Dom. 22 Diciembre 2024 Actualizado Sábado, 14. Diciembre 2024 - 10:42

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Contra muchos pronósticos, Maduro se alza frente a la AN en su Memoria y Cuenta 2020. (Foto: Prensa Presidencial Venezuela )

El excepcional 2020. Principales elementos de la memoria y cuenta presidencial

Este martes 12 de enero, el presidente Maduro realizó su memoria y cuenta y discurso anual ante la nación en la Asamblea Nacional (AN), donde esbozó los elementos más sobresalientes de la política y la vida nacional durante el año 2020, así como las perspectivas para el año entrante.

A continuación serán reseñados algunos de los hitos y datos más destacados de su intervención.

La estabilidad política y nuevo ciclo parlamentario

El presidente Maduro, contra muchos pronósticos, regresa al hemiciclo del Parlamento nacional, tal como lo hizo hace cinco años frente a una AN dominada por la oposición. En aquel momento, el antichavismo auguraba que sería la última presentación del Presidente en el habitual discurso de inicios de año, pero el cuadro político venezolano tiene hoy a Maduro en posición triunfante luego de superar el pasado ciclo parlamentario. “Estar acá hoy como presidente constitucional ante la renovada AN es un prodigio de la determinación que tiene este pueblo de ser libre, que tarde o temprano tendrán que reconocer aquellos quienes desde una perspectiva colonialista nos subestiman”, señaló.

Maduro abre un nuevo ciclo parlamentario en simultáneo a la tumultuosa y caótica transición de mando en EEUU con un Donald Trump en la puerta de salida y a punto de ser enjuiciado políticamente, cuadro que es una paradoja tomando en cuenta que el gobierno estadounidense en los últimos 4 años rebasó muchas líneas intentando desmantelar al chavismo.

A lo largo de su discurso, recordó varias arremetidas contra el país que van desde el intento de magnicidio en su contra en 2018, la puesta de precio a su cabeza por parte del gobierno estadounidense, hasta el intento de inserción de mercenarios por medio de la  Operación Gedeón, todo ello, según dijo, con Donald Trump al frente.

Igualmente, refirió el “triunfo de la paz” y la estabilidad política, con lo cual se renueva la salud institucional del país y se cierra el nefasto ciclo parlamentario precedente y se recupera este espacio legítimo de gobernabilidad.

La lucha contra la pandemia COVID-19

La pandemia COVID-19 ha sido, sin dudas, el punto de inflexión más importante en la gestión pública nacional y ha requerido de un despliegue inédito del Estado venezolano y la sociedad, en condiciones adversas. Sin embargo, el presidente reiteró que la oportuna acción de su gobierno ha permitido la maniobra efectiva de la crisis. “Fuimos el primer país del mundo, y yo como Presidente, el primero del mundo en ponerme el tapabocas y llamar a la población a su uso indispensable”, señaló el mandatario, agregando que en Venezuela se han reportado apenas 120 mil casos en 300 días de pandemia, una cifra claramente inferior si se compara con otros países. Agregó que incluso antes de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) promoviera el uso del tapabocas Venezuela ya lo estaba implementando.

Asimismo, refirió el despliegue excepcional del Estado, el uso de la Plataforma Patria como herramienta de infogobierno para la atención a la población y la activación de 14 mil brigadas médicas para la atención casa por casa, basados en esa información. Igualmente, se habilitaron 58 hospitales centinelas especializados en COVID-19 y 400 CDI para hospitalizar pacientes. La cobertura ha sido casi total en los casos, señaló, y Venezuela es el único país del mundo que ha previsto mecanismos de hospitalización a todos los casos confirmados.

En los últimos 3 meses se ha mantenido en 95% la recuperación de los pacientes de COVID-19, en comparación con el promedio anual de 70%, esto gracias al esfuerzo de hospitalización del 95% de los pacientes, dijo.

Bonificaciones, inamovilidad laboral, suspensión de pagos de alquileres, entre otras acciones, permitieron que durante los primeros meses de la pandemia hubiese altos niveles de acatamiento a las medidas de distanciamiento social. Llamó a sostener y “mejorar” el sistema 7+7 que ha ordenado, para mitigar el número de contagios e igualmente sostener el funcionamiento de un grupo de actividades económicas.

