El nazismo está resurgiendo y parece no incomodar a Estados Unidos y a otros países donde incluso el Führer llevó a cabo exterminios.
Esto quedó demostrado este jueves 15 de diciembre cuando la Asamblea General de la ONU adoptó una resolución presentada por Rusia y llamada 'Lucha contra la glorificación del nazismo, el neonazismo y otras prácticas que contribuyen a exacerbar las formas contemporáneas de racismo, discriminación racial, xenofobia y formas conexas de intolerancia', en la que 50 votaron en contra y 10 se abstuvieron.
La mayoría de los países que votaron en contra son europeos. Estados Unidos, Ucrania, el Reino Unido, Canadá, España, Austria, Bélgica, Croacia, República Checa, Francia, Hungría, Letonia, Polonia y Portugal, entre otros, son algunos de ellos. Mientras tanto, las delegaciones que se abstuvieron fueron las de Afganistán, Ecuador, Myanmar, Palaos, Panamá, Papúa Nueva Guinea, Corea del Sur, Samoa, Suiza y Turquía.
Esta resolución, desde que se adoptó, es votada cada año por los países miembros del organismo multilateral. Este año el documento estuvo copatrocinado por Azerbaiyán, Bielorrusia, Venezuela, Camboya, Corea del Norte, República Centroafricana, Cuba, Guinea Ecuatorial, Laos, Mali, Nicaragua, Pakistán, Sudáfrica, Sudán, Siria, y Vietnam.
Sin duda alguna, este proceso toma el pulso de cómo está siendo aceptado el nazismo en los países de Europa, lo que coincide con la postura que han tenido contra la operación militar especial rusa que busca desnazificar a Ucrania.
Por eso no es de extrañar que haya aumentado la profanación y destrucción de monumentos erigidos en honor de quienes lucharon contra el nazismo durante la Segunda Guerra Mundial.
"El resultado de la votación de este año es sencillamente escandaloso. Por primera vez en la historia de la ONU, los antiguos Estados miembros del Eje votaron en contra de un documento que condenaba el nazismo y confirmaba la inviolabilidad de los resultados de la Segunda Guerra Mundial", declaró el representante permanente adjunto de Rusia ante la ONU, Guennadi Kuzmín, reseña RT.