Dom. 17 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 11:45 am

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Vicepresidenta ejecutiva, Delcy Rodríguez, durante el Consejo Nacional de Economía Productiva, capítulo Bolívar. (Foto: @ViceVenezuela)
Control económico palpable

Inflación y tipo de cambio: balance del primer cuatrimestre

El desempeño de la economía venezolana en lo que va de año sugiere la mitigación de los indicadores más adversos que se han registrado en el país durante los últimos años.

Sobre la nación se mantiene un marco económico coercitivo de origen foráneo, que sigue restringiendo importantes actividades en lo interno y seguirá siendo influyente en lo que resta de año. Sin embargo, el gobierno venezolano ha aplicado estrategias que le han otorgado una nueva gobernanza sobre elementos sensibles que implican un impacto directo sobre la población.

El año 2024 se perfila, hasta ahora, como el más exitoso en la lucha contra la inflación en más de una década, y adicionalmente el presidente Nicolás Maduro ha mencionado que estima un crecimiento de la economía por el orden de 8 puntos, mientras que para otras instancias, como el Fondo Monetario Internacional (FMI), hay una previsión de crecimiento de 4%, la que sería la más alta de Sudamérica, según el ente financiero.

Claramente las sanciones ilegales contra la economía venezolana tendrán un impacto sobre los indicadores económicos, pero en lo que va de año las perspectivas siguen siendo favorables.

EL “MONSTRUO” DE LA INFLACIÓN

Este indicador ha sido el más difícil de manejar para la gestión económica de Venezuela en los últimos años. Su escalada inició con la guerra económica y comercial interna y la caída de los precios internacionales del petróleo. Estos eventos tuvieron lugar desde el año 2014.

Seguidamente, las sanciones sobrevenidas en la actividad petrolera venezolana en el año 2017 por parte del gobierno de Donald Trump amplificaron la inflación anualizada, la cual se incrementó el año 2018 hasta la insólita cifra de 130 060%, la más alta jamás registrada por algún país. Ese año, como nunca antes, la inflación adquirió verdaderas categorías monstruosas, independientemente de que esta denominación sobre los índices de precios se viene usando en Venezuela con mucha frecuencia desde el "viernes negro" de inicios de los años ochenta.

No obstante, la política económica implementada por el gobierno venezolano logró degradar progresivamente este influyente indicador y para el mes de diciembre de 2023 se redujo 33 puntos con relación al mismo mes del año anterior —inflación anualizada de diciembre—, con lo cual se registró la cifra más baja desde 2013, 2,4%.

Las previsiones de algunas firmas de análisis económico habían estimado una inflación para el cierre de 2024 de más de 100%. El Observatorio Venezolano de Finanzas (OVF) había estimado una inflación de 176% para este año. Pero tales cálculos podrían estar cambiando a la luz de los datos, e inesperadamente la inflación podría alcanzar los dos dígitos al cierre de este año.

El diciembre menos inflacionario en los últimos 13 años anunciaba la posibilidad de que este 2024 contara con una inflación más estable y a la baja, según cifras del Banco Central de Venezuela (BCV). En efecto ha sido así y hasta el cierre del mes de abril, este es el año con menos inflación en más de una década.

El pasado 3 de mayo el BCV divulgó sus cálculos sobre el índice Nacional de Precios al Consumidor (INPC) del mes de abril. "Variación intermensual del INPC en abril de 2024 fue de 2%. Este resultado representa la menor inflación desde hace 12 años, en el marco de una nueva economía y con el esfuerzo propio de todos los venezolanos", señaló la cuenta oficial del BCV en la plataforma “X”, la cual respaldaron con dos gráficas.

Según los datos, puede apreciarse que solo en abril de 2018 la inflación acumuló 55,8%, mientras que en 2022, 2023 y 2024, años de despliegue del nuevo sistema cambiario nacional y de importantes medidas monetarias para restringir la liquidez, los indicadores han bajado a niveles notables.

En lo que va de 2024 la inflación acumulada es de 6,3%, lo que en efecto significa el registro más bajo en el periodo enero-abril en los últimos 12 años, tal como se puede apreciar en la siguiente expresión gráfica.

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Inflación mensual del mes de abril, período 2012 - 2024 (Foto: Fuente: BCV)

A la luz de estos números conviene mencionar que uno de los elementos más relevantes que podrían ayudar a explicar dichos resultados es el de la nueva gobernanza monetaria que rige en el país a partir del despliegue del nuevo sistema cambiario nacional.

UN SISTEMA CAMBIARIO QUE FUNCIONA

Este sistema tiene tres denominaciones. Una de ellas es la de los mecanismos de "intervención cambiaria", que consisten en la colocación de divisas en el sistema por parte del BCV.

En segundo lugar, las colocaciones en las Mesas de Cambio, aportes de las grandes empresas en el país a fin de canjear divisas por bolívares para cumplir sus diversos compromisos en moneda nacional.

En tercer lugar, las operaciones al menudeo, intercambios entre bolívares y dólares en pequeños montos, realizados por personas naturales y pequeñas personas jurídicas mediante operaciones sencillas y rutinarias en el sistema bancario nacional.

