La Agencia Nacional de Inteligencia de EEUU publicó el martes un informe sobre la supuesta intromisión extranjera en la carrera electoral de 2020, donde el candidato presidencial Joe Biden venció al expresidente Donald Trump.

Según los servicios de inteligencia, varios países intervinieron en las elecciones de 2020 en Estados Unidos: Rusia, Irán, Cuba, Venezuela, e incluso el grupo libanés Hezbolá.

“Evaluamos que el presidente ruso Putin autorizó, y una serie de organizaciones gubernamentales rusas llevaron a cabo, operaciones de influencia destinadas a denigrar la candidatura del presidente Biden y al Partido Demócrata, apoyar al ex presidente Trump, socavar la confianza pública en el proceso electoral y exacerbar las divisiones sociopolíticas en el EEUU”, dice el informe

El miércoles, la portavoz del Ministerio de Relaciones Exteriores de Rusia, María Zajárova, respondió que con la acusación, los servicios de inteligencia de EEUU solo están tratando de justificar su existencia "y los colosales presupuestos asignados para su trabajo”.

En el texto, los intereses de Moscú y Teherán durante la supuesta intervención fueron opuestos. La República Islámica tenía como objetivo  privar a Trump de la oportunidad de ser reelegido para un segundo mandato: "Creemos que el Líder Supremo Jamenei autorizó la campaña, después de lo cual las agencias militares y de inteligencia iraníes tomaron la iniciativa y llevaron a cabo operaciones de información y ataques cibernéticos tanto abiertos como encubiertos", dijo la Agencia Nacional de Inteligencia.

Por otro lado, concluyeron que China finalmente decidió no interferir en la carrera electoral estadounidense. El documento dice que Pekín "consideró, pero no desplegó esfuerzos de influencia destinados a cambiar el resultado de las elecciones presidenciales de Estados Unidos", y que "probablemente continuó recopilando información de inteligencia sobre objetivos y temas relacionados con las elecciones".

El Hezbolá, Cuba y Venezuela también fueron acusados de haber tomado medidas para influir en el resultado de las elecciones presidenciales.

“El régimen venezolano de Nicolás Maduro tuvo una relación de confrontación con la administración Trump y evaluamos que Maduro tenía la intención, aunque probablemente no la capacidad, de tratar de influir en la opinión pública en Estados Unidos contra el expresidente”, afirma el Consejo Nacional de Inteligencia.

Parafraseando las declaraciones de Zajárova, ya viene siendo hora de que el Gobierno de los Estados Unidos proponga historias "más interesantes, frescas y realistas", si es que su camino siempre va a ser el de fabricar mentiras y desinformaciones para manipular la opinión pública dentro de su país.