Le pregunté a Deepseek lo siguiente: "¿Cuál es el principal factor geopolítico a tomar en cuenta en el análisis sobre la ventaja de Deepseek frente a sus competidores estadounidenses —pienso en OpenIA y Nvidia— en la carrera por el desarrollo de inteligencia artificial (IA)?".
Esta fue su respuesta:
"El principal factor geopolítico a considerar en el análisis de la ventaja de Deepseek frente a sus competidores estadounidenses, como OpenAI y Nvidia, en la carrera por el desarrollo de la inteligencia artificial (IA) es el control y acceso a los recursos tecnológicos y de datos, así como las políticas gubernamentales y restricciones comerciales entre China y Estados Unidos.
1. Acceso a datos y mercados
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China tiene una ventaja significativa en términos de acceso a grandes volúmenes de datos debido a su enorme población y la relativa facilidad para recopilarlos y utilizarlos bajo su marco regulatorio. Esto es crucial para el entrenamiento de modelos de IA ya que los datos son un recurso clave.
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Deepseek, al estar basada en China, puede beneficiarse de este acceso a datos locales, mientras que las empresas estadounidenses enfrentan restricciones en el manejo de datos chinos debido a las regulaciones de privacidad y seguridad nacional.
2. Políticas gubernamentales y apoyo estatal
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El gobierno chino ha priorizado el desarrollo de la IA como parte de su estrategia nacional, en función de lo cual ha proporciona subsidios, inversiones y un entorno regulatorio favorable para empresas como Deepseek.
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En contraste, las empresas estadounidenses enfrentan un entorno regulatorio más estricto en temas como privacidad, ética en IA y exportación de tecnologías sensibles, lo que puede limitar su competitividad global.
3. Tecnología y hardware
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Nvidia domina el mercado de hardware para IA, especialmente con sus GPU, partes esenciales para el entrenamiento de modelos avanzados. Sin embargo, China está invirtiendo fuertemente en el desarrollo de alternativas locales para reducir su dependencia de la tecnología estadounidense.
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Si Deepseek logra integrarse con proveedores chinos de hardware especializado en IA, podría reducir su dependencia de Nvidia y ganar autonomía tecnológica.
4. Guerra tecnológica y sanciones
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Las tensiones geopolíticas entre China y Estados Unidos han llevado a restricciones en la exportación de tecnologías críticas, como chips avanzados, lo que podría afectar a empresas estadounidenses como Nvidia y OpenAI en su capacidad para operar en el mercado chino.
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Deepseek, al estar menos expuesta a estas restricciones, podría capitalizar esta situación para fortalecer su posición en el mercado asiático y global.
5. Innovación y adaptación cultural
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DeepSeek tiene la ventaja de estar más alineada con las necesidades y preferencias del mercado chino y asiático, lo que le permite desarrollar soluciones de IA más adaptadas a estas regiones.
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Las empresas estadounidenses, aunque líderes en innovación, pueden enfrentar desafíos para adaptar sus productos a mercados con culturas y regulaciones diferentes.
En resumen, la ventaja de Deepseek frente a sus competidores estadounidenses radica en su capacidad para aprovechar el acceso a datos, el apoyo gubernamental y la autonomía tecnológica en un contexto de creciente rivalidad geopolítica entre China y Estados Unidos. Sin embargo, su éxito dependerá también de su capacidad para innovar y competir a escala global en un mercado dominado por actores estadounidenses con una fuerte base tecnológica y financiera".
Luego añadí: "Pero la inestabilidad financiera de Estados Unidos se hizo evidente con el lanzamiento de Deepseek, teniendo en cuenta la caída de Nvidia en la bolsa de valores este lunes 27 de enero de 2025. ¿No crees que esto repercutirá incluso en el proyecto Stargate impulsado por la administración de Donald Trump?".
