Los inventarios de petróleo de Estados Unidos no se están reponiendo y esto podría representar una desaceleración de la economía, señala John Kemp en Reuters.
Refiere que, a corto plazo, la presión sobre los inventarios es alcista para los precios del petróleo, y esto está pesando para el transporte y las industria.
"Las existencias totales, incluida la reserva estratégica de petróleo, han caído en 80 de las últimas 108 semanas en un total de 438 millones de barriles desde principios de julio de 2020, de acuerdo a datos de la Administración de Información Energética de Estados Unidos (EIA)", señala.
En la última semana, los inventarios de petróleo se redujeron en 9 millones de barriles, con descensos en las reservas estratégicas de crudo y sus derivados, parcialmente compensados por aumentos en el propano y otros aceites.
Tanto la actividad manufacturera como el transporte de mercancías se han desacelerado desde principios de año, lo que ha aliviado parte de la demanda de destilados y ha contribuido a estabilizar los inventarios.
Pero Kemp detalla que el bajísimo nivel de los inventarios y su incapacidad para reconstruirse implica que ahora será necesaria una desaceleración económica mucho más profunda y prolongada para que se recuperen las existencias de crudo y, sobre todo, de combustibles.