La muerte es solo el relámpago en que se abrazan alborozados el ser y la nada, para que la vida siga siendo lo distinto.
El encabezado de este escrito es una frase originalmente atribuida a Erasmo; en latín: aquila non capit muscas, se usa despectivamente para referirse a un contrario de poca monta, indigno de atención. El águila, alegoría de la altura en diferentes culturas del mundo, es un animal de gran tamaño, fortaleza e inteligencia suprema, vigoroso; es un ser que se constituye sin dependencia, no pertenece ni obedece órdenes de nadie, ella y su vuelo no comportan ataduras, es la viva estampa de la independencia moviéndose en el espacio; de aquí la apreciación certera de que su mirada no se fija en sabandijas o alimañas que nada significan para su gloriosa existencia.
Hace 12 años, el 14 de enero de 2012, el Comandante Chávez le dijo a la señora María Corina Machado "águila no caza mosca" luego de que esta ofendiera la majestad de la Presidencia de la República en la persona del Presidente.
Para cualquiera, este insulto proferido por la señora María era uno más que se pronunciaba en el fragor del debate parlamentario, pero no es cierto, esta insolencia era propaganda, como todos los epítetos que se han proferido contra nosotros los venezolanos que decidimos intentar otra posibilidad de vivir fuera de la esclavitud capitalista. Forma parte de un plan mayor, esbozado y financiado por la necesidad de los dueños del capital financiero-especulativo, quienes entienden que la República Bolivariana de Venezuela es una piedra de tranca muy poderosa a la que hay que destruir a como dé lugar, y para ello los líderes son objetivos de guerra.
En estos 25 años de gobierno chavista las corporaciones han ensayado todos los métodos propagandísticos, psicológicos, políticos y de guerra que sus tanques de cerebro han podido imaginar y llevar a cabo por medio de sus voceros y operadores, hablamos de los lacayos vendepatria internos, como de los presidenticos sin criterios que también venden a sus países en Latinoamérica y el Caribe, y las agencias de inteligencia de Estados Unidos, Inglaterra, países europeos, y el enclave sionista israelí, todas ellas al servicio de las grandes corporaciones que ejercen el poder en el mundo, cuyas técnicas de tortura, asesinato, chantaje, aplicados contra los pueblos del mundo son costumbre de estos cebados asesinos.
En su desenfreno criminal no solo han asesinado líderes chavistas y se han robado los activos de la República en el exterior, sino que también han diseñado planes para destruir las leyes y la Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Todo eso con el fin de desbaratar al Estado, buscando que el gobierno viole la ley y de esta forma justificar los planes que la canalla mundial y sus títeres internos llevan adelante en el territorio venezolano.
En política nadie da puntada sin dedal, y mucho menos el imperio capitalista financiero-especulativo que dirige la orquesta y su caja de marionetas en la mina, con todo y ventrílocuo. Cualquier gente con dos dedos de frente sabe que todo lo que hace María Corina, como lo hecho por los anteriores actores imitadores de políticos, aunque sus acciones parezcan una locura, un desquicie, un sinsentido, un trastorno cerebral, un desorden de conducta, todo encaja en el libreto de "hay que tumbar al gobierno chavista, eliminar al Estado y generar el gran caos que nos permita apoderarnos de los recursos existentes en ese territorio con todo y gente".
Desde sus primeras apariciones en la arena política siempre se les ha visto el bojote, han sido constantes en la mentira, el fraude, la falsa pose, el teatro sobreactuado. Pareciera que los ha entrenado Lupita Ferrer y Franklin Virgüez, en sus mediocres actuaciones escolares. En lo que sí son auténticos y a todos les es común es en el odio, el desprecio, el racismo, el robo, el crimen, la ambición desmedida y el desapego al territorio y la gente que lo habitamos.
Cuando Chávez ganó las elecciones en 1998, los dueños extranjeros de la mina desataron todas sus fuerzas que usan para el sometimiento, y desde entonces no han parado. Las élites tradicionales tanto nacionales como extranjeras, sustentadas desde siempre en el robo y el crimen, no han dejado de ensayar e intentar por todos los medios el derrocamiento del gobierno chavista. Han transcurrido 25 años de duras batallas y el gobierno se mantiene incólume en la intención de construirnos como un país y abandonar definitivamente la condición de mina en que nos ha postrado el gran capital.