El mandatario refirió que el resultado en la lucha contra la pandemia ha sido producto de un “esfuerzo colectivo” y recalcó los pesares sobre las familias venezolanas en la dinámica de distanciamiento social.

La síntesis de su discurso en referencia a la lucha contra el COVID-19 da cuenta de la singularidad de la política pública y su marco de excepcionalidad por la dureza de las circunstancias impuestas por el bloqueo estadounidense y sus satélites contra el país, que ha anulado las capacidades del Estado venezolano en acceder, en condiciones regulares, a insumos y equipos médicos. Agradeció igualmente el apoyo de países como China, Rusia y Cuba, así como a la Organización de Naciones Unidas (ONU), por la ayuda durante la crisis sanitaria.

Destacó que la cohesión nacional, la conciencia y la clara y oportuna política estatal en el manejo de la crisis, ha hecho la diferencia en Venezuela, reseñando la confianza social puesta en las actuaciones del Estado.

El bloqueo contra el país

El Presidente Maduro refirió en su alocución la persistencia del bloqueo estadounidense contra Venezuela, de hecho, fue un elemento transversal en su discurso, indicando los embates con los cuales se enfrenta la economía nacional y las desfiguraciones profundas que estos generan y, por ende, definen en buena medida el panorama económico del país.

Detalló que en seis años el país perdió 98,6% del volumen de ingresos en divisas. La nación pasó de obtener más de 50 mil millones de dólares en 2013 a disponer de 743 millones en 2020. De cada 100 dólares o euros que el país obtenía por la venta de petróleo en 2014 hoy solo recibe un poco más de 1 dólar estadounidense.

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Pérdida de divisas por caída del ingreso a la nación (Foto: Prensa Presidencial Venezuela )

El bloqueo ha ido a la médula de la economía nacional, entendiendo que en cifras históricas el Estado venezolano mediante las exportaciones de crudo ha aportado el 95% de las divisas que han circulado en la economía. El presidente señaló que el impacto del bloqueo se ha traducido en la pérdida de producción de 2 millones 153 mil barriles de crudo al día desde el año 2015 hasta finales de 2020 a causa de la caída operacional, tanto por la imposibilidad de exportaciones como por la caída de la inversión inducida. De esta manera, agregó, la pérdida neta estimada para la nación es de más de 102 mil millones de dólares que no ingresaron en la economía nacional en ese mismo período.

"Lo más brutal que hemos enfrentado es la guerra económica. El ataque en los últimos cinco años ha sido multiforme. Ha atacado todos los frentes: el oro, el petro, la importación de bienes, la producción interna. No hay frente que no haya sido atacado", dijo. Agregó que la abrupta caída de los ingresos "desarticuló los equilibrios macroeconómicos, afectó las reservas internacionales, el PIB, la liquidez monetaria y, lo más doloroso, el ingreso de las y los trabajadores, que debe ser el centro de la recuperación económica".

Reconoció estragos como el aumento del desempleo en 2 puntos, ubicándose en 8%, una cifra que no se registraba en Venezuela desde hace 10 años. Asimismo, refirió que el deterioro del salario incrementaba el ascenso del empleo informal a 43,9% y de la misma manera se degradaba el empleo formal, que bajó desde 59,3% hasta 56,1%.

No obstante, el mandatario recalcó avances y posibilidades en otras áreas a expensas del bloqueo. Señaló que en 2020 se produjeron 400 mil toneladas más de alimentos en tierra venezolana y “se está llegando a un punto casi de autoabastecimiento con producción venezolana”. Este señalamiento no es un dato menor si se considera la histórica “economía de puertos” que se ha apalancado a expensas del rentismo petrolero en el país. Paradójicamente, el presidente ha referido una circunstancia favorable en medio de los desgarramientos del embargo económico.

