Dom. 24 Noviembre 2024 Actualizado Viernes, 22. Noviembre 2024 - 18:34

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Expertos de la ONU llegan escoltados al Instituto de Virología de Wuhan (Foto: Peter Thomas/Reuters)
Desmontando mitos sobre el origen del covid-19

Continúa el misterio sobre la aparición del SARS-CoV-2

Recientemente, un grupo de científicos expertos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) viajó a Wuhan, China, tras la pista del génesis del virus SARS-CoV-2, causante de la actual pandemia global. Semanas después, y luego de recorrer con detalles los sitios en los cuales se reportaron los primeros brotes y los laboratorios desde donde posiblemente se había filtrado, los especialistas no dieron muchas luces sobre el origen del virus.

Sin embargo, desmonta varias matrices impuestas por Occidente para atacar a la nación asiática.

Durante una rueda de prensa para ofrecer un balance de la investigación, los expertos de Estados Unidos, Australia, Rusia, Alemania, Japón, Reino Unido, Países Bajos, Catar y Vietnam relataron algunos de los resultados de su rastreo del virus en la ciudad china y son los siguientes:

  • Es "extremadamente improbable" que el coronavirus SARS-CoV-2 se filtrara desde un laboratorio, en específico del Instituto de Virología de Wuhan.
  • El coronavirus tiene un origen zoonótico (animal).
  • Los expertos de la OMS aún no han logrado identificar la especie que originó el virus o qué actuó como huésped y facilitó que este pasara a los humanos.
  • Los investigadores creen que la causa más probable del brote inicial fue el paso del virus desde una "especie hospedadora intermediaria" a los humanos. Son necesarios más estudios e investigaciones al respecto.
  • La transmisión directa del SARS-CoV-2 de murciélagos a los humanos es "poco probable".
  • Murciélagos y pangolines podrían ser portadores del nuevo coronavirus, sin embargo, dice Liang Wannian, de la Universidad de Tsinghua, que de momento esa correlación "no es suficiente" para concluir que los virus transportados por estos dos animales se convirtieran "en los antepasados directos" del SARS-CoV-2.
  • La transmisión del virus a través del transporte y comercialización de alimentos congelados también es una "posibilidad" que merece una mayor investigación.
  • Según los datos, resulta "imposible" establecer cómo el virus entró en el mercado de carnes y mariscos de Wuhan, donde se detectaron los primeros casos.
  • Los especialistas concluyeron que "no hay evidencia" de que el SARS-CoV-2 circulara en Wuhan antes de diciembre de 2019.
  • Los expertos de la OMS que investigan los orígenes de la pandemia sugieren que los tejones, los conejos y los hurones, que se vendían en un mercado de Wuhan, podrían haber desempeñado un papel en la propagación del nuevo coronavirus a los humanos.
  • Los investigadores dudan de que los murciélagos llevaran el COVID-19 al mercado y sugieren que hubo un huésped intermedio.

la visita de los expertos de la ONU a Wuhan

Armar este equipo de especialistas de diversos países fue necesario para despejar las dudas sobre el origen del virus. Sobre todo por el tratamiento que se le dio a la nación asiática por parte de Occidente, incluso esetratamiento fue usado como recurso por parte de Donald Trump para alimentar la guerra comercial, cultural y simbólica contra China, una guerra de la que ha perdido batallas Estados Unidos si se toma en cuenta el manejo de la pandemia en los respectivos países y la influencia que ha ejercido cada uno en el plano geopolítico.

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Shi Zhengli, del Instituto de Virología de Wuhan (Foto: Johannes Eisele / AFP)

Cuando se declaró la pandemia en marzo del año pasado era frecuente el uso de "virus chino" para referirse al SARS-CoV-2, lo que despertó una ola de xenofobia en Estados Unidos contra los ciudadanos de origen asiático.

"No se trata de encontrar culpable a China o de decir 'comenzó aquí, tres metros más arriba o más abajo'. Se trata de reducir el riesgo. Y los medios de comunicación pueden ayudar a evitar acusaciones del estilo de las de Trump. Nuestro trabajo no es político", declaró a The Guardian Fabian Leendertz, profesor de epidemiología de microorganismos altamente patógenos en el Instituto Robert Koch y parte del equipo, reseña RT.

Como era de esperarse, a pesar de que el equipo de la ONU estaba integrado por personas de varios países, incluso de Estados Unidos, el Departamento de Estado del país norteamericano "arrojó dudas" sobre la fiabilidad de la investigación, al tiempo que afirmaba que "Washington no aceptará los resultados de la misión de la OMS en Wuhan sin verificar de forma independiente sus conclusiones con el uso de su propia inteligencia y consultando a sus aliados".