Han practicado en lo físico y en la propaganda todos los métodos que en otro tiempo les había servido para tumbar gobiernos en el mundo, pero en el caso venezolano sin resultados favorables. No se enfrentan a un simple gobierno con una idea romántica de salvación, sino a una dirección política-militar con la profunda convicción de que no es rehabilitando al capitalismo como lograremos cambiar las condiciones materiales de existencia, que desde hace más de 500 años nos somete, que comprende que los dueños de los títeres son las grandes corporaciones que hoy se afanan en caotizar al mundo e instaurar la gran dictadura del mercado, sometiéndonos a su regla caprichosa que cambiará de acuerdo con el vaivén de los intereses corporativos.
Nuestro gobierno entiende que existe y se desarrolla una guerra feroz a nivel global por el control de los mercados y los recursos para la producción entre dos bloques capitalistas, que en un bando están los creadores del capitalismo occidental, que buscan e intentan caotizar todo el planeta para sostenerse en el poder, eliminando a los Estados-nación e imponiendo, como ya dijimos, la ley del mercado que ellos controlan; y por el otro bando, el resurgimiento de culturas que se niegan a esta imposición. Es un choque de poderes que afectará sustancialmente las relaciones de existencia de la especie en el planeta. Entiende también que sin fortaleza de Estado, independencia de criterio, planes propios y control del territorio, no podremos establecer las alianzas que nos hagan vivir dignamente con decoro, como seres que se pertenecen y tienen voz y acción propia por los que seremos respetados como gente digna en el concierto de las naciones.
El capitalismo y su nueva fase imperial dominante en el mundo manifiesta su tradicional desbarajuste, en donde siempre el llegadero es el capital financiero-especulativo. En todos los tiempos anteriores había logrado superar la crisis por medio de la guerra y se amoldaba a los nuevos tiempos, solo que en este caso, después de la segunda guerra promovida por las corporaciones de manera directa, los trances son frecuentemente muy cercanos y a cada crisis le sucede una o más guerras locales, que medio logran apaciguar la situación, pero en este momento necesitan una guerra de mayores proporciones que les permita sostener las tasas de ganancia y aumentarlas a nivel global, y para ello la mejor situación es el caos controlado por el poder financiero-especulativo.
Hasta los momentos, los capitanes de las corporaciones capitalistas desde el Occidente poderoso se habían acostumbrado a que ellos resolvían sus crisis poniéndose de acuerdo, al punto de reglamentar las guerras, la política, la diplomacia y su organización en el mundo, es decir, podían asesinar, saquear, robar e imponerse en el mundo sin tener mujer, muchacho ni perrito que les ladre. Pero después de la segunda guerra planificada y llevada a cabo por ellos mismos, les surgió no solo un perrito sino también una jauría, y además armada con su propia tecnología, ciencia, fábricas, comida y gente instruida en inmensos territorios repletos de recursos, y además con la disposición de estar juntos para evitar que Occidente les robe. Estamos hablando de China, Irán, Rusia y algunos países árabes.
Pero antes de continuar es bueno saber un poco de esta historia. ¿Quiénes son, de dónde vienen estos tipos a los que tanto teme el humanismo? Los persas, chinos, eslavos y árabes.
Cuando en Occidente apenas eran hombres en cuevas intentando crear lenguaje, la existencia de las culturas complejas como la persa, la árabe y la china ya habían pasado por distintos procesos de esplendor y decadencia. Todas estas culturas, de las cuales sabemos muy poco, actúan dinásticamente, y cada dinastía tiene un plan en el cual florecen, permanecen y mueren como tal, dando paso a tragedias y la aparición de nuevas ideas y el florecer de nuevas dinastías.
Por ejemplo, los chinos comenzaron su nuevo florecer en 1911, el cual coincide con la desaparición de la dinastía Qing: su deterioro había permitido que los saqueadores europeos tomaran islas y puertos desde 1835 en la China y les sometiera a tratados leoninos por la vía de la drogadicción de las cortes, y no es sino más de un siglo después cuando surge la nueva idea de la mano de los jóvenes chinos, entre ellos el doctor Sun Yat Sen y el gran líder Mao Tse Tung, quien da paso al florecer de esta nueva dinastía china que combina las antiguas artes milenarias de sostener el poder y las nuevas tecnologías productivas capitalistas llegadas de Occidente.
Más o menos así está sucediendo en las culturas árabes, persas y eslavas, con la conciencia de que Occidente les odia y quiere robar sus territorios y recursos, y peor aún, exterminar por el profundo temor que les tienen, y esto hace que chinos, árabes, eslavos y persas se alíen para defenderse de este enemigo común.