A lo que el chatbot respondió:
"La inestabilidad financiera en Estados Unidos, evidenciada por la caída de Nvidia en la bolsa de valores el 27 de enero de 2025, podría tener repercusiones significativas en el ecosistema tecnológico y de inteligencia artificial (IA) del país, incluidos proyectos emblemáticos como Stargate, impulsado por la administración de Donald Trump. Sin embargo, es importante analizar este escenario con matices ya que los impactos no son automáticos ni unidireccionales.
1. Impacto en Nvidia y el ecosistema de IA
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La caída de Nvidia en la bolsa de valores refleja preocupaciones del mercado, posiblemente relacionadas con la competencia de empresas chinas como Deepseek, restricciones comerciales, o una desaceleración en la demanda de hardware para IA.
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Nvidia es un pilar fundamental para el desarrollo de IA a escala global debido a que sus GPU son esenciales para el entrenamiento de modelos avanzados. Si su valoración y capacidad de inversión se ven afectadas, esto podría ralentizar proyectos dependientes de su tecnología, incluidas iniciativas gubernamentales como Stargate.
2. Proyecto Stargate y su dependencia tecnológica
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Stargate, como proyecto emblemático de la administración Trump, probablemente está diseñado para consolidar el liderazgo de Estados Unidos en IA y tecnologías emergentes. Sin embargo, su éxito depende de la colaboración entre el sector público, el privado y la academia.
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Si empresas claves como Nvidia enfrentan dificultades financieras, esto podría limitar su capacidad para invertir en investigación y desarrollo (I+D), lo que a su vez afectaría la implementación de Stargate.
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Además, el proyecto podría enfrentar desafíos adicionales si las tensiones geopolíticas con China llevan a restricciones en la cadena de suministro de componentes críticos, como chips avanzados.
3. Inestabilidad financiera y confianza del mercado
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La caída de Nvidia podría ser un síntoma de una inestabilidad financiera más amplia en Estados Unidos, lo que afectaría la confianza de los inversores en el sector tecnológico.
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Esto podría conducir hacia una reducción en la financiación de startups de IA y proyectos innovadores, lo que a su vez impactaría la competitividad global de Estados Unidos en esta carrera tecnológica.
4. Respuesta de la administración Trump
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La administración Trump podría responder a esta situación con medidas proteccionistas, como subsidios a empresas tecnológicas nacionales, restricciones a la exportación de tecnologías sensibles, o incentivos fiscales para la I+D en IA.
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Sin embargo, estas medidas podrían no ser suficientes para contrarrestar la ventaja de empresas chinas como Deepseek, que cuentan con un fuerte apoyo gubernamental y acceso a recursos locales.
5. Oportunidad para Deepseek
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La inestabilidad financiera en Estados Unidos y los desafíos de proyectos como Stargate podrían abrir una ventana de oportunidad para Deepseek y otras empresas chinas de IA.
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Si Deepseek logra consolidar su posición en el mercado global, podría aprovechar esta situación para ganar cuotas de mercado y establecer alianzas estratégicas en regiones donde Estados Unidos pierda influencia.
Conclusión
La caída de Nvidia y la inestabilidad financiera en Estados Unidos sí podrían repercutir en proyectos como Stargate, especialmente si se traducen en una reducción de inversiones y una pérdida de confianza en el sector tecnológico. Sin embargo, la administración Trump podría implementar medidas para mitigar estos efectos. Mientras tanto, Deepseek y otras empresas chinas están bien posicionadas para capitalizar esta situación, siempre y cuando mantengan su ritmo de innovación y aprovechen las ventajas geopolíticas y regulatorias que ofrece el contexto actual".
Podría seguirle preguntando cosas que hilaran un argumento en torno al trasfondo de la geopolítica de la IA, pero esta vez me apoyaré en dos autores que han trabajado la decadencia estructural de Estados Unidos y su destrono como primera potencia mundial. Porque sí, amigos, de la praxis unipolar estadounidense solo quedan los remanentes expresados en el yugo protocolonial de Europa —vía OTAN— y parte de Asia oriental.
