La cumbre del G7 se llevó a cabo desde el 19 hasta el 21 de mayo en Hiroshima, Japón, tristemente recordada por ser una de las ciudades donde Estados Unidos lanzó una bomba nuclear (1945). Sobre los resultados y conclusiones de esta reunión Rusia se pronunció y emitió una opinión que sistematizamos a continuación.
- La reunión estuvo plagada de mensajes "odiosos de carácter antirruso y antichino", lo que define la agenda geopolítica divisoria por venir.
- Se ha convertido en un “incubador” de iniciativas destructivas que sacuden la estabilidad global, agenda a la que se pliegan otros aliados de Estados Unidos.
- En este momento el G7 no puede sugerir nada creativo en la esfera política y diplomática.
- La rusofóbica y sinofóbica se imponen ante el surgimiento de bloques que promueven la multipolaridad.
- El G7 está resuelto a ampliar las fronteras contra Rusia a través de la guerra proxy y las "sanciones".
- La reunión sirvió para forzar garantías de suministro de armas a kiev. Los resultados de la cumbre lo confirman.
- Asimismo, sirvió para obligar a sus aliados a solidarizarse con las decisiones perjudiciales para ellos. Esto incluye la responsabilidad por mantener a los refugiados en países de la UE.
- Ningún país del G7 está en capacidad de sentirse garante del respeto de los derechos y libertades internacionales.
- Los países del G7 han promovido intervenciones militares y sus negocios siguen extrayendo depredadoramente los recursos del Sur global.
- Los intentos de los países del G7 de presentarse como partidarios de legalidad y justicia en los asuntos internacionales son una burla de la historia y el sentido común.
- Resulta paradójico que hablen de la amenaza nuclear rusa desde una ciudad donde Estados Unidos lanzó una bomba nuclear.
- El G7 es el mayor factor de agudización de los problemas globales.