El gobierno del Reino Unido promovió y luego ocultó el exterminio de hasta 3 millones de simpatizantes del Partido Comunista de Indonesia (PKI) y de movimientos de izquierda en la década de 1960.
Al menos 500 mil militantes del PKI fueron asesinados y quedó prácticamente erradicado. También fueron víctimas del genocidio sindicalistas, hinduistas, cristianos, musulmanes moderados, la minoría china en Indonesia y civiles inocentes que fueron "acusados" de ser comunistas.
De acuerdo a archivos desclasificados, publicados en The Guardian (1 y 2), el gobierno británico montó una radio y un boletín impreso cuyo objetivo era la figura de Sukarno y "tantos personajes en la jerarquía del Gobierno, el Ejército y el servicio civil como podamos encontrar".
Luego del golpe liderado por el general Suharto en 1965, se desató una ola genocida contra los miembros del PKI, sus simpatizantes y todo aquel que fuera sospechoso de "izquierdista" en pleno desarrollo de la Guerra Fría.
Los propagandistas apoyados por el Reino Unido inflamaban las matanzas, aupándolas desde sus tribunas radiales e impresas. RT en Español expone algunos extractos de su discurso:
Con el inicio de las matanzas, los propagandistas no redujeron la intensidad de sus ataques contra el partido político. "No clamamos por la violencia, pero exigimos en nombre de todos los patriotas que este cáncer comunista sea eliminado del cuerpo del Estado", escribían en un número especial del boletín.
En cuanto al PKI, lo comparaban a "una serpiente herida", afirmando que "ahora es el momento de matarlo antes de que tenga la oportunidad de recuperarse".
"La dilación y las medidas a medias solo pueden conducir a […] nuestra destrucción definitiva y completa", afirmaban los propagandistas, reiterando que los miembros del PKI "y todo lo que representa" debían ser "eliminados para siempre".
En octubre de 2017, el gobierno de Estados Unidos desclasificó 39 documentos de su embajada en Yakarta, que cubren el periodo de 1964 a 1968. Los textos confirmaron que el país norteamericano tuvo conocimiento y también apoyó el genocidio, al igual que Reino Unido.