Las posibilidades de distensión o construcción de un acuerdo sólido en el marco del conflicto ruso-ucraniano, han encontrado un nuevo serio obstáculo, con el nuevo paquete de medidas de sanciones contra las grandes petroleras rusas Rosneft y Lukoil.
El anuncio se produjo un día después de que Trump revelara que una reunión planeada con el presidente ruso, Vladimir Putin, había quedado pospuesta de forma indefinida.
El secretario del Tesoro de Estados Unidos Scott Bessent, anunció las sanciones, diciendo que eran necesarias debido a la "negativa de Putin a poner fin a esta guerra sin sentido".
El presidente Donald Trump había señalado durante semanas que podría imponer sanciones contra Rusia por la continuación de la guerra, pero no había tomado medidas punitivas importantes hasta este miércoles.
El anuncio ocurrió cuando Trump dijo que había "cancelado" una reunión anticipada con Putin porque "no sentía que íbamos a llegar al lugar al que tenemos que llegar".
La maniobra tiene el objetivo de aumentar los costos a Rusia –y al conjunto de países que compran petróleo ruso- por no aceptar la "estrategia pacificadora" de Trump.
El gobierno estadounidense había presionado abiertamente a India y China para que "voluntariamente" cesaran en la compra de crudo ruso. Pero este tipo de medida, de orden restrictivo, impone una presión adicional para las dos grandes naciones asiáticas. India, especialmente vulnerable frente a Estados Unidos, ha estado bajo la amenaza de aranceles por comprar crudo ruso.
RUSIA DESESTIMA LA MEDIDA
El Ministerio de Asuntos Exteriores de Rusia criticó las nuevas sanciones estadounidenses contra Rusia como "totalmente contraproducentes", incluso en lo que respecta a las negociaciones para poner fin a la guerra en Ucrania.
Sin embargo, la portavoz Maria Zajárova insistió en que las sanciones no "plantearán ningún problema particular" para la federación.
"Nuestro país ha desarrollado una fuerte inmunidad a las restricciones occidentales y continuará desarrollando con confianza su potencial económico y energético", manifestó en una conferencia de prensa semanal este jueves 23 de octubre.
Zajárova también reaccionó de manera similar a la adopción formal el jueves por parte de la Unión Europea de un decimonoveno paquete de sanciones contra Rusia, que incluye la prohibición de las importaciones de gas natural licuado ruso.
"Es un hecho evidente. Las sanciones que están imponiendo contra Rusia no están funcionando como se esperaba", declaró a la prensa. "Las sanciones que están imponiendo contra Rusia actúan principalmente contra la Unión Europea (UE)", añadió.
El presidente Vladimir Putin indicó que las sanciones contra las dos mayores petroleras rusas y sus filiales "son de carácter grave y tendrán ciertas consecuencias, pero no tendrán un impacto significativo" en la situación económica del país, afirmó el mandatario.
Putin agregó que "ningún país que se respete toma decisiones bajo presión".
ARISTAS Y NUDOS CRÍTICOS
Las posibilidades de un acuerdo de paz en el conflicto ruso-ucraniano, que hasta hace poco se consideraban altas, siguen disipándose. Esto obedece a varios nudos críticos que conviene mencionar.
Tomahawk:
El gobierno ucraniano ha solicitado insistentemente a sus socios occidentales la dotación de estos misiles de fabricación estadounidense. Pero su despliegue y lanzamiento es imposible sin la participación directa de personal, infraestructura de telemetría y soporte técnico de Estados Unidos, lo cual implicaría la participación directa de los norteamericanos en la guerra.
Se supone que el gobierno de Volodomir Zelenski logrará una inflexión en la guerra, al unir a los Tomahawk a los misiles "Taurus" de fabricación alemana, que también han sido solicitados sin éxito.
Sin embargo, Ucrania ha recibido tecnologías occidentales y ha desarrollado el misil Flamingo, de largo alcance, el cual ya ha sido usado contra Rusia, sin lograr, hasta ahora, un cambio sustancial en la correlación de poder en el conflicto.
