Jue. 14 Noviembre 2024 Actualizado 12:25 pm

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Soldados israelíes en una incursión en el campamento de refugiados de Nur Shams en Cisjordania ocupada (Foto: AFP)

¿La Incursión israelí en Cisjordania prefigura un Gaza 2.0?

En la madrugada del 28 de agosto el ejército israelí lanzó una incursión militar a gran escala en las ciudades y campos de refugiados del norte de Cisjordania, incluidos Yenín, Tulkarem y Tubas. Conocida como la Operación Campamentos de Verano, es la mayor en dos décadas y cuenta con la movilización de cientos de tropas, así como aeronaves que ya han bombardeado varias zonas.

El otro precedente en la Cisjordania ocupada es de 2002, cuando emprendió la Operación Escudo Defensivo, que dejó más de 200 muertos, según cifras oficiales, y más de cinco mil detenidos, en su mayoría jóvenes y niños.

Israel lanza este ataque argumentando que "hay que afrontar la amenaza igual que en Gaza" y considera que las tres ciudades mencionadas constituyen focos de resistencia en el territorio. El objetivo es destruir infraestructuras, sistemas de alcantarillados, servicios públicos. "Esta es una guerra en todos los sentidos", dijo el ministro de Asuntos Exteriores israelí, Israel Katz, reseña The Cradle.

Para las autoridades israelíes se trata de una respuesta a una supuesta operación armada que se atribuyeron los brazos militares de Hamás y la Jihad Islámica Palestina (PIJ), las Brigadas Qassam y las Brigadas Quds.

El 1 de septiembre por la noche, un hombre cargado de explosivos se inmoló como parte de la implementación de la operación de martirio en respuesta a las ejecuciones y las operaciones de desplazamiento de civiles por parte de la ocupación en Tel Aviv. La explosión mató al que detonó los explosivos e hirió a 20 israelíes.

Según lo referido por el gobernador de Yenín, Kamal Abu al-Rub, Israel está aplicando los mismos métodos que llevó a cabo en Gaza: asedio a hospitales y cierre de vías que conducen a centros de salud.

"Las fuerzas de ocupación están imponiendo un asedio a las instituciones médicas de la ciudad, han bloqueado las carreteras que llevan al Hospital Ibn Sina con montículos de tierra y han sitiado el Hospital Mártir Khalil Suleiman y la sede de la Media Luna Roja", señaló.

Víctimas y daños

De acuerdos con fuentes médicas, la agresión en el norte de Cisjordania durante cinco días ha causado hasta ahora la muerte a 30 personas y ha dejado 121 heridos. El Ministerio de Sanidad vinculado a la Autoridad Palestina recalca que más de 680 palestinos han muerto y unos 5 mil 700 han resultado heridos en Cisjordania y Jerusalén desde el 7 de octubre de 2023.

En Tulkarem, las fuerzas de ocupación atacaron decenas de viviendas y sometieron a un gran número de civiles a investigaciones de campo. El campamento de Nour Shams fue sitiado y, mientras mantenían sus entradas cerradas, asaltaron y registraron viviendas.

En Yenín asaltaron su barrio oriental y enviaron refuerzos a las proximidades de su campamento en medio de violentos enfrentamientos. Reportaron vehículos destruidos y calles arrasadas.

Mientras tanto, en Tubas las fuerzas de ocupación se retiraron del campamento de Al-Far'a después de una agresión que duró más de 30 horas y dejó cuatro muertos, varios detenidos y destrucción de viviendas e infraestructuras.

Además de las redadas, las fuerzas de ocupación han destruido calles con varias excavadoras que desde el inicio de la operación irrumpieron en los barrios.

En la ciudad de Tulkarem sitiaron dos hospitales en medio de una destrucción generalizada. El asedio al Hospital Gubernamental Mártir Thabet Thabet y el Hospital Especializado Al-Israa desencadenó enfrentamientos y obstrucción de circulación.

La respuesta de la resistencia

La incursión israelí en el norte de Cisjordania tuvo una respuesta inmediata de la resistencia y se registraron fuertes confrontaciones en las que resultó asesinado Mohammad Jaber, conocido como Abu Shujaa, un popular comandante de las Brigadas Quds de Tulkarem, considerado una pesadilla para los israelíes.

Abu Shujaa había sobrevivido a varios intentos de asesinatos. En abril de este año sorteó un asalto militar en el que lo habían dado por muerto.

"El movimiento de Resistencia islámica ensalza nuestro pueblo y a los hijos de nuestra nación árabe e islámica por el martirio de nuestro hermano combatiente Mohammed Jaber (Abu Shujaa), comandante de la Brigada Tulkarem afiliada a Saraya Al-Quds", dijo en un comunicado la propia Brigada el 29 de agosto.

La semana pasada el Comité de Fuerzas Nacionales e Islámicas en Gaza, integrado por Hamás, el movimiento Jihad Islámica Palestina (PIJ) y varias otras facciones, llamó a todo el pueblo palestino a enfrentar el actual ataque en la Cisjordania ocupada.

"Esta agresión es una extensión de la guerra de exterminio y desplazamiento contra el pueblo palestino y su tierra", reza el comunicado, asegurando que "la resistencia es firme y frustrará los objetivos de la ocupación".

El 2 de septiembre, la resistencia en Cisjordania anunció que mantendrán los ataques contra las tropas israelíes. Las Brigadas Al-Quds-Batallón Yenín manifestaron su decisión de mantener los ataques al ejército sionista en diferentes frentes de combate.

En esa misma línea las Brigadas de los Mártires de Al-Aqsa también confirmaron enfrentamientos contra las fuerzas ocupantes y las "Brigadas de Al-Muyahidin publicaron imágenes que muestran la embestida a una unidad israelí de infantería en las cercanías del campamento de Yenín", según reseña Al Mayadeen.

Por su parte, el ejército israelí envió más refuerzos y mantiene el bloqueo sobre los hospitales de la zona y cerraron todas las entradas a la ciudad de Hebrón. Asimismo, están impidiendo que los equipos técnicos reparen el suministro de agua y electricidad en la ciudad.

Según refiere Khalil Harb, esta ofensiva en Cisjordania podría significar un Gaza 2.0 y otro frente de guerra, toda vez que continúa su undécimo mes de guerra contra la Franja con un saldo de más de 40 mil muertos y 92 mil 537 heridos.

Asimismo, señala que el plan es "judaizar" toda Palestina y una prueba de ello es que las acciones en Gaza van más allá de una respuesta al Diluvio de Al-Aqsa.

No se puede perder de vista que este nuevo capítulo se da luego de que Israel aumentara notoriamente el volumen sobre una pretendida incursión al sur del Líbano para enfrentar a Hezbolá. No es difícil interpretar que, considerando la fuerza militar de la organización libanesa, el gabinete de Netanyahu haya preferido concentrar fuego sobre lo que considera un "objetivo blando" en comparación con estos últimos. 

Al cierre de esta nota, las fuerzas de ocupación israelíes continúan los ataques, causando destrucción generalizada, en particular la infraestructura, en Cisjordania. Las fuerzas israelíes (ejército y colonos) enviaron más vehículos a los campamentos y se impuso un toque de queda mientras las excavadoras siguen destruyendo calles y vías de acceso.

Por su parte, las facciones de la resistencia palestina en Yenín siguen combatiendo con explosivos y otros recursos disponibles, lo que podría aumentar la escalada de enfrentamientos y su recrudecimiento.

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