Ya pasaron tres años de la fallida Operación Gedeón y aún quedan cabos sueltos por resolver sobre la trama cuyo objetivo era asesinar al presidente Nicolás Maduro e invadir Venezuela con tropas mercenarias extranjeras y nacionales, un plan en el que participaron los gobiernos de Estados Unidos y Colombia, narcotraficantes, mercenarios estadounidenses, centenares de militares y empresarios.
Una investigación de la revista RAYA revela que una parte importante de la estructura organizativa de la operación, y quizás una de las más importantes, no ha sido sometida a la justicia.
La revista colombiana obtuvo un documento oculto de la Fiscalía donde se detalla el entramado empresarial detrás de Gedeón. Recalca que, si bien la investigación policial devino en el señalamiento y arresto de los responsables, la Fiscalía no incluyó a los empresarios y principales financistas de la operación.
Señala que el fiscal general Francisco Barbosa Delgado no procesó a dos de los tres empresarios aun cuando hay evidencias suficientes para someterlos a la justicia. Testigos señalan a estos magnates, cuyas empresas están asentadas en Barranquilla, como financiadores del complot internacional contra Venezuela. El único empresario detenido se encuentra en la República Bolivariana.
financistas al descubierto
Los tres personajes tienen en común que han sido dueños, socios o directivos de las más importantes empresas petroleras de Venezuela. las cuales actualmente tienen su asiento en Barranquilla, de acuerdo con la investigación.
Uno de los implicados es Jorge Luis Cordero García, dueño de la empresa Veneco Colombia SAS, quien pagó por el arriendo de la vivienda urbana en Barranquilla donde Yacsy Alexandra Álvarez Mirabal, venezolana acusada por la justicia colombiana, planificó la logística de la operación. Estas pruebas sirvieron para enjuiciar a la mujer pero no se usaron contra los empresarios.
La pesquisa arrojó que Cordero García es socio de Ricardo Francisco Barreto Muskus, otro de los empresarios del petróleo ocultos en esta trama, quien actualmente vive en Miami aunque una de sus empresas más importantes se encuentra en Barranquilla. Sus compañías, Solmico y Esquivenza S.A., aparecen como financistas de Gedeón.
¿Qué financiaron? De acuerdo con RAYA la manutención sirvió para que los 300 exmilitares venezolanos solventaran sus gastos. Este componente se preparaba en distintos campamentos de la península de La Guajira bajo la tutela del exboina verde estadounidense Jordan Goudreau.
La búsqueda de subvención empezó en 2019 cuando Goudreau convocó a varios empresarios en Miami y Washington para llevar a cabo su plan. Estos magnates del sector petrolero se sintieron atraídos por la propuesta porque les prometieron acceso preferencial para negociar acuerdos en los sectores de energía y minería una vez que Juan Guaidó asumiera la presidencia tras el proyectado asesinato del presidente Maduro.
Encono histórico
Es lógico imaginar que todo se trataba de una vieja rencilla contra el gobierno venezolano pues desde 2010 se convirtieron en archienemigos del presidente Hugo Chávez luego de que expropiaran la mayor petroquímica del país, propiedad de Barreto Muskus, Venoklim. En ese momento se acusó al empresario de especular con los precios y de explotar a sus trabajadores.
"Sobre el empresario Barreto Muskus también hay que decir que ha sido el histórico presidente de Industrias Venoco C.A., la sociedad sombrilla más grande de otro de los conspiradores: Franklin Durán Guerrero, capturado en Caracas el 24 de mayo de 2020 acusado de financiar el golpe de Estado. Según un documento expedido por el Registro Comercial de la Cámara de Comercio de Oost, sur de Países Bajos, Barreto también fue miembro del Consejo Directivo de Venoklim desde 2008. Igualmente fue el presidente de la empresa sueca que controla a Venoklim: International Petrokemiklim AB", detalla RAYA.
Uno de los elementos más destacables de la investigación es que, pese a las evidencias con las que cuenta la Fiscalía de Francisco Barbosa, los empresarios no han sido acusados. Yacsy Alexandra Álvarez Mirabal no corrió con la misma suerte.
Al parecer no es suficiente que la Fiscalía tenga en su poder el contrato financiero relacionado con la adquisición de un vehículo usado para transportar armas destinadas al atentado. Para dicha compra la empresa Veneco Colombia SAS, de Franklin Durán, fue el codeudor.
Hasta el momento el único empresario detenido es Franklin Durán Guerrero, y eso porque fue capturado en Venezuela. Los otros dos, Jorge Luis Cordero García y Ricardo Francisco Barrero Muskus, gozan de plena libertad, no están acusados por la Fiscalía colombiana y aún tienen sus empresas en Barranquilla.
Lo otro que se sabe es historia: Torpemente se intentó proyectar que todo había sido un plan de autogolpe planificado desde Venezuela, Iván Duque se inventó un atentado en su momento y siguieron las conspiraciones desde el territorio colombiano controlado por el uribismo.