Al mismo tiempo, agregó que el país se está preparando para una embestida legal en el frente externo para ir por la recuperación de los activos venezolanos detenidos o congelados por instancias aliadas del pretendido gobierno paralelo de Juan Guaidó. “Tenemos que demandar al que haya que demandar, litigar ante quien haya que litigar, acudir adonde haya que acudir para devolver al país el patrimonio robado, que alimenta hoy la vida de lujo de los criminales y multimillonarios corruptos”, indicó. La aseveración tiene que ver con algunos cambios superficiales en las condiciones de reconocimiento al gobierno fake de Guaidó por parte de instancias como la Unión Europea (UE), quienes delegaron a sus países miembros su reconocimiento como “presidente interino”, tanto por el agotamiento y desgaste de su figura como  la ruptura de consensos alrededor del bloqueo contra el país.

Frente a la crisis de combustibles construida contra Venezuela a expensas del bloqueo, el presidente Maduro recalcó que la labor sostenida de los trabajadores petroleros y el apoyo de Irán —quienes mediante “vuelos secretos” trajeron a Venezuela repuestos para las refinerías nacionales— la producción de gasolina se ha recuperado, que de 1 millón 500 mil barriles de gasolina producidos entre el 1 de enero al 31 de mayo pasó a 11 millones de barriles desde el 1 de junio al 31 diciembre de 2020, alejando al país del ansiado punto de colapso promovido por los agentes del asedio.

Igualmente, indicó que el país espera recuperar la producción en 1 millón 500 mil barriles de crudo por día en los próximos meses, acorde a nuevas alianzas en el marco de la Ley Antibloqueo y nuevas acciones para sortear el bloqueo.

Economía interna

El presidente Maduro volvió a referirse al proceso de incorporación del dólar, cada vez más, en operaciones comerciales en el país, señalando este fenómeno como una “válvula” que ha facilitado transacciones en medio de fuertes presiones de devaluación inducida, citando al Senador estadounidense Richard Clark, quien admitió que “fuimos nosotros (EEUU) los que hicimos que su moneda no valiera nada”.

Señaló la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios que permitió la flexibilización de mecanismos para el uso del dólar como medio de pago. Sin embargo, resaltó el valor del bolívar como signo monetario, ya que el 77% de las transacciones del país se hacen vía digital en moneda nacional y 20% en dólares  en efectivo. Esta consideración es nuevamente reiterada por el mandatario. La incorporación instrumental del dólar estadounidense por parte de la población y los agentes económicos, y también por la regulación y reglamentación del Estado de este fenómeno, ha supuesto la dolarización de la economía venezolana. Sin embargo, el presidente enfatizó la permanencia de la economía en el bolívar, eso sí, dentro de las contradicciones y nuevas realidades que ha impuesto la coyuntura económica.

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El financiamiento al sector público es la base de la nomina del Estado (Foto: Prensa Presidencial Venezuela )

Para Maduro, el afianzamiento del bolívar no será un proceso corto, pero indicó que su recuperación irá en simultáneo con el uso de criptoactivos y otras formas de pago digital como mecanismos para facilitar las transacciones rutinarias.

Se prevé entonces, tal como ya lo había referido, que Venezuela pase este año a nuevas modalidades de pago digital (de ticket y BePOS) para sustituir aún más el efectivo en actividades como el transporte, que es la que más capta la moneda nacional en papel. La apuesta es que la economía venezolana vaya a un 100% en modalidades digitales.

El presidente indicó que las mismas circunstancias de bloqueo, así como las medidas económicas de su gabinete, han empujado al país a nuevas relaciones económicas entre el Estado y el sector privado, superando viejas lógicas rentistas y promoviendo la inversión en divisas en la economía real por parte de estos sectores como mecanismos de alivio, justificadas por la caída neta de renta por crudo.

Convocó a un esfuerzo nacional por la recuperación del salario sin demagogias y en reconocimiento de las nuevas realidades que enfrenta el país. “Durante 2020, se entregaron 517 millones de bonos que beneficiaron a 14.2 millones de personas, en promedio mensualmente. Se transfirieron recursos a sectores vulnerables por 1.400 millones de dólares”, señaló, indicando que estas bonificaciones han sido paliativas a la caída en los salarios. “Se otorgaron 23 bonos únicos de protección social, bonos mensuales de protección a parto humanizado, lactancia materna, José Gregorio Hernández y bonos de Hogares de la Patria a 6.2 millones de hogares”.

