Sáb. 12 Octubre 2024 Actualizado ayer a las 6:35 pm

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Un avión F16 de la Fuerza Aérea de Estados Unidos (Foto: AFP)

Se desvanecen las esperanzas de Ucrania con los cazas F-16

Un accidente que provocó la destrucción de un caza F-16 recién suministrado por Dinamarca y Países Bajos a Ucrania, y la muerte del piloto, ha generado varias hipótesis que ponen en duda la efectividad de este programa de entrega de aeronaves y compromete su continuidad.

El perjuicio ocurre justo un mes después de la entrega del primer lote de aviones a Ucrania, por lo que esta baja instantánea representa un quiebre a la esperanza de que la llegada de los F-16 podría detener el avance de las fuerzas rusas.

"La pérdida de uno de los seis F-16 entregados representa un golpe significativo para los esfuerzos occidentales por reequipar el país de Europa del Este con la clase de caza más utilizada de la OTAN. Dependiendo de las circunstancias de la pérdida, potencialmente tiene implicaciones significativas para el futuro de estos esfuerzos", recoge Olivia Smith en la revista Military Watch.

Dicha escritora, en su artículo "'Knockout Blitz', o un fracaso en la primera batalla", expone detalles del accidente, las dificultades para mantener la operatividad de estos aviones en territorio ucraniano, así como las grandes repercusiones que tendrá para el futuro del programa.

La noticia se dio a conocer el 29 de agosto, pero el accidente ocurrió tres días antes durante un bombardeo masivo. Sin embargo, las evidencias hasta ahora indican que se trató de un error del piloto.

Los ucranianos detallaron que los aviones de fabricación estadounidense participaron ese día en la operación para contrarrestar una andanada de misiles rusos al aeródromo de Starokonstantinov en la región de Khmelnitsky. Durante el proceso se perdió el contacto con uno de los cazas, y posteriormente se supo que la aeronave se estrelló.

La llegada de Los F-16 nunca fue garantía de superioridad aérea en la guerra

Desde hace meses se esperaba la entrega de los caza, incluso el retraso fue asumido como una "leyenda" por el teniente general ucraniano Igor Romanenko, tratando de ironizar sobre la larga espera. Desde entonces se proyectaba que la impaciencia era un clamor compartido por la sociedad que "confiaba" en este recurso como un arma decisiva para hacer retroceder a los rusos.

Cuando finalmente llegaron los aviones, la noticia fue anunciada por todo lo alto y el presidente ucraniano, Vladímir Zelenski, los exhibió con grandes expectativas de que los reforzarían contra Rusia: "Estos cazas están en nuestro cielo y hoy pueden verlos", dijo.

Sin embargo, el comandante de la Fuerza Aérea estadounidense en Europa y África, el general James Hecker, afirmó en una declaración reseñada por Smith en su nota que los aviones no se convertirían de repente en un factor decisivo para que las Fuerzas Armadas ucranianas aseguraran la superioridad aérea.

Por el contrario, señaló que la entrega debe percibirse solo como "un paso en la dirección correcta" para el ejército ucraniano, por analogía con el suministro de tanques y otras armas.

Asimismo, sistematiza varios factores que impedirán el uso eficaz de las aeronaves:

  • El número de aviones entregados es "pequeño" y no satisface en absoluto las exigencias de Kiev.
  • Las Fuerzas Armadas sufren una escasez de pilotos capacitados. Para finales de 2024 Ucrania no podrá entrenar a más de 20 pilotos capaces de volar F-16.
  • El mantenimiento de los aviones resulta un problema aun más urgente ya que la mayor parte del trabajo deberá realizarse en el territorio y, probablemente, tendrá que recurrir a los servicios de contratistas extranjeros.

Es por ello que expertos como el general James Hecker y el analista militar británico Justin Brockdudan dudan de que estos aviones puedan ser utilizados a gran escala. A esto se añade el hecho de que "las entregas son lentas, los aviones requieren un mantenimiento serio, hay pocos pilotos ucranianos completamente entrenados y los cazas occidentales son fácilmente blanco de los ataques rusos".

Retrasos, promesas incumplidas y otros detalles técnicos

De los más de 60 cazas que Kiev esperaba recibir de Noruega, Dinamarca y Países Bajos este año solo llegarán un máximo de 10 a 12, con un calendario de entregas ampliado hasta 2026 o 2028.

Otro factor determinante es la falta de capacitación para volarlos. El número de pilotos que han completado el entrenamiento en cazas de fabricación estadounidense es mínimo. Por otra parte, está el desafío de contener los ataque rusos a los aeródromos de Ucrania, uno de los blancos principales en los últimos meses.

"Por un lado, vigilan Ucrania con la ayuda de satélites y drones de largo alcance y, por otro, gracias a la información que les proporciona la población. En cuanto se sepa dónde están desplegando los F-16 de Ucrania, esos aeródromos se verán, por supuesto, bajo fuego constante”, dice Markus Reisner, de las fuerzas armadas austriacas.

En las actuales circunstancias resulta vergonzoso que, después de tanta espera y las enormes expectativas, un F-16 haya caído, no importan las causas, en su primera tarea.

Otra hipótesis que ha surgido es que el avión pudo haber sido derribado por los sistemas de misiles antiaéreos Patriot, irónicamente de manufactura estadounidense, ya que según las declaraciones del departamento militar ucraniano estaba activo interceptando misiles rusos sobre las regiones sur y oeste.

Para Smith esto no parece improbable "debido al hecho de que el avión fue reequipado 'para las realidades de las operaciones de combate' con las llamadas 'reconfiguraciones operativas del sistema amigo-enemigo' antes de su entrega a Ucrania".

Sin duda, la debacle del avión y del piloto resultan un duro golpe en tanto que eran uno de los pocos artefactos que llegaron y el tripulante era el más experimentado en combates. "Alexéi Mes era uno de los seis pilotos ucranianos que fueron entrenados para volar un caza de este modelo en Estados Unidos", detalla.

Este accidente ha generado un gran impacto en Ucrania. Zelenski destituyó al comandante de la Fuerza Aérea nacional, Nikolai Poleshchuk, y la diputada de la Verjovna Rada Mariana Bezuglaya acusó a las fuerzas militares de su país por "mentir" sobre el caso. En respuesta a ella, el exportavoz de la Fuerza Aérea, Yuriy Ignat, pidió que se abriera una causa en su contra al considerar que con sus declaraciones "se burla" de Ucrania y de las tropas del país.

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