El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, ha reafirmado su postura de no permitir el ingreso de la empresa petrolera estadounidense ExxonMobil en aguas aun por delimitar. En un discurso enérgico, Maduro señaló que el territorio venezolano cuenta con la Fuerza Armada Nacional Bolivariana y la unión cívico-militar para su defensa.
Las declaraciones del mandatario surgen en respuesta a las recientes pretensiones de ExxonMobil de iniciar operaciones en el mar por delimitar en las costas de Venezuela, una provocación que cuenta con el aval del gobierno de Guyana y patrocinio de Estados Unidos.
En una entrevista con Bloomberg, la empresa transnacional estadounidense ha reafirmado su intención de explotar los recursos petroleros en la zona, y con ello ignora que hay una disputa territorial.
El presidente de la división upstream de ExxonMobil, Liam Mallon, dijo en la entrevista que la compañía continuará avanzando en sus operaciones en lo que asegura es territorio perteneciente a Guyana, con lo cual desconoce la existencia de cualquier discusión o controversia fronteriza y traslada la responsabilidad de ese asunto al gobierno.
"Este desarrollo tiene muchos años por delante y no vamos a ninguna parte (...) El asunto a discutir con las fronteras es realmente un asunto de gobierno".
El presidente de Guyana, Irfaan Alí, respalda los planes de ExxonMobil, y ha asegurado que "los inversores no tienen motivos para preocuparse porque no hay dudas sobre dónde están nuestras fronteras", a pesar de que en diciembre de 2023 fue incluida en la lista de zonas de mayor riesgo para el transporte marítimo de la aseguradora Lloyd’s Market Association.
Estas posturas contribuyen a aumentar las tensiones y complejidad en un asunto que ya había escalado por las acciones ilegales de Georgetown de llevar unilateralmente, con aval estadounidense y financiamiento de la trasnacional energética, el reclamo a la Corte Internacional de Justicia, organismo sin jurisdicción en el tema.
A finales de 2023 ExxonMobil presentó su Plan Corporativo hasta 2027, en el que proyecta incrementar sus ganancias en 14 mil millones de dólares al finalizar ese periodo. Este incremento se basa principalmente en el crecimiento de la producción en la zona en disputa entre Venezuela y Guyana.
Según el plan, se espera que la producción de petróleo y gas alcance los 3,8 millones de barriles equivalentes de petróleo por día en 2024, hasta aumentarla a 4,2 millones en 2027, "impulsada por el crecimiento en el Pérmico y Guyana".
El hecho de que la compañía esté centrando sus apuestas en las aguas por delimitar, donde actualmente produce 645 mil barriles diarios de petróleo, resalta lo imprescindible que es para ExxonMobil —y para Guyana— reforzar la narrativa de que está operando en territorio "incontrovertiblemente guyanés", lo cual ignora el Derecho Internacional y mina la estabilidad de la región.
Estados Unidos, como protector de esos intereses corporativos, asume esa tarea mediática. Lo evidenciamos en declaraciones como las de Mike Pompeo, exsecretario de Estado, quien en la Conferencia de Energía y Expo de Cadena de Suministro en Guyana dijo que para su país "es imperativo hacer todo lo posible para defender la soberanía guyanesa".
Ante esta nueva escalada del conflicto, el gobierno venezolano se mantiene firme en la postura de que sea el Acuerdo de Ginebra el único mecanismo que se utilice para resolver la disputa territorial. Del mismo modo demuestra, con gestos como recibir las credenciales del embajador de Guyana, la convicción de que solo con el diálogo diplomático y el fortalecimiento de la cooperación se logrará superar el impasse promovido por los intereses privados de la ExxonMobil, decisión que deja en claro que la soberanía territorial de Venezuela no es un punto que pueda discutirse.