El pasado 4 de julio la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS) oficializó el ingreso de Irán como miembro de pleno derecho. El primer ministro de India, Narendra Modi, fue el encargado de darle la bienvenida al país de Asia Occidental durante la 23ª cumbre virtual del bloque.
La OCS fue creada en 2001 por China, Rusia y varios antiguos países soviéticos de Asia Central —Kazajstán, Uzbekistán, Kirguistán y Tayikistán— y se proyectó desde el principio como un bloque de cooperación euroasiática. Afganistán, Bielorrusia y Mongolia son países observadores, mientras que la organización tiene seis socios de diálogo: Armenia, Azerbaiyán, Camboya, Nepal, Sri Lanka y Turquía.
Los Estados miembros representan alrededor de 40% de la población mundial y alrededor de 30% del PIB mundial. Ha sido referida como la organización regional más grande del mundo.
Durante el evento participó el presidente chino Xi Jinping, el presidente ruso Vladímir Putin y el primer ministro de Pakistán, Shehbaz Sharif, quienes se unieron a la reunión virtual junto con los líderes de las cuatro naciones de Asia Central.
En el discurso inaugural el presidente iraní Ebrahim Raisi se refirió al bloque como una unidad que puede establecer nuevos horizontes de convergencia que podría "abrir una visión clara de un orden regional justo" para el mundo.
El encuentro se convirtió en una ocasión para condenar el sistema de dominación occidental a través del dólar, pero además para proyectar que se están conformando otros bloques autónomos de designios unipolares, que buscan el bien común basado en la cooperación.
Se espera que la plataforma siga creciendo. Arabia Saudita aprobó la decisión de unirse a la OCS como socio y también se dio la bienvenida a la firma del Memorando de Obligación para la membresía de Bielorrusia. Siria también ha anunciado planes para unirse a este espacio euroasiático, según refiere The Cradle.