El canciller de Bolivia, Rogelio Mayta, denunció que el gobierno del expresidente Mauricio Macri colaboró en el golpe contra Evo Morales en 2019 con la entregra de armas y municiones al gobierno de facto de Jeanine Áñez para reprimir las protestas.
En una rueda de prensa, Mayta mostró una nota de agradecimiento enviada el 13 de noviembre de ese año por el entonces comandante de la Fuerza Aérea de Bolivia, General Gonzalo Terceros, al embajador de Argentina en Bolivia, Normando Álvarez García, confirmando la recepción de 40 mil cartuchos 12/70 AT y granadas de gas lacrimógeno.
El material fue recibido unos días antes de que la policía y fuerzas militares asesinaran a decenas de civiles que protestaban por el derrocamiento de Morales, en lo que luego fue llamado la masacre de Sacaba y Senkata (15 y 17 de noviembre).
El funcionario expresó que los hechos, salvando las diferencias históricas, le recordaban al "Plan Cóndor, el plan represivo estructurado en tiempos de la dictadura para eliminar al 'enemigo interno' que estaba cargado de doctrina básicamente extranjera".
Tras las denuncias contra Macri, el presidente de Argentina, Alberto Fernández, envió una carta a su homólogo en Bolivia, Luis Arce, donde pidió disculpas y afirmó que saber la revelación le causó “dolor y vergüenza”.
“Fue una colaboración decidida por el gobierno del entonces presidente Mauricio Macri con la represión militar y policial que sufrieron quienes defendieron el orden institucional de su país”, añadió.