El Comando de Operaciones Especiales del Ejército de Estados Unidos, responsable de algunos de los esfuerzos militares más secretos del país, se prepara para impulsar campañas de propaganda y engaño en Internet utilizando videos falsos (deepfakes), de acuerdo con documentos de contratación federal revisados por The Intercept.
Los planes, que también describen la piratería de dispositivos conectados a Internet para escuchar a escondidas con el fin de evaluar la susceptibilidad de las poblaciones extranjeras a la propaganda, llegan en un momento de intenso debate global sobre campañas de "desinformación" tecnológicamente sofisticadas, su efectividad y la ética de su uso.
El responsable de llevar a cabo la empresa sería el Comando de Operaciones Especiales, o SOCOM (por sus siglas en inglés), una instancia sin precedentes del gobierno estadounidense que señala abiertamente su deseo de usar la tecnología controvertida de manera ofensiva.
"Cuando se trata de desinformación, el Pentágono no debería combatir el fuego con fuego", dijo al medio Chris Meserole, jefe de la Iniciativa de Inteligencia Artificial y Tecnología Emergente de la Institución Brookings, quien agregó que el uso de deepfakes debe estar sujeto a "revisión y supervisión".
Las aspiraciones de propaganda de la próxima generación de SOCOM se describen en un documento de adquisición que enumera las capacidades que está buscando para el futuro cercano y solicita propuestas de partes externas que creen que pueden construirlas.
Cuando SOCOM lanzó el proyecto, en 2020, estableció una "lista de deseos de juguetes" de próxima generación para el comando de fuerzas especiales del siglo XXI, que básicamente constituían un compendio de dispositivos y herramientas futuristas que ayudarán a los soldados del país de manera más efectiva a cazar y matar a sus objetivos mediante el uso de láseres, robots, hologramas y otro hardware sofisticado. Obviamente todo era un engaño.