Vie. 22 Noviembre 2024 Actualizado ayer a las 8:41 pm

ABC y Ledezma escriben un nuevo capítulo de la campaña mediática contra Venezuela

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Las baterías mediáticas que se dirigen contra Venezuela desde España suelen estar enlodadas de mentiras fácilmente desmontables. El desatino y la desmesura suelen adornar los bulos informativos de los medios más derechistas en el Mediterráneo ibérico, siempre acompañados de personificaciones políticas de poca legitimidad.

Cuando el presidente Nicolás Maduro denunció la campaña mediática orquestada por Elliott Abrams, el estratega especial de Washington para intentar un cambio de régimen en la República Bolivariana, era de esperarse que no solo se activaran los medios venezolanos y estadounidenses antichavistas, sino que también se unieran los españoles como El País, La Sexta y ABC a la empresa de seguir minando mediáticamente el campo político-social venezolano en redes, canales y percepciones.

A la convocatoria de Abrams acudió el prófugo de la justicia venezolana y ex alcalde de Caracas Antonio Ledezma, quien repartió información falsa a la ABC, que sin corroborarla los editores del periódico español la publicaron sin ningún rubor, como han hecho anteriormente en relación a Venezuela, el chavismo y el gobierno venezolano.

Antes de desmontar este caso de desinformación, se debe recordar que ABC había publicado un reporte falso el mes pasado en el que aseguraba la secreta financiación del gobierno venezolano al partido político Cinco Estrellas en Italia, desmentido completamente y por el cual el medio español no se ha disculpado ni retractado, aunque casi nadie espera que realmente lo haga, debido a su reputación histórica.

El 21 de julio reciente publicó en su portada “Alertan del despliegue de sistemas de defensa antiaéreos rusos en Venezuela”, cuestión que, de no ser por la evidente desinformación expuesta, no fue ampliamente replicada por el resto de medios antichavistas en Venezuela. Veamos.

Según las “fuentes anónimas” de Ledezma, existe un despliegue de 11 unidades de los sistemas rusos de defensa antiaérea S-400 y S-500 en varios estados del territorio venezolano con el objeto de “desafiar a Estados Unidos” y comenzar una “carrera armamentística” en Sudamérica y el Caribe, información que supuestamente el ex alcalde metropolitano llevaría a la ONU y la OEA como causa de “denuncia”.

Los sistemas antiaéreos rusos

Ciertamente, como dice la nota de ABC y pone en boca de Ledezma, dichos sistemas antiaéreos rusos “son los mejores del mundo”, pero es lo que único que tiene cierto lo emitido desde España.

La adquisición de los S-400, por ejemplo, tiene un valor de 500 millones de dólares, siendo uno de los modelos de defensa antiaérea más solicitados del mundo. Según la CNBC, “unos 143 países se han mostrado interesados en comprar los S-400” por ser menos costosos que los estadounidenses Patriot Pac-2 (1 mil millones de dólares) y THAAD (3 mil millones de dólares).

Además, los S-400 no requieren de tantos requisitos y dependencia por parte del Kremlin como la compra de los sistemas made in USA, que suponen un casamiento total con el ejército de los Estados Unidos pues el Pentágono y la Casa Blanca regula los parámetros de ambos.

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Y, de corolario, los sistemas rusos tienen un mayor poder de fuego, con la capacidad de “neutralizar a un abanico más amplio de objetivos y, encima, a la vez”, reseña Mundo Sputnik.

Otra nota de la agencia rusa explica que “el sistema antiaéreo S-400 Triumf (SA-21 Growler en la clasificación de la OTAN) es capaz de abatir aparatos aéreos de tecnología furtiva, misiles de crucero, misiles balísticos tácticos y táctico-operativos”.

Más allá, los S-500 tienen todas las capacidades del modelo anterior pero con mayor poder de fuego exponencialmente hablando, y está siendo aún probado por el ejército ruso para ser desplegado en todo el territorio de la Federación en el año 2021.