Trump ha zigzagueado en declaraciones públicas sobre la "entrega" de estos misiles a Ucrania. Ha admitido que ceder esas armas sería contraproducente en su "rol mediador", pero sus declaraciones y temperamento oscilantes contribuyen enormemente a la desconfianza.
La falla de origen de la "estrategia pacificadora" de Trump, es que Estados Unidos desempeña roles ambiguos en el conflicto. Se asume mediador e interlocutor, pero ha sido y sigue siendo actor indirecto proclive a la parte ucraniana.
Pese a las presiones verbales de Trump a Zelenski, la política concreta hacia Ucrania se basa en incentivos. Mientras que, pese a los halagos del mandatario a Vladimir Putin, la política practica hacia Rusia sigue siendo la presión económica, el bluff militar y la dotación (ahora por vía indirecta mediante la UE) de armas estadounidenses para Ucrania.
El gobierno norteamericano desarrolla su "ambigüedad estratégica" en el difícil terreno de la guerra proxy contra Rusia, lo cual desfigura las condiciones para un acuerdo y recrudece los factores acelerantes del conflicto. Precisamente la dotación militar occidental o "militarización" de Ucrania con cierto tipo de armas, es una de las razones de la Operación Militar Especial rusa y es una de las causas de la continuidad de la guerra.
Ataques multidimensionales contra la energía rusa:
Ucrania y los países occidentales han incrementado su estrategia de atacar las instalaciones energéticas de Rusia.
El enfoque de ataques asimétricos desde Ucrania se ejecuta con drones, los cuales han logrado sobrepasar las defensas rusas. La infraestructura defensiva aérea de Rusia ha sido diseñada para repeler ataques de misiles (como los Tomahawk y Taurus, paradójicamente), pero ha tenido que adaptarse a los drones como nuevo tipo de amenaza.
Varias refinerías e instalaciones gasíferas de Rusia han sido afectadas.
Ahora, ha sido instrumentada una nueva batería de sanciones contra Rosneft y Lukoil, que se ha unido a las presiones precedentes contra China e India por la compra de productos energéticos rusos. Esta es una medida diseñada para complementar, en el ámbito político y geoeconómico, los ataques físicos que recibe el sistema petrolero y gasífero de Rusia.
Sin embargo, la posición del gobierno ruso es la de desestimar los alcances reales de las nuevas sanciones. Esto no es un bluff, en lo absoluto. Rusia es precisamente el país que ha logrado demostrar mejor que las sanciones ilegales y unilaterales de Estados Unidos pueden ser superadas, pues han construido la red de evasión a sanciones petroleras más eficaz en el mundo.
Considerando los ataques físicos a sus infraestructuras y a las continuas presiones económicas de Estados Unidos y la UE, en lo que va de año las exportaciones de petróleo crudo de Rusia han experimentado una ligera caída en volumen, de alrededor del 11%, promediando 4,3 millones de barriles diarios en la primera mitad del año, en comparación con los 4,8 millones de 2024. Sin embargo, las exportaciones totales de productos derivados han oscilado según el mes y esto obedece a las afectaciones a las instalaciones de refinación.
Es evidente que las acciones para interrumpir las exportaciones energéticas de Rusia no han conseguido sus objetivos. Esto es más notable en el frente político; pues pese a la importante ingeniería de agresión a sus principales fuentes de ingresos, Rusia sigue sin ceder a efectuar un acuerdo incompleto, vulnerable y apresurado, entre garrotes y zanahorias, como agregado de la comparsa "pacificadora" y egocéntrica de Trump.
Fronteras, cese al fuego e inamovibles:
Las cuestiones como; la neutralidad ucraniana, las garantías de seguridad a Ucrania y las fronteras posteriores a la guerra, siguen siendo nudos críticos e inamovibles para las partes. Hasta ahora es difícil saber cómo avanzarán las negociaciones en estos ítems, pero al aplicarse el método de descarte, el panorama adquiere mayor claridad.
Por ahora se ha descartado claramente que Ucrania ingrese a la OTAN. El país podría declarar su situación como neutral. Estados Unidos y otros miembros de la alianza no desean el ingreso de Ucrania. Pero el asunto de las garantías de seguridad para el país eslavo sigue sin resolverse.
