Siria está privada de obtener ayuda directa de los Estados debido a las "sanciones" estadounidenses, incluso en medio de la catástrofe que vive el país luego del poderoso terremoto ocurrido el pasado 6 de febrero, reconoce el New York Times.
El líder de la Media Luna Roja Árabe Siria, Khaled Hboubati, exigió el pasado martes que los países occidentales levanten el asedio y las "sanciones" contra Siria para que el trabajo de rescate y socorro pueda continuar sin obstáculos, después de que el país fue destruido, recoge la agencia MEHR.
Cada vez son más las voces que claman por el levantamiento de las "sanciones", las cuales para muchos constituyen la verdadera tragedia. Impiden que el país pueda comprar medicamentos, equipos médicos y recoger los restos de infraestructuras, así como otros enseres necesarios para atender a los afectados.
Sin embargo, el gobierno estadounidense, a través del Departamento del Tesoro, emitió una licencia (23) para dejar fluir un canal financiero humanitario, de manera que reconoce que bloquea a Siria en estos aspectos.
Lo que Siria requiere para atender a la población afectada por el terremoto hoy no dista de lo que ha necesitado siempre desde el inicio de la guerra que el propio gobierno estadounidense patrocina.
La autorización que emitieron para que Siria pueda recibir ayuda de otros Estados u organizaciones solo expone el carácter criminal de las "sanciones".
Los retrasos podrían significar pérdidas de vidas, argumentan los rescatistas, ya que con pocos recursos luchan por sacar a las familias y los niños de los escombros y encontrar alojamiento para los sobrevivientes en medio del brutal clima invernal.