Paradigmas distintos de poder
Trump llegó a la Casa Blanca anunciando que deseaba invertir 500 mil millones de dólares en Stargate, donde se encuentran nucleadas OpenIA, Oracle, SoftBank y MGX, justo cuando Deepseek ha gastado solo 5 millones de dólares para crear el mejor sistema de IA disponible para todo público.
Lo que parecía asomarse como una competencia tecnológica de punta está comenzando a moldearse en un panorama claramente a favor de China. Y, de hecho, dice mucho sobre la geopolítica actual, o mejor: la proyección de poderes nacionales en el gran teatro del mundo.
Todo lo anterior descrito por Deepseek tiene una base económica que pone en contraste los modelos en disputa. Por un lado, Estados Unidos se muestra arrogante, derrochador y ansioso por el lucro; por el otro, China demuestra su músculo industrial, con capacidades innovadoras y maximizadoras de los recursos disponibles.
Mientras que Washington tiene en el dólar globalizado su mejor arma, con la praxis sancionatoria de bayoneta financiera, Beijing expande sus capacidades comerciales —puntal de su diplomacia— a escala global.
Es por eso que los últimos presidentes estadounidenses amenazan con guerras tecnológicas y comerciales a través de órdenes ejecutivas y regímenes de sanciones cuando la competencia capitalista no se encuentra a su favor, destruyendo a su paso todo vestigio de la ideología liberal que tanto pregonan con nihilismo.
Aplicamos el zoom a este comportamiento y podemos notar con detalle que el poder estadounidense se basa, de adentro hacia fuera, en la acumulación originaria de capital ficticio mediante un sistema financiero asexual, es decir, capaz de reproducirse a sí mismo, bajo diferentes mecanismos de endeudamiento, hipotecando el futuro de su propia población y de quienes se mantienen en la órbita dependiente del dólar. Nueva York y los paraísos fiscales se encuentran en la cúspide de la pirámide, sin efecto derrame para el resto.
El proceso histórico que materializó este escenario ha sido analizado por numerosos investigadores y analistas de distintas latitudes. Aquí solo quiero citar a dos, quienes proveen datos actuales sobre la caída manufacturera de Estados Unidos y la razones por las cuales se ha quedado atrás en términos de economía real: el exoficial naval ruso-estadounidense Andréi Martyanov y el historiador y demógrafo francés Emmanuel Todd.
La ilusión industrial estadounidense, más allá de MAGA
En su Disintegration. Indicators of the Coming American Collpase (2021), Martyanov profundiza el argumento que venía desarrollando en sus anteriores libros Losing Military Supremacy: The Myopia of American Strategic Planning (2018) y The (Real) Revolution in Military Affairs (2019): el declive económico de Estados Unidos se debe a la falta progresiva de formación de cuadros científicos y de ingeniería calificados capaces de robustecer las potencialidades en el campo de la investigación y la innovación tecnológica en distintas áreas de desarrollo manufacturero. Ello en comparación con, por ejemplo, China y Rusia. Cito:
"Rusia, cuya población es más de dos veces menor que la de EE.UU., produjo en 2017 un número casi exacto de graduados de STEM [acrónimo en inglés que hace referencia a ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas] como EE.UU.: 561 mil frente a 568 mil. Eso significa que, en términos per cápita, Rusia produce más del doble de graduados de STEM que EE.UU. Además, la mayoría de los graduados de STEM en Rusia son rusos o ciudadanos rusos, a pesar de que Rusia ha desarrollado programas de estudiantes extranjeros en STEM. En otras palabras, la mayoría de ellos se queda en Rusia. Este no es el caso en EE.UU., donde más de un tercio no es ciudadano estadounidense. Es una estadística reveladora, que da una idea de uno de los factores culturales fundamentales en el declive económico e industrial de Estados Unidos, porque los títulos STEM, de lejos, no son lo que muchos asocian con este término: la programación de computadoras. Más bien, estos títulos proporcionan cuadros de ingeniería altamente calificados para industrias modernas que van desde el procesamiento de alimentos, la madera, el transporte, la energía, la industria aeroespacial, la construcción naval y la construcción [infraestructural]".