También debe darse por descartada, por ahora, la posibilidad de que Rusia consiga por cesión de Ucrania todo el territorio y nuevas fronteras que han sido incorporadas a la Federación, en concreto, Donetsk, Jersón, Lugansk y Zaporiyia.
Zelenski ha dicho que Ucrania no puede hacer cesiones territoriales por razones constitucionales. Su planteamiento es ambiguo, considerando que por razones constitucionales él también ha debido ir a elecciones. En todo caso, también debe darse por descartado el escenario de que las fronteras de Ucrania vuelvan al status de 1991 y que Rusia devuelva Crimea al control de Kiev.
Las cuestiones de una negociación práctica, podrían desplegarse sobre la tradición legal de guerras del pasado, en la que prevalecen las ganancias territoriales por vía militar. Hasta el mes de octubre de 2025, el avance de Rusia ha sido del 99% del territorio de Lugansk, de 70% en Donetsk y de 75% en Jersón y Zaporiyia.
Zelenski ha afirmado hace poco que apoya la idea de tomar la actual línea de contacto (línea del frente y fronteras militares que subyacen desde ella) como "punto de partida" a una negociación que incluya un cese al fuego. Esta es la primera vez que "la situación desde el terreno" pasa a ser considerada seriamente por Zelenski para una negociación realista.
Por su parte Rusia también ha descartado la posibilidad de un alto al fuego o un "congelamiento" del frente, pues han aprendido de las lecciones de los acuerdos de Minsk, que fueron pactos que facilitaron el rearme ucraniano. Rusia desea un acuerdo basado en la paz duradera y sólida, sosteniendo ciertos inamovibles en la cuestión territorial.
EL VAIVÉN POLÍTICO
Trump se ha dicho "decepcionado" de Putin y señaló que canceló la cita en Budapest porque "no sentía que fuéramos a llegar a donde tenemos que llegar".
Sobre las nuevas sanciones a Rosneft y Lukoil, el mandatario anunció la medida alegando que "simplemente sentí que era el momento. Hemos esperado mucho tiempo". Calificó el paquete de sanciones de "tremendo" y agregó que esperaba que pudieran ser retiradas rápidamente si Rusia acepta detener la guerra.
También criticó a Putin por no tomarse en serio la búsqueda de la paz. "Cada vez que hablo con Vladímir, tengo buenas conversaciones. Y luego no llegan a ninguna parte. Simplemente no llegan a ninguna parte", agregó.
El problema es que el propio registro de este conflicto ha demostrado que Putin no suele ceder ante presiones abiertas y descarnadas. Mucho menos si la presión se extiende a sus aliados de BRICS, ya que los socios, China e India, -pero especialmente China-, atrincheran su postura para no claudicar en el desarrollo estratégico de sus relaciones comerciales, al seguir comprando energía rusa.
De esta manera, la hoja de ruta a la "paz" ruso-ucraniana se hunde en un pantano político. Cuando la posibilidad de una distensión parece cerca, las condiciones se alejan.
Las fallas de origen de este vaivén político, yacen en estilo oscilante de Trump y su interés en lograr la "paz" en base a una promesa política, sin considerar los factores estructurantes que ocasionaron el conflicto.
Mientras que, para Rusia, la búsqueda de una paz duradera y sostenible se erige sobre demandas basadas en cuestiones existenciales; como la neutralidad ucraniana, el rechazo de armas estratégicas de la OTAN en Ucrania y la cohesión territorial de la región del Dombás y Crimea bajo bandera rusa.
EL IMPACTO EN EL MERCADO PETROLERO
Los precios del petróleo subieron bruscamente este jueves debido a que los operadores estaban preocupados por una restricción en el suministro global después de que Estados Unidos impusiera sanciones a las dos compañías petroleras rusas.
El petróleo Brent subió un 5%, hasta los US$ 65,8 por barril. El WTI subió ligeramente más, un 6%, hasta los US$ 61,6 por barril.
La medida de Washington impone un nuevo factor de volatilidad al mercado petrolero y alienta las expectativas de una nueva caída en la producción de Rusia. Sin embargo, hay que esperar por los desencadenantes reales de esta medida sobre la producción de Rusia, la cual ha demostrado ser resiliente a otras baterías de sanciones similares.