Lun. 02 Diciembre 2024 Actualizado Viernes, 29. Noviembre 2024 - 18:30

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El expresidente ucraniano Petro Poroshenko otorgó a George Soros la Orden de la Libertad en 2015 (Foto: Facebook / Petro Poroshenko)

La arquitectura de injerencia y saqueo de la Fundación Open Society

En un hecho sin precedentes en la política colombiana, la vicepresidenta de Colombia, Francia Márquez, agradeció públicamente a Open Society, la fundación del especulador y sicario financiero George Soros, por financiar su reciente gira a África, suceso que invita a reflexionar sobre los mecanismos que utiliza su fundación para lograr sus objetivos políticos y económicos.

Es bien sabido que Soros mantiene un vasto conglomerado de organizaciones no gubernamentales (ONG) y fundaciones en todo el mundo, pero el mensaje de Francia Márquez hace recordar que esa no es la única herramienta que utiliza para lograr sus objetivos.

George Soros es un multimillonario estadounidense de origen húngaro que utiliza la "filantropía" como una fachada para impulsar revoluciones de color y privatizar economías en Europa del Este, Asia, África, América Latina y el Caribe. En 1993 fundó el Instituto Open Society, que posteriormente cambió su nombre a Open Society Foundations (OSF), con el fin de lograr sus objetivos. Según su sitio web, la organización está presente en más de 120 países y ha destinado 19 mil millones de dólares en financiamiento durante las últimas tres décadas.

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El presupuesto de la Fundación Open Society para América Latina y el Caribe en 2021 fue de 111.2 millones de dólares (Foto: Open Society Foundations)

Es importante examinar a fondo cómo trabaja esta entidad para saber los alcances y consecuencias de su influencia en la política mundial.

Apoyo a las ONG

Soros y su fundación han utilizado su riqueza para otorgar subvenciones y financiamiento a organizaciones no gubernamentales (ONG) con el objetivo de influir en la política exterior de Estados Unidos y sus aliados.

Las ONG que reciben financiamiento de Soros y la OSF operan en casi todo el mundo, sobre todo bajo fines políticos en países-objetivo de los gobiernos de Estados Unidos y la Unión Europea; así ocurre en Nicaragua, Cuba y Venezuela. En estos casos, uno de los vectores más utilizados es el de la supuesta defensa de los derechos humanos, donde organizaciones como Amnistía Internacional y Human Rights Watch (HRW, por sus siglas en inglés) han tenido un papel preponderante.

Estas ONG adoptan un enfoque sesgado y poco objetivo en su evaluación de la situación de derechos humanos en estos países, exagerando o incluso inventando las violaciones que, según sus denuncias, se hayan cometido. Todo motivado por una agenda política que busca justificar acciones contra estos países, como la imposición de "sanciones" financieras y económicas u operaciones de cambio de régimen.

En sus informes, dichas ONG omiten fuentes y hechos que contradicen su conclusión, y desacreditan especialmente las que provienen de las fuentes oficiales de los gobiernos. Dependen exclusivamente de medios de comunicación locales, ONG y activistas con afinidades políticas similares. Un caso ejemplar es el de la ONG venezolana Provea, que además de tener enlaces con HRW también recibe dinero de la OSF.

Mientras tanto, situaciones graves de violaciones de derechos humanos en otros territorios, ya sea por parte del Estado, organizaciones criminales o paramilitares, o en conjunto, como ha ocurrido en México y Colombia antes de la llegada de gobiernos progresistas, por mencionar algunos ejemplos de la región, han sido minimizadas por estas organizaciones debido a que no interfieren con los intereses de las élites empresariales neoliberales que les proporcionan financiamiento.

El límite es el cielo cuando se trata de las posibilidades que existen para infiltrarse en la política nacional de un país a través de las ONG. En el extenso prontuario del "filántropo" Soros merece una mención especial la colaboración que una de las fundaciones conectadas a su red de financiamiento, Insight Crime, brindó a Juan Guaidó para lavarle la cara cuando este fue fotografiado con narcoterroristas del grupo criminal colombiano Los Rastrojos en su salida de Venezuela por Cúcuta.

Apoyo a medios de comunicación

Soros y la OSF han financiado medios de comunicación existentes y han establecido nuevos medios en diferentes partes del mundo, bajo el pretexto de promover la información "libre e independiente", pero que en realidad están bajo la influencia de sus financistas.

Por ejemplo, Soros ha financiado a Radio Free Europe/Radio Liberty (RFE/RL), una emisora internacional de radio que transmite a países de Europa, Asia Central y Oriente Medio, y que suele estar involucrada en operaciones de propaganda contra gobiernos de esas regiones, amparándose en la cobertura de noticias y eventos.

En Ucrania Soros ayudó a financiar el canal de televisión Hromadske TV, el cual permitió que un periodista emitiera unas declaraciones en las que plantea la necesidad de explotar la región del Dombás como un recurso y dice que parte de esa población debería ser "exterminada".