Ante estas aseveraciones, el zoólogo Peter Daszak, miembro de la misión de la Organización Mundial de la Salud (OMS) que investigó los orígenes de la pandemia en China, increpó a su propio país argumentando que "no confíen demasiado en la inteligencia estadounidense", a propósito de las declaraciones del actual presidente Joe Biden, quien afirmaba que su país "tiene que mostrarse duro con China", lo que demuestra que con la nueva administración no cesará la guerra entre las dos potencias, aun cuando un momento apremiante como este requiere de mayor cooperación.

Pese a que no arrojó conclusiones definitivas y se desmontaron varios mitos sobre el origen del virus que ocasiona la enfermedad, la visita a Wuhan fue necesaria porque allí se generaron los primeros brotes masivos que se registraron.

La aparición del virus y las primeras víctimas

A principios de 2020, cuando era impensable que la enfermedad adquiriera las dimensiones que tiene actualmente, los medios occidentales se referían al agente causante de la misma como "un misterioso virus [que] genera preocupación en China y el resto de Asia. Las autoridades de salud todavía no han podido identificarlo, aunque descartan que se trate del retorno del mortal síndrome respiratorio agudo grave, conocido también como SARS".

Las primeras muertes fueron asociadas con la familia de este agente patógeno que una década atrás mató a cientos de personas y comprometió la economía en Asia. El 11 de enero la enfermedad cobró la primera víctima mortal, un hombre de 61 años, otras siete estaban en estado crítico y otras 41 personas tenían síntomas parecidos. Ya en ese momento "científicos del departamento de Salud de Hong Kong asociaron la secuencia genética del virus encontrado en uno de los pacientes de Wuhan en un 80% de similitudes con el SARS encontrado en murciélagos".

Al poco tiempo ya el virus se había salido de control en la ciudad china comprometiendo el sistema de salud conocido como el más eficiente, el primer asomo de la catástrofe por venir. Las muertes se empezaron a multiplicar rápidamente y las medidas de Pekín para contener el virus se radicalizaron.

En ese génesis de la pandemia por covid-19 la prensa occidental asumía con displicencia lejana y sensacionalismo la propagación del virus como si no pudiera extenderse por el mundo a causa de la misma dinámica de globalización.

La BBC publicaba para el 14 de febrero del año pasado:

"Ha puesto en cuarentena ciudades enteras, encerrando a un estimado de 70 millones de residentes, bloqueando conexiones de transporte y restringiendo su habilidad para salir de sus casas. Y ha revelado los límites de un sistema político para el que el control social es el máximo valor, rompiendo sus rígidas capas de censura con un tsunami de dolor y furia", a propósito de la actuación del Ejército chino en la contención de la enfermedad insinuando que estaba en riesgo la estructura del Gobierno por la crisis sanitaria.

"¿Puede el gobierno conseguir la compleja tarea de controlar una desbocada epidemia? Y si es así, ¿cuánto tiempo le llevará hacerlo?", se preguntaban tendenciosamente. Lo que para ese entonces no sabían los del medio inglés era que el método chino de control del coronavirus sería el más efectivo, el que no lograron aplicar en Europa para no verse reflejada en la ciudad de Wuhan de principios del año pasado.

Sin duda alguna, titular el trabajo periodístico "¿El Chernóbil chino?: el virus que lo amenaza todo en el país asiático", marcaba una distancia de una situación que posteriormente se convirtió en una realidad global.

Tras un enemigo invisible

Volviendo al punto inicial, al momento de la visita de los expertos a la ciudad de Wuhan, quedan muchas interrogantes por resolver en cuanto al origen del virus que cambió la dinámica cultural a nivel global y que ha cobrado la vida de millones de personas.

Si bien el primer brote del virus se registró en China, no hay pruebas de que circulara en alguna ciudad de ese país antes de diciembre de 2019. En cambio, sí hay indicios de que hubo presencia del agente patógeno en otras partes del mundo. A continuación, algunos datos al respecto:

  • En 2019, una mujer en la ciudad norteña de Italia fue infectada con el virus del covid-19, según recientes hallazgos. "A través de dos técnicas diferentes sobre el tejido de la piel, los investigadores identificaron en una biopsia de una mujer de 25 años la presencia de secuencias de genes de ARN del virus SARS-CoV-2 que data de noviembre de 2019, según el diario regional italiano L'Unione Sarda, reseña Xinhua. La investigación de los italianos se suma a las evidencias a nivel global de que el covid-19 circulaba silenciosamente fuera de China antes de lo que se pensaba.
  • En septiembre de 2019 un estudio arrojó que al menos 10% de la población estadounidense había desarrollado anticuerpos contra la covid. "Esta investigación confirma de forma clara que, a pesar de las tasas altas de covid-19 en Estados Unidos, el número de personas con anticuerpos sigue siendo bastante bajo y ni nos hemos acercado a alcanzar la inmunidad grupal. Hasta que se apruebe una vacuna efectiva, debemos asegurar que las medidas de prevención lleguen a nuestras poblaciones más vulnerables", comentó en un comunicado de prensa de la revista médica The Lancet la coautora del estudio, la Dra. Julie Parsonnet, profesora de medicina de la Universidad de Stanford, reseña Robin Foster en HealthDay.

