Vie. 22 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:41 pm

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Un buque israelí fue golpeado por una explosión en el Golfo de Omán (Foto: Abdel Hadi Ramahi / Reuters)

La factura iraní le sale demasiado cara a Israel

Durante décadas, Israel tuvo la primera y la última palabra en Oriente Medio. Tras la derrota de los ejércitos árabes en 1967, los dirigentes israelíes creyeron durante muchos años que una pequeña banda militar israelí podía ocupar cualquier país árabe y que Israel podía atacar cualquier objetivo en Oriente Medio sin que se le exigieran responsabilidades ni se le disuadiera. Israel mantenía su superioridad aérea y disfrutaba de un apoyo militar y de inteligencia ilimitado por parte de Estados Unidos y Occidente en su conjunto.

Estadounidenses e israelíes no se imaginaban que la resistencia de Oriente Medio, acostumbrada a ser atacada continuamente, estaba aprendiendo las artes de la guerra. Las lecciones de guerras anteriores y las experiencias vividas y compartidas se desarrollaron para lograr un equilibrio de disuasión entre los beligerantes. De ahí que ahora Israel no consiga mantener regularmente la superioridad en cada batalla.

La "máxima presión" de Estados Unidos y las duras "sanciones" no han logrado someter a Irán desde la victoria de la Revolución Islámica, y le han impuesto un camino de autosuficiencia que le ha obligado a desarrollar sus capacidades militares. A lo largo de los años, Irán ha ido acumulando experiencias y capacidad militar, y ha conseguido crear un cinturón de aliados que comparten el rechazo a la hegemonía estadounidense y a los planes expansionistas de su aliado Israel. Irán ha conseguido llegar a un punto en el que dice a sus socios: "Voy a ir al campo de batalla delante de ustedes, y ustedes están detrás de mí o de mi lado".

Irán se ha convertido en un adversario abierto de Israel, respondiendo a cualquier sabotaje o asesinato con un golpe similar. No sólo eso, sino que Irán también puede ser el primero en atacar (en caso de ser necesario), ya que ha armado y equipado a sus aliados con la más moderna tecnología bélica, creando una grave amenaza tanto para Israel como para los intereses y planes de Estados Unidos en Oriente Medio. La factura iraní es ahora demasiado alta para que Israel se conforme.

El pasado fin de semana, un misil disparado desde un avión no tripulado alcanzó un barco comercial que había salido del puerto de Jeddah en dirección al puerto de Jebel Ali, en los Emiratos Árabes Unidos. La noticia se publicó inicialmente como relativa a un barco israelí propiedad del empresario israelí Eyal Ofer, propietario de Zodiac Maritime (que navega bajo el nombre de CSAV TYNDALL). Resultó, de hecho, que el buque había sido vendido varios meses antes a JP Morgan, una empresa con sede en el Reino Unido para EMEA, POLAR 5 Ltd.

Este ataque se produce después de que Irán sufriera el mes pasado un ataque con drones en Kharaj, donde fue alcanzado un centro de fabricación de centrifugadoras perteneciente a la Organización de Energía Atómica de Irán. Israel, a través de las habladurías de sus funcionarios, asumió tácitamente el ataque, según informaron los medios de comunicación hebreos. Así, el secreto de Tel Aviv en sus "batallas de entreguerras" ya no se mantiene (de hecho, desde la llegada al poder de Benjamin Netanyahu y de su antiguo jefe del Mossad, Eli Cohen). Las operaciones secretas israelíes han salido a la luz. En consecuencia, Israel ya no utiliza los medios de comunicación estadounidenses para filtrar la noticia de su "responsabilidad" en el sabotaje de las actividades de inteligencia, como solía hacer en el pasado. Ahora se trata de un juego abierto, que sirve a la imagen pública para Netanyahu.

Irán también ha seguido el mismo método al filtrar la noticia del golpe del barco horas antes del anuncio oficial. El objetivo es enviar un mensaje a Israel de que cualquier ataque será respondido con un golpe similar y que el banco de objetivos de Irán no es escaso. El Estrecho de Hormuz, el Mediterráneo y el Océano Índico ofrecen un terreno perfecto para el ojo por ojo en el patio trasero de Irán.

