El Fondo Monetario Internacional (FMI) confirmó que los beneficios empresariales son más altos que nunca, y este enriquecimiento es el principal motivo de que la inflación haya sido tan alta en los últimos dos años en la eurozona.
De acuerdo con la organización, las empresas aumentaron los precios más de lo que incrementaron los costos de la energía importada, beneficios que para nada favorecieron a los trabajadores ya que no recibieron ningún tipo de aumento. Tampoco tuvieron que pagar más impuestos porque en la Unión Europea (UE), tras la pandemia, algunos gobiernos han hecho exenciones fiscales en múltiples sectores como el transporte o la energía.
"Ahora que los trabajadores presionan por aumentos salariales para recuperar el poder adquisitivo perdido, es posible que las empresas deban aceptar una participación de ganancias más pequeña si la inflación se mantiene encaminada a alcanzar el objetivo de 2% del Banco Central Europeo en 2025, como se proyecta en nuestro informe más reciente Perspectivas de la economía mundial", señala.
Según describe el FMI, 45% de la inflación se explica por los crecientes beneficios empresariales. El coste de los materiales y las importaciones supone 40% y, finalmente, el coste de los trabajadores 25%. Asimismo, refiere que los beneficios de las empresas son un 1% más altos que antes de la pandemia, mientras que los salarios son 2% inferiores.
La encrucijada para las masas trabajadoras es que el aumento de salarios podría repercutir nuevamente en los precios por lo que, como era de esperarse, son quienes resultan afectadas. La alta inflación ha continuado. Queda claro que las grandes corporaciones han utilizado los problemas como una oportunidad para incrementar los precios y obtener beneficios extraordinarios.