En un complejo internacional trastornado por fuerzas que destrozan cualquier intento de organicidad que beneficie a los pueblos, el presidente de Argentina está jugando el penoso rol de alinear su país con la violencia, el supremacismo y el delirio. Argentina es el tercer país más grande de América Latina —la zona a la que Estados Unidos está intentando enérgicamente esclavizar como "patio trasero"—, tiene reservas descomunales de riquezas naturales y es el octavo país del mundo por el tamaño de su territorio, que está ubicado en una región estratégica, el Atlántico Sur.
La autopostulación de Argentina como vasallo del neofascismo globalista está reventando a su sociedad y resulta un peligro para otros países. Así lo advierten medios y analistas de Europa, Estados Unidos y Asia. Presentamos una muestra de esas alarmas.
Laissez-nous faire
"El Sr. Milei prometió una guerra contra los burócratas, recortes brutales del gasto público y una desregulación radical de la segunda economía más grande de Sudamérica. Como era de esperar, el resultado ha sido devastador: una recesión sumió a más de la mitad del país en la pobreza en los primeros seis meses de 2024". Esto es parte de un editorial del diario británico The Guardian, del 12 de enero de este año.
No termina allí. Explica también que las políticas de Milei "han causado un sufrimiento significativo con escasos beneficios visibles. Los precios al consumidor aumentaron un 160% en su primer año de mandato, aproximadamente el mismo aumento registrado durante el último año del gobierno anterior. En lugar de representar una ruptura con el pasado, la agenda del Sr. Milei evoca las de anteriores administraciones de derecha, cuyos miembros ahora forman parte de su gabinete".
El diario cita al historiador económico Michael A. Bernstein, quien comentó que "laissez-faire" a menudo significa como "laissez-nous faire", es decir, "permitir que los intereses corporativos operen con mínima supervisión".
"Dichas políticas", afirma la nota, "podrían enriquecer a unos pocos en Argentina (o en la América trumpiana), pero para la mayoría, conducen a mayores dificultades y desigualdad. La apuesta del Sr. Milei es que puede engañar a suficientes personas para que dejen su desastre para que su sucesor lo limpie. Es una apuesta cínica y miope que descuida la necesidad de reformas significativas en Argentina".
El New York Times publicó el pasado 26 de septiembre el artículo "Milei prometió arreglar la economía argentina. Luego llegó la nueva crisis", en el que Ana Ionova y Daniel Politi sostienen que cuando los “dolorosos arreglos (de Milei) dificultaban la vida para millones de personas, su popularidad se mantenía por la esperanza de que por fin tuviera éxito donde sus predecesores habían tropezado: sacar a Argentina de una crisis crónica. Sin embargo, en las últimas semanas, Milei se encontró ante un colapso económico tan grave —los inversores habían empezado a vender la moneda argentina, el peso, y a deshacerse de los activos argentinos— que el pánico creció ante un posible impago de los enormes préstamos internacionales del país".
Desde Washington, Politico planteó la semana pasada que "el partido de Milei fue arrasado en elecciones locales de importancia a principios de septiembre, y se espera que su movimiento político sufra una paliza similar de las elecciones legislativas de fin de año, mientras los argentinos denuncian un aumento en la pobreza como resultado de las políticas de austeridad y la corrupción interna del gobierno de Milei".
Poco antes el Nuevo Herald de Miami hablaba de un "cóctel de incertidumbre política y económica" para describir que "Argentina tiene dificultades para acumular reservas monetarias. Aunque la inflación ha desacelerado, la actividad económica está estancada. Las inversiones se demoran y el crédito se encarece. El país tiene abultados compromisos de deuda por delante, sin posibilidad por el momento de regresar a los mercados internacionales para financiarse".
Argentina, un ejemplo
En la misma fecha EIR News Service explica que "a poco más de un mes de las elecciones nacionales de mitad de mandato del 26 de octubre en Argentina, el Presidente Javier ‘motosierra’ Milei y su gobierno, envuelto en escándalos, están sumidos en el pánico total, ya que los mercados financieros del país y la popularidad de Milei se han desplomado en medio de una crisis económica cada vez más grave, una caída de la bolsa y importantes derrotas políticas".
El director de EIR para Iberoamérica, Dennis Small, ya había advertido sobre los alcances internacionales de su política: "De hecho, a Milei lo pusieron en el cargo y lo están promoviendo ampliamente a nivel internacional con el propósito de convertir a Argentina en un ejemplo sangriento para cualquier nación, ya sea del Norte (como Estados Unidos), o del Sur Global, que pueda estar considerando salirse de la camisa de fuerza de Wall Street y de la City de Londres, como lo hizo la propia Argentina durante los gobiernos consecutivos de Néstor Kirchner (2003 – 2007) seguidos por los dos mandatos de su viuda Cristina Fernández de Kirchner (2007-2011 y 2011-2015)".