    A finales de abril de 2019, Michael Melham, alcalde de Belleville en el estado de Nueva Jersey, dijo que había dado positivo a los anticuerpos contra el covid y creía que había contraído el virus en noviembre de 2019, a pesar de la suposición reportada por un médico de que lo que Melham había tenido era solo gripe.
  • "En Francia, los científicos encontraron un hombre infectado con la covid-19 en diciembre de 2019, aproximadamente un mes antes de los primeros casos registrados oficialmente en Europa. Citando a un médico de los hospitales Avicenne y Jean-Verdier cerca de París, la BBC News informó en mayo que el paciente 'debe haber sido infectado entre el 14 y el 22 de diciembre, ya que los síntomas de coronavirus tardan entre 5 y 14 días en aparecer'", reseña también el medio chino.
  • En España, investigadores de la Universidad de Barcelona, una de las academias más prestigiosas del país, encontraron la presencia del genoma del SARS-CoV-2 en muestras de aguas residuales recogidas el 12 de marzo de 2019. Este proyecto se enmarca en un proyecto de vigilancia centinela en el que cada semana, desde el 13 de abril de 2020, han analizado semanalmente muestras obtenidas en dos grandes plantas de tratamiento de aguas residuales de Barcelona. "Estos resultados, enviados a una revista de alto índice de impacto y publicados en el repositorio medRxiv, indicarían que la infección estaba presente mucho antes de que se tuviera constancia de cualquier caso de la covid-19 en el mundo", publicó la Universidad de Barcelona en su web.

    "Dicho análisis reveló la creciente aparición de genomas SARS-CoV-2 entre principios de enero y principios de marzo de 2020, lo que adelanta la cronología de la llegada del coronavirus a España: ya el 15 de enero se detectaba la presencia del virus, 41 días antes de la declaración del primer caso, que se notificó el 25 de febrero. Según los investigadores, estos resultados evidencian la eficacia anticipatoria de la vigilancia de las aguas residuales: a los infectados de covid-19 se les podría haber asignado erróneamente un diagnóstico de gripe en la atención primaria", refiere la universidad.

Como se puede ver en este breve resumen, aún no se ha dado con los elementos primarios que dieron origen a la aparición del virus que devino en una pandemia global. Lo que sí es cierto es que se profundizó la crisis sistémica que tiene un antecedente anterior.

Por otra parte, incrementó la guerra de Estados Unidos hacia China por ser desplazado por este en el campo de influencia geopolítica a través de una metodología distinta a la de imponer la guerra, rasgo más determinante de la política estadounidense.

En este sentido, los medios de comunicación han sido utilizados como armas debido a su poder para construir narrativas que condicionen a la población. Convertir a China en el chivo expiatorio de Estados Unidos fue uno de los recursos empleados por el saliente presidente Donald Trump en su campaña por la reelección. La nueva administración no parece cambiar el rumbo de su política imperialista en decadencia y para eso seguirán usando a sus medios alineados.

En ese sentido, recientemente, en el contexto de la presentación de los resultados de la investigación por parte de los científicos que estuvieron buscando el origen del virus en Wuhan, el New York Times publicó un artículo en el que pone en duda la confiabilidad de los resultados debido a trabas puestas por el gobierno chino.

"Científicos chinos se negaron a compartir datos brutos que podrían acercar al mundo a la comprensión de los orígenes de la pandemia de coronavirus, según afirmaron el viernes investigadores independientes de la OMS", señala el artículo "En el viaje de la OMS, China se negó a entregar datos importantes" (en inglés: On W.H.O. Trip, China Refused to Hand Over Important Data).

Asimismo, aseguran que el gobierno chino instó al equipo investigador a aceptar la narrativa sobre el origen del virus, incluida la noción no probada de que podría haberse propagado a China desde el extranjero. Ante esto supuestamente los científicos respondieron que se abstendrían de hacer juicios sin datos.

El medio estadounidense de alguna manera sugiere que los resultados parciales expuestos por el equipo estuvieron manipulados e inducidos por el gobierno del país asiático, manipulación que fue refutada por autoridades chinas al contrastar la respuesta de los investigadores sobre el trabajo realizado y por los mismos investigadores de la OMS.

Por ahora continúa el misterio de la aparición del virus que causa la actual pandemia. Su existencia resalta las formas de encarar la coyuntura: por una parte, la rapiña que se hizo más evidente con la fabricación y distribución de las vacunas y la visión solidaria de cooperación entre los pueblos y gobiernos del mundo.

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