Nota MV: Publicada dos días antes de los asaltos aéreos a las instalaciones nucleares de Fordow, Natanz e Isfahan y del sorpresivo y abrupto "cese al fuego" o suspensión de hostilidades, este trabajo de The Grayzone conserva total vigencia al revelar cómo, según una fuente privilegiada, fue el proceso y los actores que condujeron a Trump a decidir que Estados Unidos interviniera directamente, no obstante de forma limitada, en la guerra que Israel desencadenó contra Irán, la pesada influencia del lobby israelí y la vulnerabilidad intelectual del presidente estadounidense para ser influenciado.
Un funcionario en la administración del presidente Donald Trump le dijo a The Grayzone que el director de la CIA, John Ratcliffe, y el comandante del CENTCOM, general Michael Kurilla, se han convertido en vehículos del Mossad y el ejército israelí mientras buscan manipular a Estados Unidos para atacar a Irán. El funcionario se refirió a Ratcliffe como "el transcriptor del Mossad".
Según este funcionario, Ratcliffe y Kurilla han presionado a Trump para que se una a la guerra de Israel de forma más directa regurgitando reportes inflados que reciben del ejército israelí y de David Barnea, el director del Mossad, pero sin informarle al presidente que esa inteligencia se derivó de una tercera parte extranjera.
Durante las reuniones de la administración con oficiales de inteligencia israelíes, incluyendo a Barnea, el funcionario dijo que Tel Aviv ha demostrado un foco monotemático por el cambio de régimen, clamando por la autorización para asesinar al líder de Irán, el ayatolá Alí Jameneí. Los oficiales israelíes han enfatizado que el momento para eliminarlo es ahora.
El asunto de la capacidad de enriquecimiento nuclear es una preocupación secundaria en las presentaciones israelíes, que el funcionario de la administración caracterizó como ejercicios sin tacto e híper agresivos para sembrar el miedo.
En un punto, recordó el funcionario de la administración, un informador de la inteligencia israelí declaró que Irán pudiera transferirle un arma nuclear a los hutíes de Yemen en menos de una semana.
Según el funcionario, el principal negociador de Trump, Steve Witkoff, ha presionado al presidente para que preserve la pista diplomática. Sin embargo, un asesinato a Jameneí perpetrado por los israelíes pudiera con casi total seguridad ser el clavo en la urna de las negociaciones nucleares, que es precisamente lo que los israelíes están determinados a hacer.
Si Estados Unidos entra en la guerra atacando a Irán, el funcionario teme que este último active a las Unidades de Movilización Popular (apoyadas por el Cuerpo de la Guardia Revolucionaria) para que ataquen a tropas y bases estadounidenses en Irak y Siria, conduciendo a bajas estadounidenses y provocando una escalada más allá del ámbito inicial del programa nuclear.
Habiendo lanzado una destructiva guerra de desgaste con Irán, Tel Aviv está desplegando todos los mecanismos que tiene a la mano para forzar a Estados Unidos para que se lance de cabeza en el conflicto que inició, pero que no puede terminar por cuenta propia.
Dentro de la administración Trump, la fuente le contó a The Grayzone que los principales funcionarios que han cuestionado la lógica de atacar a la República Islámica, como la Directora Nacional de Inteligencia Tulsi Gabbard y su adjunto, el ex oficial de la CIA y director del Centro Nacional de Contraterrorisimo, Joe Kent, han sido excluidos de las reuniones por Suzie Wiles, la jefa de gabinete.
Asumiendo el liderazgo de los briefings con el presidente se encuentra un director de la CIA altamente sugestionable preparado por Israel desde que entró al Congreso por primera vez.
El director del AIPAC se jacta de su influencia sobre Ratcliffe
Este abril, The Grayzone publicó unos audios exclusivos de los comentarios del CEO de AIPAC, Elliot Brand, en una sesión off the record del lobby israelí en Washington jactándose del éxito de la organización en reclutar a miembros del Congreso, describiendo al director de la CIA como una "mano amiga" dentro de la administración.
"Saben que uno de los primeros candidatos que alguna vez conocí cuando aspiraba al Congreso siendo profesional de AIPAC en mi trabajo era un tipo llamado John Ratcliffe", evocó Brandt.