Al 5 de mayo el Tipo de Cambio de referencia del BCV se mantuvo en los 36,5 Bs/USD, un nivel que se aprecia prácticamente estático desde el mes de octubre del año anterior. Mientras que el llamado "dólar paralelo" o Tipo de Cambio no oficial mantuvo un nivel de 39,2 Bs/USD, con una brecha que, si bien se amplió ligeramente en el mes de abril, sigue siendo estrecha si se compara con los registros usuales de años anteriores.

Obviamente el sistema ha logrado contener los tipos de cambio y este es un factor clave para comprender el metabolismo de la inflación en Venezuela. Si el Tipo de Cambio aumenta, esto se verá inmediatamente reflejado en los sistemas de precios, los cuales están referenciados en la divisa extranjera. Al estabilizar el Tipo de Cambio, el gobierno venezolano está logrando una contención indirecta de los sistemas de precios.

Sobre la contención del Tipo de Cambio, puede expresarse que esta no obedece única y exclusivamente a las inyecciones de divisas que el gobierno venezolano está realizando en el sistema. Hace poco la vicepresidenta Delcy Rodríguez señaló que en el año 2019 el promedio transado en el sistema cambiario fue de 277 millones de USD, en 2023 fue de 14 585 millones de USD y en lo que va del año 2024, es decir el primer cuatrimestre, ya ha superado en 34% las cifras del año pasado para el mismo periodo.

Esto sugiere que el monto total calculado en divisas que podrían transarse en el sistema cambiario al cierre de este año podría superar los 18 000 millones de USD.

El lunes 6 de mayo el BCV hizo una nueva colocación de divisas por el orden de 68 millones de USD, con lo cual acumula unos 1 331 millones de USD vendidos mediante esta modalidad en lo que va de año.

Este es un elemento que merece atención dado que, si el gobierno venezolano mantiene los niveles de colocación, podría cerrar el año con unos 3 990 millones de USD vendidos en el sistema cambiario, lo cual equivaldría a solo 22% de los aportes al sistema. El restante, 78%, sería colocado por el sector privado en ese escenario, de mantenerse las condiciones actuales.

Claramente la política económica ha logrado superar las relaciones rentistas que habían predominado en el sistema cambiario nacional.

Otro elemento importante es la denominación de "intervención cambiaria" para llamar a las colocaciones del BCV, según la jerga económica y periodística en Venezuela. El patrón que emplea el BCV para las colocaciones es de tipo semanal, lo cual no califica como un patrón de intervención, es más bien un patrón de rutina.

Es evidente entonces que el Estado venezolano está procediendo a vender divisas en el sistema porque también cumple sus compromisos y diversas formas de pago en bolívares, entre muchos otros sus pagos de nómina para trabajadores, jubilados y pensionados de la administración pública. Técnicamente lo que hace el BCV es comprar bolívares a tasa de mercado, lo que contribuye a cotizar la moneda nacional.

Frente al sector privado en su conjunto, el Estado venezolano es ahora un oferente minoritario dentro del sistema cambiario, de ahí que no es exacto calificar los mecanismos de inyección o venta de divisas como prácticas de "intervención".

Los componentes de la cotización del bolívar frente al dólar estadounidense también están asociados a las compras de bolívares que realizan las personas jurídicas y naturales privadas, tanto en Mesas de Cambio como en las operaciones al menudeo.

Seguidamente, es importante recordar que el Ejecutivo venezolano ha aplicado importantes acciones para la contención de la liquidez durante estos años, tal como lo hizo hasta hace poco, que lo ha llevado a mantener el Encaje Legal Bancario en niveles superiores a 70%. Pero este cuadro también está cambiando.

La vicepresidenta Delcy Rodríguez refirió que entre marzo de 2023 y marzo de 2024 el crédito creció en 82%. El Ejecutivo es ahora más laxo con su política monetaria a fin de que se incremente el crédito y, en consecuencia, ello pueda alentar el crecimiento económico.

En lo que va de año, concretamente hasta el viernes 10 de mayo, la liquidez monetaria acumulada subió hasta 36,4%. Pero el Tipo de Cambio se ha mantenido. Esto quiere decir que es la oferta de divisas la que está logrando mantener el valor del bolívar frente al dólar.

El desarrollo y ejecución concreta de las medidas coercitivas contra Venezuela serán importantes para el devenir de la economía nacinal en lo que resta de año, especialmente en cuanto al flujo de divisas a la economía, lo cual podría tener repercusiones sobre el sistema cambiario.

Pero, hasta los momentos, el monstruo de la inflación se ha contenido y es el logro más importante de la política económica del gobierno nacional en lo que va de año, por el gran significado de los índices de precios para la cotidianidad de la población.

Es evidente que el sistema cambiario está cumpliendo sus objetivos. Está logrando contener la devaluación y, por ende, los sistemas de precios, lo que ofrece una necesaria estabilidad para el desarrollo de las actividades económicas y la cotidianidad de la población. De esta manera, se facilita el crecimiento.

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