional Electoral (CNE) de cara a la consulta interna de la Plataforma Unitaria Democrática para escoger el candidato que se enfrentará al chavismo en las elecciones presidenciales de 2024. Todo el cuestionamiento al CNE se centra en el uso de las máquinas captahuellas, a tono con la tendencia "voto manual" que hay entre las oposiciones.
Lo que se vislumbra hasta ahora es que no hay consenso entre los dirigentes que hacen vida en el país y los que están en el exterior, quienes sigue promoviendo la fantasía de crear un CNE paralelo "que garantice unas elecciones auténticas".
No cabe duda de que las diferencias y contradicciones entre las distintas oposiciones se están haciendo cada vez más inocultables.
El coordinador nacional de Voluntad Popular, Leopoldo López, durante un encuentro con militantes de la tolda naranja mostró su apoyo a Freddy Superlano y dijo que busca ganar la primaria de octubre. Destacó su liderazgo pero arremetió contra otras posturas menos extremistas en la oposición.
"Hay candidaturas que no se atreven a decir que Maduro es un dictador, hay candidaturas que no se atreven a hablar de las víctimas, de los presos, de los torturados, de los que sufren. Hay quienes simplemente plantean un esquema de convivencia. Y hay que decirlo, hay quienes ni siquiera se plantean ganar la elección. Aquí estamos saliendo con Freddy Superlano para ganar la primaria. Yo quiero que todo el mundo tenga eso claro. Esto no es una candidatura que estamos planteando para ver qué pasa, para tantear las aguas, no. Esto es una candidatura para ganar", señaló.
Llama la atención que la mayoría de estas desaveniencias provengan del lado de los sectores que usualmente han protagonizado y apoyado intentos de golpe, terrorismo, bloqueos y embargos contra el país y una cantidad de acciones desestabilizadoras, en específico la cúpula de Voluntad Popular de la mano con los otros partidos mencionados al principio de esta nota.
Muy probablemente las diferencias y contradicciones se irán agudizando en el seno de las oposiciones conforme se acerque la cita electoral el próximo 22 de octubre —si ha de finalmente celebrarse—, lo que sin duda quiebra, una vez más, el relato de la unidad tan anhelada en la oposición y vendida por muchos de aquellos dirigentes como por la mediática que proyecta sus intereses.