"Estaba desafiando a un congresista de larga data en Dallas. Me dije que este tipo parece que pudiera ganar la contienda, y fuimos a hablar con él. Tenían buena comprensión de los temas, y hace un par de semanas atrás se juramentó como director de la CIA, por Dios. Este es un tipo que tuvimos la oportunidad de hablar con él, así que hay, hay bastantes, los llamaría manos amigas; tenemos manos amigas allá dentro".
Además de Ratcliffe, Brandt también nombró a Marco Rubio y Mike Waltz, dos ex congresistas republicanos cultivados por AIPAC antes de su designación en puestos claves de la seguridad nacional en la administración Trump. "Todos tienen relaciones con líderes claves del AIPAC de sus comunidades", dijo el CEO. "Así que las líneas de comunicación son buenas de haber algo cuestionable o curioso, y necesitamos tener acceso a la conversación dentro de esos lugares".
Este mayo, Waltz fue expuesto por sus colegas por coordinar en secreto con el primer ministro israelí Benjamín Netanyahu para orquestar un ataque estadounidense contra Irán, costándole su trabajo como director del Consejo de Seguridad Nacional.
El secretario de Estado Rubio asumió el papel de director de seguridad nacional interino, asegurándole control sobre puestos a nivel de gabinete que ningún otro funcionario ha tenido desde Henry Kissinger. Mientras tanto, Ratcliffe emergió como el canal clave de la influencia israelí en la administración.
El director de la CIA viene de recorrer un largo camino desde que se metió en la política como el alcalde de un pueblo remoto de Texas con una población de 7 mil habitantes.
Un alcalde de pueblo en Texas se convierte a lo grande en un agente israelí
Sin experiencia en el ejército o en inteligencia, Ratcliffe pasó la primera parte de su carrera política como alcalde de Heath, un pequeño pueblo en las afueras de Dallas, gestión que fue interrumpida por una breve temporada de un año como fiscal nacional entre 2007 y 2008.
Ratcliffe entró en el Congreso en 2014, y emergió dos años después como uno de los perros de presa más feroces de Trump en el Comité Judicial. El congresista secundario también sirvió en el Comité de Inteligencia de la Casa de Representantes.
Trump premió la lealtad de Ratfcliffe nominándolo Director de Inteligencia Nacional en 2019, pero rápidamente retiró su nominación luego de que fue expuesto por mentir sobre su papel en varios casos federales de terrorismo.
Su exageración más absurda fue en el juicio de los directores de la Fundación Tierra Santa para el Auxilio y el Desarrollo, radicada en Dallas, en el que se jactó de que "condenó a individuos que estaban canalizando dinero a Hamás detrás del frente de una organización caritativa".
No obstante, Ratcliffe no desempeñó ningún tipo de papel discernible en el caso, incitando que varios senadores republicanos retirasen su apoyo a la nominación cuando la mentira salió a la luz.
Es notable, sin embargo, que Ratcliffe buscó crédito por derribar a la Holy Land Foundation, ya que el caso era uno de los más politizados y de los procesos judiciales más dudosos de la "guerra contra el terror" de la era Bush, llevando a cadena perpetua a acusados palestino-estadounidenses cuyo único crimen fue enviar donaciones de caridad a organizaciones en la Franja de Gaza, ocupada por Israel, que no estaban en ninguna lista de vigilancia del gobierno, y que también recibió el apoyo del Comité Internacional de la Cruz Roja y de la USAID. Aún más, el caso fue pesadamente influenciado por la inteligencia israelí.
Luego de un juicio nulo que probó ser vergonzoso para el gobierno estadounidense, el Mossad despachó un agente a Texas para testificar en contra de los directores de Holy Land. El juez permitió que el agente testificara contra los directores de la fundación bajo la supuesta identidad de "Avi".
El agente procedió a alardear de una serie de documentos cuestionables que supuestamente demostraban que la Fundación se creó como el nexo de una vasta red de financiamiento del terrorismo que facilitó varios bombardeos suicidas ejecutados por Hamás.
Mientras que las afirmaciones fantásticas de Ratcliffe sobre su papel en el caso llevó a pique su nominación en 2019, Trump lo instaló exitosamente como su director de inteligencia nacional al año siguiente, preparando el camino para su nominación como director de la CIA tras su reelección. En 2024, el diario judío Forward puso a Ratcliffe en una lista entre los "asesores judíos y el gabinete pro-Israel".
La jefa de gabinete aísla a Trump con "el general favorito de Israel"
El funcionario de la administración le contó a The Grayzone que la jefa de gabinete de la Casa Blanca, Suzie Wiles, se aseguró de que el presidente permaneciera rodeado por Ratcliffe y el general Michael Kurilla en los briefings relacionados con Irán.
