La semana pasada circuló la noticia de que los bancos del Estado chino, así como su Banco Central, habían estado vendiendo dólares en los horarios de negociación en Londres y Nueva York para comprar yuanes en los mercados de divisas, tanto nacionales como extranjeros, tema que fue tratado por los medios occidentales como una medida del país asiático para frenar la depreciación del yuan.
Sin embargo, la arista que no muestran estos medios es que en realidad las entidades chinas se están deshaciendo de los dólares para tener en su arcas más yuanes y, con ello, tener mayor control sobre su moneda.
Es necesario tomar en cuenta que el yuan últimamente ha tenido una participación importante en el intercambio comercial y energético de su región y más allá. Que disponga más de este recurso constituye una ventaja en un momento cuando la moneda del país asiático adquiere relevancia.
Los bancos comerciales de China registraron un déficit neto de liquidación de divisas de 106 mil 200 millones de yuanes —alrededor de 14 mil 800 millones de dólares— en julio, según los datos recogidos por Xinhua. De acuerdo con la Administración Estatal de Divisas —SAFE, por sus siglas en inglés—, las compras de divisas ese mes se mantuvieron por debajo de la venta, y el déficit neto de liquidación entre enero y julio fue de 91 mil 800 millones de yuanes.
Por otra parte, la devaluación del yuan no puede verse como un hecho negativo para China, pues con esta maniobra estaría buscando que sus exportaciones sean más rentables. Si se deprecia la moneda china, los dólares alcanzan para comprar más productos chinos, con lo cual se estaría dinamizando su comercio exterior.