Luego de las elecciones a diputados provinciales en la provincia de Buenos Aires, Sandra Cohen, escribió en el medio brasileño G1 que "el castigo en las urnas (…) parece haber reflejado de inmediato las turbulencias que han debilitado al gobierno en las últimas semanas: sucesivas derrotas en el Parlamento, presiones sobre el tipo de cambio y la filtración de grabaciones de audio que vinculan a Karina Milei, la principal estratega del presidente, a quien llama ‘Jefe’, con un esquema de sobornos para la compra de medicamentos para la Agencia Nacional de Discapacidad".
El periódico chileno El Mercurio, lejos de cualquier izquierda o centro, mostró sus dudas con Milei en su editorial del 9 de septiembre: "El control de la inflación ha sido un logro indiscutible, pero no ha ido hasta ahora acompañado por una mejoría de la situación general. Se reclama por los bajos salarios y pensiones, el desempleo, la incertidumbre y los recortes del gasto público. Mientras, el estilo confrontacional de Milei le ha dificultado el trato no solo con la oposición, sino con aliados que han votado a favor de sus reformas, y con los gobernadores de las provincias, quienes tienen importante poder sobre los parlamentarios".
El mismo presidente Gabriel Boric, en el discurso que siguió al homenaje al difunto Pepe Mujica, puntualizó: "Miren ustedes cómo el presidente de Argentina trata hoy a quienes son opositores a él. Les dice ‘los kukas, los kukas’. Cucarachas. Yo no soy peronista, pero más allá de dónde se sea, el tratar de cucaracha a tu adversario… ¿Qué se hace con las cucarachas? Se las aplasta, y las palabras van construyendo realidades".
La editorial del diario británico The Guardian, publicada el 30 de abril del presente 2025, habló de las tácticas autoritarias que ha usado Milei, entre ellas supresión del derecho a la protesta y ataques a la libertad de prensa, "para imponer una terapia de shock. El plan ha sido imponer austeridad, disparar la inflación y recrudecer la pobreza, para después cantar victoria cuando la caída en los precios reduzca los indicadores de pobreza".
"Lo económicamente racional es políticamente tóxico para el credo libertario del presidente Milei. La austeridad no está ganando tiempo para la industrialización. Está encerrando a Argentina en un modelo exportador de recursos amigable al capital, alineado con los intereses de los EEUU. Eso favorece al bloque agro-exportador que apoya al presidente Milei. Siempre la enferma de Sudamérica, Argentina, permanece atrapada en la exportación de commodities baratas en vez de construir una industria de valor agregado. El presidente Milei ve la verdadera cura –un desarrollo sustentable apoyado por el Estado– como algo peor que la enfermedad. Al perseguir una pureza ideológica y el favor de Trump, profundiza la inestabilidad crónica de Argentina y arrastra consigo la credibilidad del FMI a nivel global", termina.
En la misma línea, Consuelo Thiers, docente de relaciones internacionales de la Universidad de Edimburgo, advirtió en The Loop que "la Argentina de hoy sirve como una advertencia. El país muestra lo que pasa cuando la ideología, la lealtad personal y el espectáculo político reemplazan a la experiencia, los procesos y la diplomacia. Las relaciones exteriores de Argentina están en un estado de parálisis; sus profesionales apartados, su dirección poco clara y su credibilidad reducida".
Un clima de violencia política
En la nota "El Gobierno de Milei bajo la lupa en Argentina" del pasado 29 de agosto, Maricel Drazer consulta para la agencia Deutsche Welle sobre la gestión de Milei a diferentes analistas alemanes.
Michael Álvarez Kalverkamp, representante para Argentina, Uruguay y Paraguay de la Fundación Heinrich Böll, ligada al partido alemán Los Verdes, describe el ambiente de Argentina como "tenso y preocupante". Recuerda que desde la propia cuenta de Milei se envió la frase “No odiamos lo suficiente a los periodistas’", y sostiene que "esto genera un clima de violencia política desde el poder pocas veces visto en la Argentina desde la vuelta a la democracia".
Torge Löding, representante en el Cono Sur de la Fundación Rosa Luxemburgo, evalúa que "hay mucha incertidumbre y tensión social" y agrega que las denuncias contra Milei y su entorno "son serias porque dejan en evidencia la contradicción entre el discurso oficial de ‘terminar con la casta’ y la realidad de un Gobierno rodeado de negocios turbios".
Löding asevera que "lo que predomina es una violencia ejercida desde arriba: despidos, hambre, ajuste, represión a las movilizaciones y persecución a los movimientos sociales. Es una violencia estructural impulsada por el Estado para garantizar el ajuste y disciplinar a la sociedad".