¿Es posible que los servicios de inteligencia y seguridad militar de Estados Unidos no hubieran advertido el susodicho despliegue de los sistemas antiaéreos rusos en Venezuela, siendo éstas enormes y complejas unidades adquiribles en el mercado internacional? ¿Nadie en el país latinocaribeño se habría dado cuenta de los hechos, en donde ocurren filtraciones casi a diario de los movimientos de la Fuerza Armada Nacional Bolivariana (FANB)?

Por otro lado, si bien los S-400 están disponibles en el mercado ruso, y con contratos de despliegue (algunos cumplidos) en China, India y Turquía, los S-500 aún ni siquiera han sido instalados en la Federación de Rusia. Se espera que para 2021 puedan ser desplegados por allá y que se den las entregas masivas programadas para el año 2025 debido a su comienzo de producción en masa.

Solo en el verbo de Ledezma y las páginas de ABC un modelo militar que no ha sido estrenado por su país de origen puede ser desplegado en Venezuela.

Un detalle operativo

Ya ABC había “informado” que el gobierno de Vladimir Putin tenía las intenciones de instalar un escudo antiaéreo en la Base Aérea Capitán Manuel Ríos de El Sombrero, estado Guárico, y en otras instalaciones, a mediados de 2019. Dicha noticia no tenía nada de nuevo si tomamos en cuenta los contratos militares que han firmado en los últimos años los gobiernos de Venezuela y Rusia.

Probablemente se trataba de la instalación del sistema de defensa antiaérea ruso S-300 que se encuentra hoy operativo en El Sombrero, una localidad que ni siquiera es mencionada por Ledezma en el más reciente “reportaje” de ABC.

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La compra de los S-300 fue llevada a cabo por el gobierno del presidente Hugo Chávez y llegó a Venezuela en 2013. Su instalación en el estado Guárico significa el despliegue, según BBC Mundo, “del mejor sistema de defensa aeroespacial de la región”.

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Los S-300 han sido decisorios en la capacidad defensiva disuasiva de Siria en la guerra transnacional que le fue impuesta, gracias a la asistencia rusa que entregó los primeros ejemplares en 2018.

De esta manera se corrobora que no existe un despliegue de los modelos que mencionó Ledezma y el medio español de extrema derecha, sino el S-300 que fue adquirido en el mercado armamentístico ruso y que ya tiene años instalado como parte operativa de la doctrina de defensa integral de la nación venezolana.

Otros detalles

El tremendismo analítico (si así lo podemos llamar) de Ledezma lo lleva a comparar su “información de fuentes anónimas” con la crisis de los misiles nucleares soviéticos en Cuba de 1962, hechos históricos que distan de la tensión actual entre Estados Unidos y Rusia/Venezuela.

Mientras que la escalada de 1962 casi llevó a una guerra nuclear entre el gobierno de John F. Kennedy y la Unión Soviética, en estos momentos no existe un contexto similar, ya que las amenazas militares son unilaterales por parte de Estados Unidos, no enmarcan ofensivas nucleares ni mucho menos la Administración Trump involucra a Rusia en sus ultimátum a Venezuela.

Además, la enorme diferencia que hay entre un sistema de defensa antiaérea y un sistema de misiles balísticos nucleares es abismal. Lo último está tan preparado para una ofensiva extrema como el primero de disuadir diversas acciones militares.

En todo caso, Ledezma, detrás de la desinformación, lo que hace es clamar por el retiro de los antiaéreos rusos ante la posibilidad de la activación de la “opción militar” que derrocaría al presidente Nicolás Maduro del poder estatal.

Asimismo ABC cita al dirigente antichavista alabando la tesis de que todo esto se trata de que Venezuela entra en una “carrera armamentista”… ¿con quién?¿Con Colombia, Brasil, Panamá, que, siendo países involucrados en el marco de asedio regional contra nuestro país, son tan dependientes de la tecnología y la industria militar estadounidense como Venezuela de la rusa en estos momentos? No cabe el raciocinio geopolítico o militar en esa afirmación.

Pero a los editores de ABC les parece una primicia, incluso a riesgo de que lo publicado pudiera ser analizado y desmentido por cualquiera con mínimos conocimientos operativos de la FANB y del mercado armamentístico ruso, de un bando político u otro. Nada causal en un nuevo capítulo de la guerra mediática continuada contra Venezuela.

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