El debate sobre la película Oppenheimer en un video de Al Jazeera resulta esencial para analizar aspectos que no fueron abordados en la película dirigida por Christopher Nolan acerca del papel de Estados Unidos en la Segunda Guerra Mundial, específicamente sobre el uso de armas nucleares en Hiroshima y Nagasaki.
La periodista de Al Jazeera plantea que la película no cuestiona directamente la decisión de utilizar las bombas contra civiles japoneses, lo cual está en consonancia con la negativa de Estados Unidos de abordar los crímenes cometidos y la justificación de la necesidad de las bombas para poner fin a la guerra. Este rechazo a enfrentar los crímenes cometidos es un tema recurrente en la historia estadounidense.
La historiadora Naoko Wake, consultada por la periodista, argumenta que la película solo muestra un aspecto limitado de la historia de la bomba, y Estados Unidos evita plantear preguntas sobre la noción aceptada de que la Segunda Guerra Mundial fue una guerra justa. Esto lleva a cuestionar si Estados Unidos ha asumido alguna vez su responsabilidad por las vidas perdidas y las consecuencias de la bomba atómica.
Según el derecho internacional, los ataques nucleares son considerados crímenes de guerra debido al gran número de víctimas civiles en Hiroshima y Nagasaki. Se estima que alrededor de 200 mil personas murieron a causa de las bombas, muchas de las cuales sufrieron enfermedades relacionadas con la radiación a largo plazo. Además, una parte importante de las víctimas decidió no tener hijos debido al temor a deformidades asociadas con la radiación.
Según Wake, el gobierno de Estados Unidos se negó a reconocer la existencia de los sobrevivientes y los utilizó como sujetos de experimentación, lo cual es señalado como un acto reprobable. La historiadora argumenta que Estados Unidos se muestra inflexible en no asumir responsabilidad porque ello pondría en peligro la imagen de la Segunda Guerra Mundial como una guerra gloriosa, lo cual representa una amenaza para los intereses nacionales y la seguridad del país.
El video también aborda la situación en las Islas Marshall, donde las personas afectadas por las 67 pruebas de bombas nucleares alegan que el gobierno estadounidense no ha compensado adecuadamente los efectos en la salud y el medio ambiente.
La periodista destaca que la insistencia de Estados Unidos en evitar responsabilidades por crímenes cometidos trasciende a Hiroshima y Nagasaki, y plantea la preocupación sobre cómo pueden utilizarse las armas nucleares en el futuro y contra quiénes. Actualmente, nueve países poseen más de 12 mil 500 armas nucleares, y Estados Unidos tiene alrededor de 40% de ellas.