El domingo pasado, 15 economías de Asia-Pacífico firmaron el mayor tratado de libre comercio en el mundo sin el protagonismo de Estados Unidos. Que China lidere este bloque económico es otro revés para el país norteamericano, que cada vez pierde más terreno en el campo de la influencia geopolítica.
Este histórico acuerdo se selló virtualmente en el marco de una cumbre de la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN), organizada por Vietnam, luego de ocho años de negociaciones, refiere RT.
La Asociación Económica Integral Regional (RCEP, por sus siglas en inglés), como se llama la alianza, está conformada por los 10 miembros de la ASEAN, además de China, Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda. La India se retiró, pero queda abierta la posibilidad de volver.
La quincena de países que integran este acuerdo comprende un territorio con una población de 2 mil 200 millones de habitantes, un tercio de la población global; asimismo, un PIB en conjunto que supera los 25 billones de dólares, el 30% de la economía del mundo.
Según el primer ministro vietnamita, Nguyen Xuan Phuc, el acuerdo entrará en vigor recientemente "para contribuir a la recuperación económica" tras las terribles consecuencias dejadas por la pandemia por covid-19.
"La reducción de tarifas comerciales, el fortalecimiento de las cadenas de suministro basadas en reglas comunes en cuanto a la información sobre el origen de los productos, así como la sistematización de las normas que regulan el comercio electrónico" son parte de los objetivos del acuerdo, señala el medio ruso.
Por otra parte, esto supone una desventaja para las empresas estadounidenses que quedan fuera del tratado. Además, estiman que la crisis sanitaria y política son debilidades internas que son prioridades a resolver en estos momentos por la nueva administración de la Casa Blanca.
Con este gran tratado de libre comercio queda claro que la influencia de China en el ámbito comercial y geopolítico cada vez es mayor, lo que implica un desplazamiento de Estados Unidos.
La estrategia imperial de Estados Unidos para imponerse cada vez es menos efectiva. Esa visión torpe y guerrerista de ejercer su influencia con los años lo que ha hecho es aislarlo. Mientras tanto, China ha ganado terreno porque la lógica de establecer acuerdos es otra.
La derrota simbólica y en términos económicos de Washington es tan grande que ha tenido que recurrir a artimañas mediáticas para solapar el desplazamiento del país asiático. Convertir a China en el chivo expiatorio de todos los males que ocurren fuera y dentro de Estados Unidos, incluyendo el covid-19, tampoco ha dado muchos resultados.