El dólar estadounidense sigue perdiendo estatus como moneda de reserva a escala global y en los últimos 20 años su uso ha pasado de 73% a 58%, por lo que ya no es la "reserva hegemónica indiscutible" que solía ser a principios de este milenio.
Bloomberg recoge del analista financiero Stephen Jen que el dólar está experimentando una pérdida de su condición de activo de reserva a mayor velocidad de lo aceptado generalmente, pues muchos no tomaron en consideración los movimientos del tipo de cambio de 2022, año cuando el uso del billete verde disminuyó a una rapidez que es 10 veces superior a la media de los últimas dos décadas.
Y este fenómeno ocurrió cuando varios países comenzaron a buscar alternativas tras las "sanciones" impuestas a Rusia, señala Jen, socio de Eurizon SLJ Capital Ltd. Ajustando por los movimientos del tipo de cambio, el dólar ha sufrido una pérdida de alrededor de 11% de su cuota de mercado desde el año 2016 y el doble de esa cifra a partir de 2008, detalló.
Si las "sanciones" buscaban someter a Rusia el objetivo no fue logrado y, por el contrario, la medida se convirtió en búmeran tras la búsqueda de alternativas por parte de las economías emergentes del Sur Global, que vieron cómo se usó el dólar como arma de guerra.
Ya la primera caída drástica del dólar en los bancos centrales había ocurrido en 2021, cuando su participación como moneda de reserva descendió a 59%, según la encuesta de Composición Monetaria de las Reservas Oficiales de Divisas (Cofer) del FMI, por lo que su desplome no es un fenómeno nuevo, aunque se aceleró debido a las actuales circunstancias.