El Estado, en estos últimos territorios, no son producto del desarrollo normal del capitalismo, sino del acontecer histórico en donde las ideas comunistas y religiosas se impusieron en el control del Estado y desde allí se ha desarrollado el capitalismo, a diferencia de Europa y Estados Unidos, en donde el absolutismo dio paso en inmensas contradicciones al Estado burgués, que se amoldó de inmediato a las necesidades del capital aun cuando representa frenos para los liberales, quienes entienden que no es posible la libertad absoluta mientras exista el Estado en cualquiera de sus formas, ya que evita el desarrollo ulterior del capitalismo.
Las corporaciones asentadas en Estados Unidos, Inglaterra y Europa, acompañados de Japón, Australia y Nueva Zelandia como bloque, defendiendo al capitalismo especulativo-financiero mundial, están en una situación muy ruinosa. Si bien es cierto que aún controlan una importante porcentaje del comercio mundial y tienen el control de las finanzas, una parte de la fabricación de armamentos, espectáculo e información, no es menos cierto que sus infraestructuras productivas se encuentran en franco proceso de deterioro en el campo militar, industrial artístico y científico. Sus autopistas, sistemas de trenes o ferrocarriles, puertos, terminales terrestres, estaciones ferrocarrileras, aeropuertos, barcos, aviones, transporte terrestre en general, muestra un franco deterioro. Muchas son las ciudades en estos países donde la ruina es manifiesta, pero lo más doloroso es su gente joven entre los ocho y los 50 años sumida en la desesperanza, buscando refugio en todo tipo de drogas, desde las religiosas hasta el fentanilo y sus derivados cada día más potentes, que los asesina y deteriora como mano de obra.
Ya no es cierto que la clase obrera de estos territorios, antes conocida como la aristocracia obrera del mundo, sea la mejor como energía y conocimiento, viéndose obligada, con los pocos medios productivos en estos países, a tener que recurrir a los migrantes de todos los continentes para poder medio obtener ganancias y mantenerse a flote en la competencia feroz que les presentan los BRICS. El otro problema que afronta este bloque es que, en los territorios donde están asentados, los recursos no renovables ya están agotados o por agotarse, mientras que en el bloque BRICS los recursos aún son copiosos.
Sin embargo, bajo la premisa de un mundo con reglas, estas corporaciones intentan someter a sus designios al planeta entero imponiéndole una dictadura con la propuesta del caos controlado, en donde los únicos que gobiernen sean ellos. El capital financiero-especulativo basado en la peregrina idea del fin de la historia.
Por otro lado se encuentran la República Popular China, la República Islámica de Irán y la Federación de Rusia, quienes con una pujante industria, una capacidad militar de última tecnología, una población capacitada, grandes territorios, ingentes recursos energéticos y sustentados en unos Estados fuertes, se han juntado en las propuestas de la Franja y la Ruta, más los BRICS, para llevar adelante la política de la multipolaridad, la cual los potencia, convirtiéndolos en un faro hacia el cual puede mirar la población mundial ante la feroz arremetida del capital financiero-especulador.
Como ya dijimos, nuestro gobierno está al tanto de este entrompe. En las elecciones convocadas para el 28 de julio de 2024 todos vamos a votar para mantener al gobierno y sus políticas, pero es público y notorio que desde Europa, Estados Unidos y los países-mina lacayos de estos están preparando sus planes para cantar fraude, y eso se nota en sus declaraciones, ya sea del Secretario de Estado de los Estados Unidos, la responsable del Comando Sur, del Parlamento Europeo, los ingleses, los gobernantes latinoamericanos y caribeños incapaces de valorarse, en conjunto con los vendepatria locales. Desde ya, sin que se haya emitido un voto, declaran que no aceptarán el fraude, que no reconocerán las elecciones en Venezuela. De nuevo, se pone en marcha la maquinaria del capitalismo imperial para atacarnos y negarnos la existencia sin tutela. Nos temen, temen al coraje, a la capacidad para reaccionar contra el látigo.
Al final de los finales, águila no caza mosca porque su fortaleza, inteligencia y vigor la constituye sin pertenencia ni obediencia a fuerzas externas, porque su vuelo no comporta ataduras, es la viva estampa de la independencia moviéndose en el espacio. Mientras que los vendepatria son simples lacayos, que desde hace más de 500 años solo se han vendido al mejor postor extranjero sin importar de donde hayan venido, los han comprado por un simple plato de lenteja mal escogida, o el mismo espejito sucio y manchado para que embelezcan sus aspiraciones infinitas, creyendo que un día serán dueños.
Que las moscas sigan buceando en su estercolero, porque el próximo 28 de julio, hagan lo que hagan, digan lo que digan, nosotros, como las águilas, daremos la batalla gloriosa y vivificadora votando todos por Maduro, para que lo distinto se regocije sin la existencia de las moscas en la memoria.