A la luz de estos datos y análisis, podemos entender cómo Rusia logró desarrollar —por sí misma, no como alega falsamente Donald Trump— armas hipersónicas y, de esta manera, aumentar su influencia geopolítica y sus capacidades militares, bien valoradas tras el despliegue de la Operación Militar Especial en Ucrania y el Dombás.
Las promesas fabriles de Trump durante su primer gobierno fueron solo ilusiones: Industry Week reportó en 2019 que la manufactura representaba 11% del PIB estadounidense —para 2024 rondaba 10%—, la participación más pequeña desde 1947, o sea, en 72 años. Estados Unidos se ha convertido en una economía de servicios desde que Reagan revolucionó el panorama económico bajo un modelo neoliberal desmedido. No en balde las mayores burbujas financieras explotan en Wall Street: de ello Nvidia dio fe hace pocos días.
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Biden dejó el gobierno con el mayor déficit comercial de Estados Unidos en su historia, con una expansión de 18% en diciembre pasado. Las importaciones crecen, las exportaciones caen. Pero el dólar se mantiene fuerte: síntoma de lo aquí argumentado.
Todd, en La derrota de Occidente (2024), llega a la misma conclusión que Martyanov ("Estados Unidos, con más del doble de población que Rusia, forma probablemente 33% menos de ingenieros que esta última"), señalando el hecho de que en el más excepcionalista de los países forman "meritócratas improductivos y depredadores":
"Hoy, sólo 7,2% de los alumnos estadounidenses estudian engineering. Podemos hablar, pues, de una fuga social interna de cerebros: hacia derecho, finanzas, empresariales y escuelas de negocios, sectores todos ellos en los que los ingresos pueden ser superiores a los de la ingeniería o la investigación científica".
El demógrafo francés señala que, según la American Immigration Council:
"En 2019 la proporción había aumentado a 23,1%, o 2,5 millones de trabajadores importados, de los cuales 28,9% —o 722 mil 500— eran indios. También había 273 mil chinos, 100 mil vietnamitas y 119 mil mexicanos. Naturalmente, estos extranjeros importados están mejor cualificados que sus homólogos estadounidenses. Entre los STEM workers nacidos en Estados Unidos, 67,3% tenía una licenciatura frente a 86,5% de los inmigrantes".
Traducción: Estados Unidos depende del resto del mundo para autoafirmarse en primacía. Una ilusoria, fantasmal ya que, luego de exponer estos datos, Todd deduce que:
"La fuga de cerebros hacia las facultades de derecho y empresariales supone una amenaza al corazón mismo del poderío militar estadounidense. Una guerra no se gana enviando al adversario órdenes de pago o congelando sus cuentas. Vaya, esto tiene cierto aire de déjà vu: congelar los activos del Banco de Rusia y embargar las propiedades de los oligarcas rusos —y de los ciudadanos rusos de a pie, en violación del derecho de propiedad tan venerado en Occidente—, negarse a asegurar los barcos que transporten petróleo ruso. Del lado estadounidense, la guerra la está librando el ingenio de los abogados. Y Ucrania se está quedando sin munición".
Muy poco, o nada, se puede discrepar de los datos expuestos, que llevan a concluir una lección fundamental en el análisis geopolítico —para cualquier Estado—, y que puede perderse de vista si no se acentúa, en torno a la asunción de Deepseek y la disputa tecnológica entre Estados Unidos y China: las mentes brillantes no deben desperdiciarse para optimizar la especulación financiera sino para hacer cosas que la gente pueda usar.