Las ganancias de Irán son estratégicas: crearon aliados fuertes y permanentes

Irán está enviando más de un mensaje a la vez: el primero es para sus aliados, respondiendo directamente a Israel, y no es necesaria su intervención en este caso. Cada uno de estos aliados tiene su política interna, y no hay necesidad de una mayor implicación. Irán envió este mensaje en voz alta al bombardear la base militar estadounidense más extensa de Irak en 2020 con 16 misiles de precisión. Este es el comportamiento de un país fuerte que está preparado para afrontar la responsabilidad, las consecuencias o participar en una confrontación mayor.

Irán está diciendo a Israel que responderá a cada ataque sin vacilar y que elegirá el objetivo en concordancia con el ataque cometido. Este mensaje se dirige también a Estados Unidos si el acuerdo nuclear se tambalea y se abren las puertas a posibles acciones militares.

Irán y sus aliados aprendieron de las experiencias acumuladas la mejor manera de enfrentarse a Estados Unidos o a Israel. Durante la guerra del Líbano de 2006 y la guerra de Siria de 2011, Israel demostró cómo podía ir demasiado lejos con sus ataques y la fanfarronería en la que incurren si no se impone una regla de compromiso y no hay disuasión estratégica. En Siria, Israel atacó más de mil objetivos porque Damasco no quiere dispersar sus esfuerzos, centrarse en la liberación de todo el país y en la reconstrucción de las ciudades liberadas tras la prolongada guerra, no en un nuevo conflicto.

Sin embargo, en el Líbano, Hezbolá impuso su poder de disuasión y rompió el prestigio israelí al amenazar a su ejército, obligándolo a retirarse de la frontera con el Líbano. El ejército israelí se escondió durante varios meses tras el asesinato de un miembro de su organización en Damasco. En Palestina, la "Espada de Jerusalén" impuso a Israel una nueva política de disuasión que le impide atacar Jerusalén y las familias palestinas del barrio de Sheikh Jarrah.

El segundo mensaje es para los países de Oriente Medio (Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí, Bahrein) que normalizaron o mantuvieron una buena relación con Israel. Irán dice que está vigilando de cerca todos los movimientos y que ningún barco israelí está a salvo, todos están expuestos a ser atacados y se consideran objetivos potenciales.

¿Quién fue el iniciador? Durante años, Israel contribuyó a aumentar la tensión y las "sanciones" de Estados Unidos a Irán: mató a los científicos nucleares iraníes, contribuyó al asesinato del general de división Qassem Soleimani y atacó emplazamientos militares iraníes en Siria, emplazamientos nucleares en distintas partes de Irán, saboteó barcos y atacó petroleros.

Por otro lado, Irán armó y apoyó a Hezbolá desde los años 80, impidió la caída de al-Assad en Siria en 2011, armó a Gaza y dotó a los huzíes en Yemen desde 2015, impidiendo la partición de Irak y el control por parte de ISIS del país.

Las ganancias de Irán son estratégicas: crearon aliados fuertes y permanentes que causaron una amenaza real a la "mano libre" y la agresión israelí, mientras que los ataques de Israel son tácticos y no afectan a la fuerza y el progreso generalizado de Irán. Israel es ahora consciente de que Irán responderá a cada uno de los ataques contra cualquier objetivo iraní, esté donde esté. Los ataques israelíes se han convertido en un mero espectáculo, un mensaje sin sentido.

La respuesta iraní se ha convertido en algo rotundo y reconocido: ha resonado porque el mundo no está acostumbrado a ver a ningún país del mundo enfrentarse a Israel cara a cara. Además, en este enfrentamiento, Irán parece ignorar al fuerte aliado de Israel, Estados Unidos, incluso durante una negociación crítica en Viena sobre el acuerdo nuclear, y sin duda está rompiendo el prestigio del que Israel ha disfrutado durante décadas. Irán ha transformado los ataques israelíes en una oportunidad para mostrar su fuerza y se atreve a responder directamente, filtrando la noticia a los medios de comunicación sin declarar su responsabilidad.


Este artículo fue publicado originalmente en el blog de Elijah J. Magnier el 7 de julio de 2021, la traducción fue realizada por Eli C. Casas.

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