Se dice que Ratcliffe toma dictado del Mossad y lee los documentos que ellos prepararon al presidente sin ningún sentido de desapego crítico, o revelar que las valoraciones provinieron de un enlace extranjero en vez de la inteligencia estadounidense.
Y luego está el general Kurilla, que aparece singularmente enfocado en estas reuniones con Trump para defender el argumento para un ataque a Irán. En 2024, el medio israelí pro-Netanyahu Israel Hayon describió a Kurilla como "un activo vital para Israel". El Telegraph británico, en junio, lo denominó "el general favorito de Israel".
Ex funcionarios del Pentágono incluso han especulado que la decisión de Israel de lanzar un ataque sorpresa no-provocado contra Irán este 13 de junio fue parcialmente influenciado por el retiro cercano de Kurilla en julio, puesto que Tel Aviv no quiere ir a la guerra sin él presente en el CENTCOM.
El funcionario de la administración le dijo a The Grayzone que Wiles había excluido de reuniones cruciales donde se discutió la intervención de Estados Unidos en Irán a Tulsi Gabbard, la Directora Nacional de Inteligencia.
Esto incluye una el 8 de junio en Camp David donde Ratcliffe usó una torpe metáfora deportiva para insistir en que Irán estaba apenas días de producir un arma nuclear: "Es como decir que están dentro del área luego de superar todas las defensas y no tienen la intención de marcar" le alegó a Trump.
Dos días después, Gabbard publicó publicó un video en redes sociales invocando la destrucción de la ciudad japonesa de Hiroshima con una bomba nuclear estadounidense en 1945. y advirtió que un horror similar podría pronto desencadenarse porque "los guerreristas de la élite política están fomentando miedo y tensiones descuidadas entre poderes nucleares".
Trump, según consta, enfureció por sus comentarios. Al ser preguntado por un reportero sobre el testimonio de marzo de Gabbard de que Irán no había reiniciado su programa de armas nucleares, Trump refunfuñó diciendo "no me importa lo que dijo", luego se hizo eco de la perspectiva de Ratcliffe y, por extensión, de los israelíes: "creo que están muy cerca de tenerla".
Esto pudiera explicar por qué Gabbard publicó un comunicado el 20 de junio en X insistiendo en que su posición sobre el enriquecimiento nuclear de Irán estaba fielmente alineada con la de Trump, y que había sido distorsionada por "los medios deshonestos" buscando "fabricar divisiones". Aunque en el comunicado reafirmó su compromiso con el presidente, su evaluación sobre el programa nuclear de Irán no difiere de la evaluación que entregó en marzo, que determinaba que Irán actualmente no estaba buscando la bomba atómica.
"Estados Unidos tiene inteligencia de que Irán está en el punto en el cual puede producir un arma nuclear dentro de semanas a meses", alegó Gabbard en X, "si deciden finalizar el ensamblaje".
De acuerdo al funcionario de Trump, la jefa de gabinete Wiles también excluyó de las reuniones al secretario de defensa, Pete Hegseth, apoyándose en su lugar en Kurilla para representar al ejército.
El vicepresidente J.D. Vance ha tenido una serie de reuniones paralelas sobre el tema, dijo el funcionario. En contraste con aquellas controladas por Wiles, Vance ha alentado un debate robusto e incluyó diversas perspectivas. Sin embargo, en público, Vance está constreñido por la obligación de demostrarle lealtad a Trump.
Por su parte, se dice que los puntos de vista de Trump son moldeados a la exposición constante de Fox News, que en las últimas dos semanas se ha transformado en un comercial para la guerra de Irán las 24 horas, los siete días de la semana.
La cobertura de Fox se ha tornado transparentemente influenciada por la máquina de propaganda de Israel que Steve Bannon, el arquitecto intelectual del movimiento America First, que hizo un llamado a que se realizara una investigación bajo la Ley de Registro de Agentes Extranjeros.
Mientras que Trump se devuelve a Washington el 21 de junio, Bannon se lamentó diciendo que "la fiesta va a empezar", sugiriendo que el presidente ha decidido ir a la guerra a nombre de Israel.
Publicado originalmente por The Grayzone el 21 de junio, la traducción para Misión Verdad y The Grayzone la realizó Diego Sequera.