Como una medida desesperada, el presidente ucraniano Volodímir Zelenski llamó este jueves 6 de octubre a los países de la OTAN a lanzar un ataque nuclear "preventivo" contra Rusia.
De acuerdo a la retórica irresponsable de Zelenski, se deben lanzar unas bombas nucleares contra el país euroasiático para evitar que este las lance primero, algo que suena descabellado pero que no alarma a los gobernantes estadounidense-europeos, que han aceptado cualquier desvarío de aquel debido a la manía antirrusa.
"¿Qué debe hacer la OTAN? Eliminar la posibilidad de que Rusia utilice armas nucleares. Pero, lo importante, vuelvo a hacer un llamamiento a la comunidad internacional, como antes del 24 de febrero: Ataques preventivos para que ellos [los rusos] sepan lo que les pasará si las utilizan. Y no al revés", dijo el mandatario durante una conferencia en el Instituto Lowy de Australia.
Y es que el asunto nuclear no parece generar preocupación alguna en el gobernante ucraniano, pues se han registrado ataques por parte de Kiev contra la central nuclear de Zaporizhie, custodiada por las tropas rusas, poniendo en peligro no solo la región, sino el continente europeo entero.
Ante las declaraciones de Zelenski, el Kremlin se pronunció. Su portavoz, Dmitri Peskov, dijo que "Estados Unidos, Reino Unido y los países de la UE deben prestar especial atención a la declaración de Zelenski sobre los ataques preventivos contra Rusia [...]. [Hizo] un llamamiento a iniciar una guerra mundial de consecuencias imprevisibles y monstruosas".