El reporte del Instituto Samuel Robinson para el Pensamiento Original de este martes 6 de abril brinda algunos datos y precisiones sobre el narcotráfico como factor vital del conflicto en la frontera colombo-venezolana, específicamente en el estado Apure y el departamento de Arauca. Citamos el reporte in extensu; las negritas resaltan lo más importante.
La agresión armada de grupos criminales contra la población civil y la FANB en el estado Apure se corresponde a un movimiento expansivo de la industria del narcotráfico, cuya magnitud de onda busca nuevas vías de articulación entre Colombia y Estados Unidos.
Datos: A mediados de 2019, un informe de la Oficina de la Organización de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (ONUDD) reveló que en Colombia se produce el 70% de la cocaína que es consumida a nivel mundial. Ya en 2017, el ente se mostraba alarmado por un aumento del 31% en la capacidad de producción del país neogranadino, contribuyendo a una situación global de "máximos históricos" en cuanto al tráfico internacional de drogas.
Actualización: La ONUDD, en su informe del año pasado, recalcó que el panorama de 2019 se mantenía sin modificaciones, ya que las hectáreas sembradas de coca con fines ilegales no han disminuido como se esperaba después del Acuerdo de Paz. La iniciativa, desmantelada por Iván Duque apenas arribó al poder, ha profundizado el papel central de Colombia en la industria global del narcotráfico, agravando los costos humanos y sociales que trae consigo. El informe también reseñó que, a raíz de la pandemia por covid-19, el consumo de estupefacientes ha crecido y, en consecuencia, se ha visto multiplicado el tráfico global.
Rutas: Tanto la Fundación Paz y Reconciliación como las agencias estadounidenses y entes internacionales coinciden en que el Pacífico colombiano (por vía marítima y aérea) es la ruta más utilizada por los narcotraficantes para exportar drogas hacia EE.UU. y Europa. Se calcula que más del 70% de toda la producción de estupefacientes pasa por dicha ruta, primero hacia el Caribe, y luego hacia los principales centros de consumo en Occidente.
Metabolismo: Antonio María Costa, exdirector la ONUDD, afirmó en 2009 que el lavado de capitales del narcotráfico mantuvo el sistema financiero de EE.UU. a flote luego del crash del 2008. En concreto, Acosta afirmó: "El producto del crimen organizado era el único capital líquido de inversión disponible para algunos bancos al borde del colapso del año pasado" […] "Los préstamos interbancarios [en EE.UU.] se financiaron con dinero proveniente del comercio de drogas y otras actividades ilegales".
Complicidades: En los últimos años, los siguientes bancos han sido acusados formalmente de lavar dinero de carteles del narcotráfico como Los Zetas, Sinaloa, entre otros, afrontando penas y multas casi siempre cosméticas:
❗️Bank Of America.
❗️Wells Fargo.
❗️HSBC.
❗️Citigroup.
La clave: Como ha dicho el periodista italiano Roberto Saviano: "Naturalmente estamos hablando de la única materia comparable al petróleo. No existe, además del petróleo, nada que te haga ganar tanto como la cocaína, nada". El narcotráfico global mueve más de 320 mil millones de dólares al año, lo que lo convierte en el "lubricante" de la economía mundial y el sistema financiero occidental, donde, como indica Saviano, muy pocos productos ofrecen una rentabilidad similar a la de las drogas.
Por qué es importante: Aunque la ruta de exportación por el Pacífico colombiano es segura y estable, el aumento de la demanda de estupefacientes obliga a forzar la apertura de nuevas rutas de tráfico desde Venezuela hacia EE.UU. y Europa, lo cual permitiría abaratar no solo los costos de transporte, sino también alimentar con mayor fuerza el ciclo de lavado de capitales que permite a las economías occidentales seguir a flote. La fuerte crisis económica en EE.UU. y el descontento social en ascenso agrega una nueva urgencia, ya que una población narcotizada puede ser controlada con mayor facilidad, mientras la élite financiera continúa acumulando los beneficios del narcotráfico.
Los eventos en Apure evidencian que Venezuela ciertamente es una "amenaza inusual y extraordinaria", pero únicamente en lo que tiene que ver con mantener funcionando el (narco)metabolismo de Occidente.