En la misma línea de gestión del “salario social”, el presidente indicó que se distribuyeron 121 millones de CLAP, superiores a 1 millón 200 mil toneladas. “Se cumplió la meta, aunque hay que vigilar la calidad de los productos, y debe mejorar permanentemente, con producción nacional”.

En materia fiscal, indicó que en los últimos tres años el aporte fiscal de la recaudación interna al gasto público en bolívares se duplicó, pasando de 23% a 47% entre 2018 y 2020. Hoy, a pesar de la pandemia, prácticamente la mitad del presupuesto nacional se financia con tributos internos, agregó.

Rumbo a la Comuna, bases de misiones y viviendas

Como parte de su agenda política y en fomento de la democracia participativa y protagónica, que está claramente vinculada a la gestión social y las políticas de Estado, el presidente Maduro afianzó su propuesta de avanzar en nuevas leyes sobre “Ciudades Comunales” y “Parlamento Comunal”. Visto así, el chavismo se dispone a ganar terreno en áres de la política profunda del país, que se desenvuelve desde las realidades de lo cotidiano. De la misma manera, la apuesta va en profundizar acciones con lo popular como bandera indispensable del chavismo.

Maduro apuesta a romper con el letargo y la parálisis que se ha pretendido inducir a la política interna y responder a las fuerzas que pretenden hacer retroceder en lo político al Estado y a sus fuerzas sociales, por ello, la propuesta de avance popular toma forma ambiciosa en esta alocución.

Se consolida la organización popular con el desarrollo 3 mil 219 comunas, 48 mil 548 consejos comunales organizados y con vocerías actualizadas por voto directo y 2 mil 401 consejos productivos de trabajadores (CPT). “Somos la clase obrera en el poder”, aseguró.

En 2020, se inauguraron 560 bases de misiones socialistas para un total de mil 261 bases activadas, que atienden a las comunidades barrio adentro. Se instalaron 291 nuevas casas de alimentación para llegar 3 mil 672 en todo el país. En 2020 Venezuela levantó 400 mil nuevas viviendas y para 2021 hay una meta de construir 500 mil viviendas de la GMVV, “rumbo a 5 millones de viviendas para 2025”, balances y nuevas metas que en tiempos de bloqueo y pandemia son sumamente significativas.

Contraofensiva y afianzamiento multidireccional de la política pública

La síntesis de la alocución presidencial recoge que los hitos fundamentales del año 2020 que están marcados por la singularidad de una política nacional que se sostiene pese a duros embates. Para el presidente, el logro de la continuidad del país frente al cuadro de amenazas y acciones lesivas al interés nacional es, en esencia, el elemento de gran peso que define el transito del año que recién culminó.

La presencia del presidente Maduro en el cargo y la recuperación de la estabilidad política e institucional de la nación, dando cierre al ciclo parlamentario anterior, son indicadores de que Venezuela se alejó del pretendido avasallamiento. Maduro reivindicó haber hecho fracasar a quienes actuaron para desmantelar al Estado. El año 2020 —marcado por su excepcionalidad y por haber sido punto cumbre de la “máxima presión” contra el país, como no se había registrado hasta hoy—, culmina como un año de resistencia, pero también de contraofensiva.

El afianzamiento de la política pública en todas sus dimensiones va en la búsqueda de la recuperación de la estabilidad económica y social, pero, especialmente, por la recuperación del papel del Estado en gobernar y promover la política pública como trincheras inexpugnables del chavismo, tal como ha sido históricamente. Ese es el principal elemento denominador del discurso presidencial y deja clara una hoja de ruta que apunta hacia adentro de la vida nacional.

Pese a los desgarramientos que produjo el bloqueo, reconocidos y dando por sentado que la asfixia al país pretendió hacer desaparecer la gestión de gobierno, el año 2021 tendrá nuevos desafíos para producir nuevos espacios de recuperación en el tejido socio-político nacional. Es la apuesta que hace el mandatario y es una directriz que traza para todos los sectores del país.

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