El centro-sur de Brasil está atravesando un inverno, extraño por su intensidad, que ha afectado a al menos 300 ciudades productoras con nevadas y lluvias heladas. El fenómeno meteorológico comenzó a finales de junio y se ha prolongado hasta ahora, incidiendo en el rendimiento de grandes extensiones de monocultivos de maíz, café y caña de azúcar, dice en un artículo de Reuters.
Un informe de la consultora de agronegocios AgRura, citada por la agencia de noticias, indica que la producción de maíz caerá a su nivel más bajo en diez años. Los agricultores brasileños esperan que la cosecha sea de 51,6 millones de toneladas de maíz, 19 millones menos que los 70,5 millones de la temporada pasada.
La sequía entre abril y mayo en las zonas de producción de maíz también afectaron el rendimiento de la cosecha de ese rubro.
El corredor StoneX, que en mayo proyectaba una producción de 35,7 millones de toneladas de azúcar en Brasil, recortó su estimación a 34,5 millones de toneladas, 10% menos que la cantidad que hubo en la temporada de cosecha pasada.
Por su parte, la compañía asiática Wilmar, uno de los principales comerciantes de azúcar en el mundo, “solo espera alrededor de 28 millones de toneladas de azúcar en 2021/22 debido a los extensos daños en los campos de caña”.
Hay diferentes evaluaciones sobre los daños ocasionados a la producción de café. Mientras que algunas estimaciones afirman que se han perdido entre 2,5 y 5,5 millones de sacos, un artículo publicado por PDG Brasil, portal de noticias sobre el café, informó que la cifra real podría acercarse a diez millones de sacos.
Brasil es el principal productor de azúcar y café en el mundo, y el tercer productor de maíz después de EEUU y China. La producción a gran escala de esos rubros está basada en técnicas agroindustriales que dañan la diversidad biológica de los lugares en los que se siembra e influyen en que ocurran cambios climáticos extraños como los que está padeciendo el país continental.
Debido a la lógica de mercantilización de los alimentos y al papel que juega Brasil en la cadena de producción de ese sector, el delicado escenario de las cosechas brasileñas puede derivar en alza de los precios y en escasez a nivel global.