Europa es nuevamente un punto crítico ante de la pandemia por el covid-19, y la segunda oleada del virus vuelve a poner en jaque a los sistemas de salud en el viejo continente.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, recientemente manifestó preocupación ante la posibilidad de que los sistemas sanitarios de Europa colapsen debido al aumento de casos confirmados de covid-19.
"En este momento estamos extremadamente preocupados por el aumento de casos de covid-19 que estamos viendo en algunos países", señaló Ghebreyesus durante la conferencia que encabeza con los principales directivos de la OMS sobre el comportamiento de la pandemia.
Ghebreyesus fue enfático con el caso de las regiones de Europa y Américas, donde la situación empeora. "Particularmente en Europa y las Américas los trabajadores de la salud y los sistemas de salud están al borde del colapso", agregó.
Justo al acumularse más de ocho meses desde la aparición consistente del virus en Europa, el aumento de casos ha sido particularmente dramático.
Estos países, que habían logrado aplanar la curva de las infecciones por las medidas y restricciones impuestas por los diferentes gobiernos, están experimentando desde hace semanas una oleada de nuevos casos, según las cifras de la Universidad Johns Hopkins. La tendencia que muestran las estadísticas es claramente dramática y ascendente, según gráfica de Mónica Mena para statista.com.
Para el 11 de noviembre, Europa sumaba 13,5 millones de positivos de los 50,8 millones contabilizados a nivel global para esa fecha, y esto está reflejándose en la estadística de muertes.
Puede verse en el gráfico que sigue a continuación, creado por Katharina Buchholz, periodista de datos en statista.com, cómo se refleja la tendencia irregular en muertes en países como Brasil y Estados Unidos. Sin embargo, es apreciable la tendencia de los países europeos y el aumento de muertes, que parecen tener un patrón acompasado desde el día 200 de la crisis sanitaria, acorde a datos del 5 de noviembre.
Para el 11 de noviembre, Italia, que registra casi 33 mil positivos en una jornada hasta superar el millón, rebasa ampliamente el umbral "crítico" de pacientes hospitalizados con coronavirus (52% frente al 40% de límite), así como el de ocupación de unidades de cuidados intensivos con estos enfermos.
Muy cerca en número de fallecidos al día está el Reino Unido, con 595, hasta un total de 50 mil 365 desde el inicio de la pandemia y 1,25 millones de casos para el 11 de noviembre.
Por su parte, España alcanza los 40 mil 105 muertos (349 en la jornada del 10 de noviembre) y 1 millón 417 mil 709 de casos (19 mil 96 nuevos con Madrid a la cabeza). La incidencia acumulada en España es de 514 casos por cada 100 mil habitantes para el 11 de noviembre y la presión hospitalaria se sitúa en el 16,79%, mientras un 31,78% de las camas UCI están ocupadas por enfermos de covid.
También Rusia está registrando 432 fallecimientos al día para el 11 de noviembre, nuevo máximo diario desde el comienzo de la pandemia, hasta cerca de 31 mil 600 muertes y 1,8 millones de casos como acumulado, acorde a datos ofrecidos por la Universidad Johns Hopkins.
Para el 11 de noviembre, Rumania supera por primera vez los 200 decesos con covid-19 en un día y, con cifras muy alejadas, también Portugal bate hoy el récord de defunciones en un día (83), al igual que Bosnia (69), Grecia (43) y Serbia (21), acorde a cifras del 11 de noviembre.
En Bélgica, mientras tanto, se ralentiza el ritmo de decesos, aunque siguen en aumento, con una media de 190 fallecidos diarios y más de 13 mil 500 desde el inicio de la pandemia hasta el 11 de noviembre.
El peligroso punto de colapso hospitalario en este momento se une a un acumulado extenuante en la labor de los servicios sanitarios en dichos países, aunado a un cada vez más ingente uso de recursos y saturación de las capacidades logísticas en insumos y equipos en los sistemas de salud.
La reapertura económica como causa
Tal parece que los aflojamientos que asumieron los países luego de junio y julio, tanto como el auge turístico del verano, fueron cruciales para esta segunda oleada que se cierne en pleno otoño, cuando las temperaturas comienzan a bajar y se abre paso el invierno boreal.
España es un país particularmente golpeado por la segunda oleada. Este país fue abordado por turistas de toda Europa en el verano. Sujeta a las inercias económicas de la Unión Europea y su economía altamente sostenida en los servicios y ante los descalabros generados en el primer ciclo de confinamientos, la economía española se vio vapuleada. Ello generó la premura por la reapertura y esto explica las actuales estadísticas.
Caso similar ocurre en Italia, país con alta vocación a la economía turística. Los aflojamientos del verano, tanto como el tránsito de personas, permitieron que el país recayera severamente en la segunda oleada.
La premura por la reapertura de meses pasados es explicada por las cifras en decrecimiento económico. El Fondo Monetario Internacional (FMI) indicó para finales de octubre la previsión de que el PIB europeo se contraería en un 7%.
Pero más allá del enorme costo económico de la pandemia, yacen también las percepciones entre los europeos sobre los estragos económicos con los que han tenido que lidiar.
Mónica Mena, acorde a datos de Eurobarómetro publicados en statista.com, refleja las tendencias y percepciones sobre afectaciones a la economía particular en el marco de la pandemia. Lo veremos en el gráfico a continuación.
Acorde a datos ofrecidos por esta encuesta realizada entre el 25 de septiembre y el 7 de octubre, señala Mena:
"La proporción de encuestados cuyos ingresos ya se han visto afectados por la crisis es superior al 50% en cinco países: Chipre, Grecia, España, Rumania y Bulgaria. En Luxemburgo y Dinamarca, en cambio, la proporción es inferior al 20%. La magnitud de la pandemia y el grado de severidad de las medidas restrictivas de la covid-19 aplicadas en cada territorio es uno de los motivos que podría explicar la variabilidad del impacto en los ingresos en los distintos países".
El regreso de las medidas de confinamiento y la incertidumbre
Las nuevas medidas aplicadas en países de Europa Occidental son diferenciadas acorde a las particularidades de los países. Tal como afirmara en sus recientes declaraciones el máximo responsable de la OMS, la pandemia impone la imposibilidad de bajar la guardia.
El alto directivo señaló que "no hay tiempo para la complacencia" a la hora de enfrentar el virus a pesar de las noticias positivas sobre posibles vacunas, ya que estas serán solo un "complemento" para seguir frenando la pandemia.
Las noticias sobre los fármacos de Pfizer y Moderna, esperanza para los países desarrollados, establecen las previsiones de que luego del primer trimestre de 2021 podría haber vacunaciones masivas en Europa, en los mejores escenarios. Ello implica que el ciclo del otoño y del invierno boreal tendrá lugar muy probablemente en los confinamientos y flexibilizaciones estimuladas por la época decembrina.
Adicionalmente, no todo es claramente previsible sobre la sostenibilidad y la prolongación de las actuales medidas de confinamiento, ni tampoco hay garantías de que se produzcan aplanamientos de la curva de contagios tal como ocurrió en mayo pasado, pues las medidas actuales de confinamiento en varios países guardan particularidades en comparación con las aplicadas en meses anteriores.
Buena parte de las actividades fabriles y comerciales se mantienen en varios países para atenuar los efectos de una "doble recesión" en menos de un año y, adicionalmente, la población en varios países de Europa se muestran ahora más agotados y menos dispuestos a las medidas de distanciamiento social.
La conjunción de estas situaciones solo hace más incierto el panorama en el viejo continente.