RFE/RL sigue siendo muy activa en la actualidad gracias a una subvención del Congreso de Estados Unidos a través de la Agencia de Estados Unidos para los Medios Globales (USAGM, por sus siglas en inglés) como concesionario privado. La USAGM supervisa el trabajo de RFE/RL y también el de otros medios que son subvencionados como Voice of America, Radio y TV Martí, Radio Free Asia y Middle East Broadcasting Networks.

Según la solicitud presupuestaria del presidente Joe Biden para el año fiscal 2024, que fue enviada al Congreso el 13 de marzo de 2023, se contempla una asignación presupuestaria de 944 millones de dólares para la USAGM.

Un informe de MRC Business destaca que Soros ha establecido y financiado una amplia red de medios de comunicación —al menos 253 grupos mediáticos en todo el mundo, incluidos por lo menos 54 figuras prominentes del sector periodístico— que le permiten ejercer un poder masivo sobre la información en la política internacional y moldear la opinión pública en muchos países, y en prácticamente todos los continentes.

Uno de los principales beneficiarios de los fondos de Soros es Project Syndicate, la cual se autodenomina como "la página de opinión del mundo" y tiene una "audiencia" global que incluye políticos, académicos, líderes empresariales y activistas cívicos prominentes. Además, Soros ha respaldado al Instituto Poynter, que se dedica a verificar noticias y se define a sí como una especie de "Ministerio de la Verdad" global.

Entre las figuras mediáticas que están relacionadas con Soros se encuentran personalidades destacadas como Lester Holt, presentador de NBC Nightly News, y Sally Buzbee, redactora ejecutiva de The Washington Post. Periodistas y empresarios de CNN, CBS, NBC, NPR, The Washington Post, ABC y otros medios prominentes también son beneficiarios de la financiación de Soros.

De acuerdo con el informe, Soros desembolsó al menos 131 millones de dólares entre 2016 y 2020 a través de distintas organizaciones para influir en estos grupos mediáticos.

Promoción de la "sociedad civil"

A través del uso de su influencia y financiamiento, el magnate ha logrado manipular a sectores de la sociedad civil para que participen en revoluciones de color en distintos países. El autor estadounidense F. William Engdahl escribe en un artículo publicado en New Eastern Outlook que en Ucrania, con el objetivo de obtener beneficios de sus recursos energéticos, la rama local de la Fundación Soros, la International Renaissance Foundation (IRF, por sus siglas en inglés), otorgó más de 100 millones de dólares a ONG ucranianas entre 1990 y 2008. Esta inversión tuvo un papel destacado en el proceso que llevó a la independencia de Ucrania de Rusia en 1991.

Además, Soros reconoció haber financiado los disturbios que tuvieron lugar en la plaza Maidán durante 2013 y 2014, los cuales contribuyeron al golpe de Estado al presidente Viktor Yanukovich y a la posterior instauración del gobierno de Petro Poroshenko en Ucrania. Por otra parte, las fundaciones que dirige Soros se involucraron en la Revolución Naranja de 2004, la cual llevó al entonces presidente ucraniano Viktor Yushchenko al poder.

En junio de 2019 se desataron en Hong Kong protestas sin precedentes debido a un proyecto de ley de extradición. A pesar de que el proyecto fue archivado posteriormente, las manifestaciones continuaron y se tornaron en disturbios cada vez más violentos que pusieron en riesgo la vida y propiedad de los ciudadanos. Los operadores estuvieron exigiendo la secesión completa de Hong Kong desde entonces. Beijing acusó a Estados Unidos y Gran Bretaña de avivar las llamas del malestar en esa región al apoyar a los separatistas.

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Banderas de Estados Unidos acompañan a personas en Hong Kong en sus "protestas espontáneas", en 2019 (Foto: Getty Images)

Una vez más, el dinero de Open Society estaba a la disposición de la "sociedad civil". Así lo afirmaba un artículo publicado en el Global Times, en septiembre de 2021:

"Según Ta Kung Pao, con sede en Hong Kong, la OSF de Soros mantuvo un estrecho contacto con algunos representantes de las protestas callejeras en la ciudad. El líder de 'Occupy Central' Tai Yiu-ting, por ejemplo, trabajó en el Centro de Derecho Comparado y Público de la Universidad de Hong Kong, donde el OSF estuvo activo en 2015. Brian Patrick Kern, un fijo en las protestas de Hong Kong, enseñó a los jóvenes hongkoneses a organizar manifestaciones, a atacar a la policía y a destruir el Estado de Derecho. No es de extrañar que el dinero del que dependían todas las actividades procediera del OSF. El Club de Corresponsales Extranjeros de Hong Kong, no reconocido por el gobierno chino, solicitaba ayuda financiera a la OSF y le presentaba informes".

El artículo señala que la mayor preocupación de Soros con China es que esta haya elegido su propio camino exitoso que escapa a su control, lo cual obstaculiza su objetivo de acaparamiento neoliberal en el país y representa una amenaza para otros países en desarrollo que deseen seguir el modelo chino.