El representante para Argentina de la Fundación Hanns Seidel, Klaus Georg Binder lamenta que "Milei insulta con frecuencia a los periodistas y a los medios, los tilda de formar parte de una ‘casta’ corrupta y desacredita sistemáticamente las informaciones críticas". Binder agrega que en este contexto, "hay un permanente ruido de fondo de campañas digitales difamatorias y amenazantes".
Svenja Blanke, representante en Argentina de la Fundación Friedrich Ebert, enfatiza "una narrativa violenta por parte del Gobierno", así como "medidas represivas en relación con las manifestaciones en la calle".
El País de España, sostiene en su edición del 27 de septiembre: "Más allá del oxígeno inmediato, la operación refuerza la dependencia de Argentina respecto de un solo aliado externo y, peor aún, ata su suerte a la volatilidad de la política estadounidense. Que Trump bendijese con entusiasmo la hipotética ‘reelección’ de Milei a más de dos años de las presidenciales debería encender las alarmas democráticas".
El portal qatarí Al Jazeera habla de Italia y Argentina, afirmando que "hay en ambos países un apetito por una agenda populista y una restructuración del sistema. Los líderes supuestamente populistas de estos países, sin embargo, en lugar de enfocarse en enfrentar estos problemas urgentes, parecen obsesionados con contrarrestar amenazas hipotéticas de Rusia y China. Están librando una guerra contra el fantasma del comunismo mientras sus pueblos se asfixian bajo el peso de un capitalismo desatado".
Desde el otro lado del mundo, el China Daily rompe la inalterable moderación del periodismo oriental para afirmar que "el alineamiento del presidente argentino Javier Milei con el Norte Global y el rechazo a la membresía de los BRICS aíslan aún más a Argentina de los marcos de cooperación que impulsan la innovación y el desarrollo en el Sur Global. A nivel local, el profundo ajuste fiscal ha cortado subsidios y desreguló servicios básicos, llevando a un aumento abrupto en el precio de transportes, energía y bienes esenciales". Estas medidas, "junto con oportunidades perdidas como los BRICS, profundizan la desigualdad y perjudican la estabilidad a largo plazo".
Rishi Sunak, Javier Milei y Donald Trump
Apenas asumió Milei, George Monbiot escribió en el diario británico The Guardian: "Milei intenta, con un vasto decreto de ‘emergencia’ y un gigantesco proyecto de ley de reforma, lograr lo que los conservadores han hecho en el Reino Unido durante 45 años. El programa de emergencia guarda sorprendentes similitudes con el ‘mini’ (o maxi) presupuesto de Liz Truss, que destrozó las perspectivas de muchas personas de clase media y baja y exacerbó la agitación que ahora domina la vida pública".
Monbiot explica que esto no es una coincidencia: "El programa de Milei estuvo fuertemente influenciado por los think tanks neoliberales argentinos pertenecientes a la llamada Red Atlas, un organismo de coordinación global que promueve, en general, el mismo paquete político y económico dondequiera que opera. Fue fundada en 1981 por un ciudadano británico, Antony Fisher. Fisher también fue el fundador del Instituto de Asuntos Económicos (IEA), uno de los primeros miembros de la Red Atlas".
Más adelante sostiene que "podríamos describir ciertas políticas como las de Milei, Bolsonaro, Truss, Johnson o Sunak, pero todas son variaciones de los mismos temas, ideadas y perfeccionadas por grupos de presión pertenecientes a la misma red. Esos presidentes y primeros ministros son solo las caras que presenta el programa".
El diario revela que "la propia Red Atlas y muchos de sus miembros han recibido dinero de redes de financiación creadas por los hermanos Koch y otros multimillonarios de derecha, así como de compañías petroleras, carboneras y tabacaleras, y otros intereses a ultranza".
Explica que los grupos de presión "luchan en nombre de sus donantes, en la guerra de clases que libran los ricos contra los pobres . Cuando un gobierno responde a las demandas de la red, en realidad responde al dinero que la financia". Asimismo, asegura que "los depósitos de dinero negro y la Red Atlas son un medio muy eficaz para ocultar y acumular poder. Son el canal a través del cual multimillonarios y corporaciones influyen en la política sin revelar sus intenciones, aprenden las políticas y tácticas más efectivas para superar la resistencia a su agenda y luego las difunden por todo el mundo. Así es como las democracias nominales se convierten en nuevas aristocracias". La nota finaliza con Argentina, "donde Milei ha llenado el vacío dejado por el grave desgobierno de sus predecesores y es capaz de imponer, al más puro estilo de la doctrina del shock, políticas que de otro modo encontrarían una férrea resistencia, las clases pobres y medias están a punto de pagar un precio terrible. ¿Cómo lo sabemos? Porque programas muy similares se han impuesto en otros países, empezando por Chile, su vecino, tras el golpe de Estado de Augusto Pinochet en 1973".
Publicado originalmente en Tektónikos el 1 de octubre de 2025.