El presidente Nicolás Maduro Moros arribó a la República Popular China este viernes 8 de septiembre como parte de la visita oficial que está haciendo el gobierno de la República Bolivariana de Venezuela al país asiático para fortalecer las relaciones bilaterales. El primer mandatario nacional visita la mencionada nación luego de cinco años (2018), cuando llevó a cabo una serie de jornadas de trabajo junto con el presidente Xi Jinping y demás funcionarios chinos de alto nivel.
Antes de su llegada, la vicepresidenta Delcy Rodríguez y el ministro del Petróleo y presidente de Petróleos de Venezuela, S.A. (PDVSA), Pedro Rafael Tellechea, estuvieron en reuniones de trabajo con funcionarios y representantes de alto nivel de la Bolsa de Shanghái y el canciller chino Wang Yi.
Asimismo, la delegación venezolana, liderada por la vicepresidenta ejecutiva, se citó con la presidenta del Nuevo Banco de Desarrollo de los Brics, la brasileña Dilma Rousseff, cuya sede se encuentra en la ciudad Shanghái, uno de los más importantes centros financieros de China, de Asia y, en general, para todo el bloque multipolar.
Shanghái es la ciudad con mayor concentración de PIB de toda China continental y uno de los principales destinos de inversión nacional y extranjera de esa República.
Es, además, un puerto central para el comercio nacional e internacional de dicha nación. El valor de su flujo comercial representa alrededor de 20% del total nacional, lo que la convierte en una ciudad estratégica con un marcado perfil comercial y financiero.
En 2013 se estableció la primera Zona Piloto de Libre Comercio (ZLC) en Shanghái, la cual está equipada con infraestructura tecnológica de clase mundial, genera una cuarta parte del PIB de la ciudad y aproximadamente 40% del comercio exterior total del país asiático.
En tal sentido, la visita de la vicepresidenta Rodríguez tuvo lugar en una ciudad donde China ha puesto el centro de su apuesta económica a futuro, vital para su red de comercio e inversiones internacionales, y donde ha experimentado con éxito planes de desarrollo basado en zonas económicas especiales que sirven de experiencia para la recuperación económica venezolana.
Por su parte, el presidente Maduro aterrizó en la ciudad portuaria de Shenzhen, al sureste chino, uno de los mayores centros industriales de última generación en el mundo.
Shenzhen es una de las ciudades pioneras de las zonas económicas especiales en su país. Desde el primer lanzamiento, hace más de 40 años, hasta 2019, su economía ha crecido 13 mil 711 veces, y se sitúa sólo detrás de Shanghái y Beijing entre las urbes continentales con mayor impulso económico, crecimiento y concentración de PIB de la nación.
Shenzhen es un gran polo de desarrollo y fabricación de alta tecnología y un epicentro de la industria digital china, donde fluye el capital nacional y extranjero en aras del desarrollo científico.
Datos de 2021 muestran que la entrada de inversión extranjera directa en esa ciudad recae sobre todo en los sectores de servicios empresariales y de arrendamiento (28,7%) y de servicios de transmisión de información, software y tecnología de la información (28%), además de bienes raíces (9,5%), manufactura (9,2%), comercio al por mayor y al por menor (8,9%) y servicios de investigación científica y tecnológica.
Para Venezuela sería importante mantener lazos de cooperación en los sectores económicos y comerciales que se desarrollan en Shenzhen, en el entendido de que la ciudad china es líder en desarrollo tecnológico y fabril y es la sede del segundo puerto en importancia del país asiático, luego de Shanghái.
La visita del presidente Maduro terminaría por imprimir con sello oficial una serie de acuerdos estratégicos en áreas claves para la economía, las finanzas y el comercio de ambas repúblicas. El interés energético de China se encuentra a tono con los planes de recuperación económica que lleva a cabo el Gobierno Bolivariano a corto, mediano y largo plazo.