Formación y/o cooptación de líderes políticos

La formación, identificación e incorporación de líderes políticos es otro de los mecanismos de infiltración que utiliza George Soros y su organización para promover sus intereses y objetivos. Este es el motivo por el que comenzamos este artículo, debido al agradecimiento público de Francia Márquez a Open Society.

Una muestra destacada es la que refiere F. William Engdahl en su artículo, sobre Ellen Johnson Sirleaf, antigua empleada de la OSF, quien fue apoyada por Soros y potenciada internacionalmente durante su candidatura como presidenta de Liberia y eventual elección. Soros organizó para ella incluso un Premio Nobel de la Paz en 2011. Antes de su cargo presidencial ella había sido capacitada en el área de economía en Harvard y había trabajado para el Banco Mundial y Citibank —de la familia Rockefeller—, instituciones afines a las políticas económicas y las ideas neoliberales.

Una vez en el poder, la presidenta Sirleaf permitió a Soros y a su socio Nathaniel Rothschild obtener importantes activos mineros en Liberia relacionados con oro y metales básicos. Investigaciones posteriores develaron que Sirleaf también había invitado al nuevo Comando para África del Pentágono, Africom, con el objetivo de proteger las operaciones mineras de Soros y Rothschild en África Occidental.

Esta práctica data de antes de haberse fundado la OSF. En 1992 Soros fundó la Universidad Centroeuropea, una institución que ha sido utilizada para promover sus ideas neoliberales mediante la formación de jóvenes líderes en la región con una perspectiva "nueva, internacional y pluralista". Más de 14 mil estudiantes se han graduado en la universidad, relata el autor estadounidense Scott Howard en su libro The Open Society Playbook. Entre ellos figuran el expresidente de Georgia, Giorgi Margvelashvili, dos exministros de Justicia de Croacia y Rumania, un diputado húngaro y varios funcionarios de la propia Open Society.

En 2018 el gobierno de Viktor Orbán en Hungría expulsó a la universidad de Soros de Budapest, capital de ese país, y la institución tuvo que trasladarse a Viena, Austria.

implicaciones de la infiltración Soros

Volvemos a Ucrania. Un poco más de un año después del golpe de Estado y la instalación de un gobierno respaldado por Estados Unidos y la Unión Europea, salió a la luz una correspondencia aparentemente escrita por George Soros que dejaba ver cómo él manejaba los hilos del régimen ucraniano.

El magnate supuestamente había estado maquinando con altos funcionarios del gobierno estadounidense y de la Unión Europea un plan para generar miles de millones de dólares a expensas de la situación en Ucrania, según revelan las cartas con fecha de finales de 2014 y principios de 2015 publicadas por el grupo de piratas informáticos CyberBerkut.

Un artículo de Sputnik describe la propuesta de Soros para esa oportunidad de negocios. Se trata de "utilizar la calificación crediticia de la Unión Europea en aras de financiar el seguro de riesgo para sus inversiones en Ucrania a través de su propio presupuesto y deuda. El plan haría efectivamente que la UE respaldara la situación política de Ucrania a un costo de hasta 11,12 millones de euros". De allí se invertiría "hasta 1 mil millones de euros en empresas ucranianas" para atraer el interés de la comunidad inversora.

Soros ofreció "contribuir con las ganancias a mis fundaciones" como una forma de disipar las sospechas de que sus políticas buscarían beneficios personales, pero aclara que en realidad estas sí tienen fines de lucro. En ese sentido, las primeras prioridades de Soros serían la privatización de la estatal de petróleo ucraniana Naftogaz y el aumento de los precios del gas. Agrega que para obtener las garantías de inversión de la Unión Europea, el gobierno debía "producir una demostración visible" temporal de que en Ucrania se lucha contra la corrupción. 

F. William Engdahl reseña que, en una de las misivas, Soros dice que aboga por la entrega de armas letales a Ucrania y el entrenamiento de personal militar ucraniano en Rumania para evitar la presencia directa de la OTAN. Un dato que nos da otra certeza de que el presente de guerra contra Rusia estaba siendo fabricado desde hace tiempo por el bloque occidental.

Las cartas también revelan que Soros desempeñó un papel clave en la selección de tres ministros no ucranianos. Natalia Jaresko, exfuncionaria estadounidense del Departamento de Estado, fue nombrada ministra de Finanzas, mientras que Aivras Abromavicius, de Lituania, se convirtió en el ministro de Economía. También participó en la elección de un ministro de Sanidad proveniente de Georgia.

A lo largo de las últimas décadas George Soros y su organización Open Society han participado activamente en el apoyo moral y financiero a grupos que buscan cambios de régimen y revoluciones de color en diferentes países mediante la ejecución de diversas acciones subversivas. El resultado de estas operaciones impulsadas por Soros ha sido el saqueo y la degradación económica de los países afectados, como hemos visto en Ucrania. Son acciones notorias, imposibles de pasar desapercibidas, lo que hace inevitable poner en cuestionamiento cualquier ítem relacionado con Soros, como el gestionado por Francia Márquez.

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